El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, sorprendía en la medianoche del jueves al viernes arracando la campaña electoral en Pedraza (Segovia) y 'compareciendo' en un holograma en la sede madrileña del partido, en la calle Alcalá. La elección de ese pequeño municipio, de 359 habitantes y gobernado por el PP, disparó las sospechas. El fallido fichaje estrella del aparato, la expresidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, es de allí.
En concreto, la política, aparentemente retirada de la vida pública tras el pucherazo que la dejó fuera de la candidatura a la Junta de Castilla y León, nació en La Velilla, perteciente a Pedraza. Clemente, que en los últimos días ha regresado la vida virtual en las redes sociales para hacer retuits a Rivera, no se pronunció. Su cuenta de Twitter está muda.
Desde el partido insisten en que la elección de Pedraza se debe únicamente al gusto de Rivera por ese pueblo medieval, que visita con regularidad y a su intención de apostar por Castilla y León, una comunidad afectada seriamente por la despoblación para descentralizar el tradicional acto de arranque de campaña.
“La decisión se tomó hace meses, pero se ha llevado con discreción, muy pocos lo sabían”, indican. Tanto es así que los propios candidatos que acompañaron a Rivera conocieron, apenas una hora antes, que la cita no era en la calle Alcalá.
Ciudadanos jugó al despiste con los periodistas hasta el último minuto. Pasadas las 20:00 horas el partido en Castilla y León informaba a la prensa de que el candidato a la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, no iniciaría su campaña en Valladolid, sino “junto a Albert Rivera”. En la convocatoria a esa cita con Rivera se precisaba que el presidente de Ciudadanos realizaría la pegada de carteles en la sede de Alcalá y facilitaba datos para acceder al acto vía streaming.
A las 00.00 horas exactas, el equipo de prensa de Ciudadanos Castilla y León informó a través de mensajería del envío de un audio de Rivera “en Pedraza”, donde había iniciado la campaña. En las imágenes que se añadieron poco después podía apreciarse un acto sin público, sólo con candidatos. Nadie esperaba a Rivera. “Ni siquiera se avisó a la prensa local”, comentan en Ciudadanos. Las mismas fuentes señalan que hasta la proyección del holograma de Rivera fue una sorpresa para la mayoría de quienes le acompañaron esa noche.