El juicio se ha celebrado a puerta cerrada para proteger a la víctima, pero el acusado no ha tenido inconveniente en dar explicaciones a la prensa tras la vista. Víctor G.T., que este viernes se ha sentado en el banquillo por presuntamente acosar a la ilustradora y escritora Paula Bonet durante tres años, ha expuesto con tranquilidad sus argumentos para pedir la absolución. Entre otros, ha tildado de “sarcasmo” la amenaza que profirió contra la artista a través de Twitter, en la que decía que iba a estrangularla, descuartizarla y “guardar los pezones”.
Aunque Bonet es una artista reconocida internacionalmente, Víctor G.T., estudiante de filosofía cuando los hechos y que ahora se dedica a, en sus propias palabras, “otras cosas”, se ha puesto al mismo nivel que la ilustradora: ha dicho que las cartas y correos que mandó a la escritora eran un “duelo literario”. No consta que Víctor G.T. haya publicado obra alguna ni haya sido galardonado. Tampoco que Bonet respondiera sus cartas y e-mails más allá de pedirle que dejara de enviarle correos.
Es más, según la defensa, algunos de los mensajes que Víctor G.T. envió a la artista eran “para defenderse” de unos supuestos “ataques” (que no ha concretado) de Bonet que provocaron que el hombre fuera amenazado. No ha aportado la defensa denuncia alguna ante la policía de estos hechos. La abogada de Bonet, Carla Vall, ha tildado la estrategia de defensa del acusado como “un acto de agresión más” a la artista.
Pese a reafirmar una y otra vez la inocencia de su cliente, a última hora la defensa de Víctor G.T. ha aportado al juzgado un informe forense que le ha valido para pedir a la jueza que aunque considere que el hombre sí profirió las amenazas, no le imponga pena alguna porque actuó estando trastornado.
Víctor G.T., sufría, según la versión de la defensa, un “trastorno delirante erotomaníaco” que le hizo imaginar que Bonet estaba interesada en él. Las forenses del juzgado han desmentido la hipótesis del trastorno durante la vista. Cabe destacar que el informe de la defensa entró en el juzgado hace solo un mes y que no se ha aportado durante los anteriores tres años en los que la causa ha estado abierta.
Lo único que ha admitido la defensa es que Víctor G.T. tuvo “interés” en conocer a Bonet. La versión de la Fiscalía y la artista, que piden tres y cuatro años de cárcel respectivamente, es muy distinta. Ambas acusaciones relatan un espiral de acoso, que al principio Víctor G.T. desplegó acudiendo a charlas en las que participaba Bonet, para luego intensificar acechando el estudio de la artista y que durante el confinamiento culminó con amenazas a través de las redes.
En un hilo de mensajes en Twitter dirigido a Bonet, que le valió su primera orden de alejamiento, escribió: “Más te vale no volver a pisar mi ciudad porque como me cruce contigo voy a estrangularte y descuartizarte para complacer a todos los miserables vagabundos que habitan las calles de Barcelona. Verás qué festín, dejaré los ojos para lo último y me guardaré los pezones en una fiambrera para mi propio disfrute […] Si lo prefieres puedes suplicar clemencia a este violador, torturador y psicópata; solamente serás violada hasta tener tu tercer y último aborto tras padecer una paliza eterna”.
Víctor G.T. también dejó varios objetos en el taller de la artista, entre los que destacan un bloc de notas con poemas, una foto del propio acusado y un sobre que llevaba escrito su nombre y la expresión “el violador”, que en su interior contenía un muñeco de plástico en forma de anguila cortado en trocitos, en alusión a uno de los proyectos artísticos de Bonet. Según el acusado, depositó este sobre con la anguila cortada porque antes había recibido el muñeco entero en su casa, lo que le hizo pensar que la artista buscaba “un acercamiento”.
Para cada uno de los actos de acoso descritos por las acusaciones, Víctor G.T. tenía una respuesta. Además del sarcasmo, el duelo literario o el supuesto interés de Bonet (que en realidad nunca existió, como muestran las decenas de llamadas a los Mossos d'Esquadra que tuvo que realizar la artista, quien llegó a tener que cambiar de estudio y cancelar su agenda pública), la defensa ha alegado una supuesta amenaza contra Víctor G.T. en su casa y su facultad. Nunca lo denunció ante los Mossos d'Esquadra.
“Como abogada defiendo el derecho de defensa, pero lo de hoy ha sido un acto de agresión más a Paula Bonet”, ha valorado a la salida del juicio la letrada de Bonet, Carla Vall. “Acusar a las mujeres que sufren violencia de denunciar los hechos para hacerse famosas es un acto más de machismo. Parece que no se den cuenta que vivimos en 2022”, ha terciado la letrada.
Bonet ha declarado este viernes protegida por una mampara, pese a la oposición de la defensa de Víctor G.T. La ilustradora ha tenido que volver a retirarse de la vida pública debido a que la Audiencia de Barcelona puso en libertad provisional el pasado 15 de junio a su acosador, que hasta en dos ocasiones había roto las órdenes de alejamiento. Ahora la artista solo espera una sentencia que ponga fin a la pesadilla.