Aragonès advierte a Sánchez que no solucionar el conflicto catalán da alas a la extrema derecha
El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha pedido al independentismo un nuevo esfuerzo para “forzar al Estado” a hacer una propuesta sobre el encaje de Catalunya y ha advertido a Pedro Sánchez que, si la cuestión catalana no se soluciona, se estará abriendo la puerta a un Gobierno de la extrema derecha. Lo ha dicho en la conferencia que ha pronunciado este lunes, con motivo del primer aniversario de las últimas elecciones catalanas, y tras asegurar que la mesa de diálogo con el Gobierno vive “una situación de bloqueo”, que ha achacado a la “poca valentía” de Sánchez y su Ejecutivo.
“El Gobierno del Estado debe demostrar su compromiso democrático. Porque sin la resolución al conflicto político España se desliza hacia el autoritarismo como demuestra la amenaza de la extrema derecha”, ha asegurado, en un mensaje que quiere marcar un punto de inflexión en su mandato tras poco más de ocho meses en el Govern. Con el propósito de lanzar una advertencia contundente, Aragonès ha subrayado la idea de que la alternativa a la solución del conflicto catalán será perjudicial para el conjunto de la España democrática. “Y esto no será responsabilidad del independentismo sino de quien gobierna más pendiente de no enfadar a la derecha que de resolver los conflictos de fondo”, ha dicho.
Aragonès ha pronunciado la conferencia desde el Museu Nacional d'Art (MNAC) y coincidiendo con el primer aniversario de las elecciones en las que el PSC de Salvador Illa se impuso por la mínima pero que acabaron llevando a la presencia de la Generalitat a Aragonès. Durante las últimas semanas el jefe del Govern se ha visto con los tres principales partidos independentistas y desde su equipo se había deslizado que estaba trabajando en una propuesta para recoser el movimiento por la secesión.
Aragonès ha enviado un mensaje claro a Sánchez, pero también ha tenido tiempo para sus socios de Junts, a quienes les ha trasladado que “no hay una única mirada sobre el movimiento independentista”. “Si se reduce el debate a identificar héroes y traidores, pierde el conjunto”, ha dicho, después de unos días en la que la presidenta del Parlament ha estado bajo los focos por la retirada del escaño del diputado de la CUP, Pau Juvillà. “Es necesario abandonar el tacticismo, los reproches y desconfianzas que debilitan nuestra posición negociadora y que impiden construir escenarios de futuro”, ha trasladado al partido con el que gobierna. “Es necesario rehacer las confianzas, con una mirada amplia e inclusiva, que cuente con el conjunto del soberanismo”, les ha reclamado.
El discurso pronunciado este lunes seguía la estela de las ideas que Aragonès ya expuso justo hace un mes y en Madrid, donde también intentó encender el piloto rojo de Sánchez, advirtiéndole de la importancia de convocar de inmediato la mesa porque “eternizar las negociaciones” suponía “sembrar dudas sobre el diálogo”. Un mes más tarde, periodo en el que no se ha convocado el foro de negociación sobre el conflicto pero sí la Comisión Bilateral, el líder independentista ha ido más lejos que en Madrid y ha hablado de una situación de “bloqueo” no solo en Catalunya sino para el conjunto de España.
“La izquierda española debe elegir si quiere completar la reforma democrática pendiente que incluye el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado y, por tanto, de la existencia del derecho a decidir o se limita a representar una izquierda conservadora, inmovilista y conformista , acomplejada ante la amenaza de la derecha de siempre”, ha lanzado.
Tras este apercibimiento, Aragonès se ha dirigido al conjunto del independentismo para considerar que el Gobierno de Sánchez “no se moverá por voluntad propia” sino “por nuestra fortaleza”. “Y esa fortaleza”, ha continuado, “quiere decir que debemos actuar con más generosidad, con más unidad y con más cohesión”. El jefe del Ejecutivo catalán ha considerado que reforzándose podrán “forzar al gobierno del Estado a moverse y que empiece a hablar de propuestas que afronten realmente la raíz del problema”. En concreto, ha citado dos: retirar las causas contra Carles Puigdemont y el resto de políticos que siguen encausados, por un lado, y encontrar una “solución democrática al conflicto” por el otro.
Durante su intervención el president ha asegurado que en los próximos días iniciará un diálogo con los principales actores políticos catalanes “empezando por los diputados y diputadas catalanes en Madrid y los diputados diputadas catalanes en el Parlamento europeo”, ha dicho. Unas reuniones que deben servir para “poner en movimiento los grandes consensos que tanto nos han hecho avanzar”, ha dicho, y para “reforzar la unidad” de los soberanistas. En esa línea, Aragonès ha propuesto “una movilización popular” que “contribuya a desbloquear la negociación con el Estado y refuerce la posición catalana para hacer inevitable la amnistía y la autodeterminación”.
El president ha dedicado también unos minutos a repasar su agenda de gobierno, bajo la idea que ha convertido en un icono de su mandato de “la Catalunya entera”. Aragonès ha argumentado la necesidad de que Catalunya haga una revolución verde, un nuevo impulso a los servicios sociales y una “prosperidad económica compartida”. “Las desigualdades sociales hoy determinan nuestra salud y la esperanza de vida de la ciudadanía”, ha dicho, por lo que ha considerado que hace falta un impulso en la redistribución de la renta. Además ha elogiado la diversidad social cohesionada en torno al catalán. “Hay que potenciar la inmersión, porque es la herramienta del país que garantizar que todos los niños son plurilingües”, ha indicado.
Aragonès ha aprovechado también su intervención para recordar que su apuesta es por la independencia completa de Catalunya. “No podemos aceptar como respuesta que nunca, nunca, nunca habrá una vía democrática para que los catalanes decidamos nuestro futuro”, ha dicho. “No hemos venido a gestionar y ya. La Generalitat no es una simple administración autonómica, es el gobierno del país”, ha remachado.
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