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Aragonès insta a Junts a decidir “con celeridad” si sale del Govern

La consellera de Presidencia, Laura Vilagrà, ha ocupado el escaño del vicepresidente cesado, Jordi Puigneró, al lado de Aragonès

Oriol Solé Altimira

30 de septiembre de 2022 11:20 h

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“En momentos complejos siempre daré la cara”. Con un discurso de poco más de cuatro minutos el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dado cuenta al Parlament de la crisis con Junts. El mensaje ha servido para subrayar el perfil más institucional de Aragonès. El president ha mantenido su confianza en los consellers de Junts, al tiempo que ha instado a los posconvergentes a decidir “con la máxima celeridad” sobre su salida del Govern.

Aragonès ha respondido así al último movimiento de Junts en la partida de ajedrez en que se ha convertido la crisis en el Govern. Ni republicanos ni posconvergentes quieren quedar como los que rompen la baraja. Por ello Aragonès evitó echar a todos los consellers de Junts y limitó los ceses al vicepresidente Jordi Puigneró, mientras Junts postergó una semana su consulta sobre la salida del Govern y reclamó al president una negociación exprés este fin de semana para salvar el acuerdo de legislatura.

En el Palau de la Generalitat no se tiene todavía constancia del contenido de la propuesta anunciada por Junts este jueves sobre el acuerdo de legislatura. El propio Turull admitió en rueda de prensa de que no le había hecho llegar a Aragonès documento alguno. Según ha dicho el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, se lo harán llegar este viernes.

Al no tener ninguna concreción, Aragonès no se ha referido a la última propuesta de Junts y ha remarcado su objetivo de trabajar para todos los catalanes, huyendo de las disputas partidistas. “Mi prioridad y mi apuesta es que el Govern continúe y, sobre todo, servir a la ciudadanía para dar respuesta a los retos económicos y sociales urgentes y a los estructurales en el conflicto con el estado”, ha aseverado Aragonès.

Aunque los giros de guion en el último minuto son marca de la casa de las pugnas entre independentistas, el debate se centra en una batalla del relato por quién carga con la cruz de la crisis más que en intentar resolverla. “Estamos a tiempo de arreglarlo, por nuestra parte no será”, ha expresado Batet, que ha abierto su intervención resaltando la “lealtad” de Puigneró. El grupo de Junts ha aplaudido mientras los republicanos mantenían cara de circunstancias.

Este viernes quien se ha sentado al lado del president, en el antiguo escaño de Puigneró, ha sido la consellera de Presidencia, la republicana Laura Vilagrà. Junts ha querido dejar constancia de la expulsión de Puigneró con un escaño vacío entre el titular de Economía, Jaume Giró y el conseller de Empresa, el republicano, Roger Torrent.

Votaciones

En la política catalana hay una sensación de fin de etapa tras una década de matrimonio de conveniencia entre ERC y las distintas marcas convergentes. Paradójicamente, sucede al inicio del curso, con las votaciones del debate de política general que marcan la orientación política del Govern.

En las votaciones que han cerrado el debate, el pleno del Parlament ha rechazado una propuesta del PP para instar a Aragonès a someterse en el plazo de un mes a una cuestión de confianza. La iniciativa se ha tumbado con tres votos a favor del PP y 114 en contra del PSC, ERC, Junts –pese a pedirla el martes–, CUP y comuns, mientras que Cs y Vox se han abstenido.

Antes del pleno, ERC, en un gesto de distensión hacia sus socios, ha anunciado que votaría a favor de las cuatro resoluciones que JxCat presentaba en solitario. En cambio, Junts no ha hecho lo mismo con todas las propuestas de resolución que los republicanos habían presentado.

El voto de ERC ha permitido que saliese adelante una resolución de Junts que avala la vigencia del 1-O, que “legitima la unilateralidad y la desobediencia” para alcanzar un “escenario de resolución democrática del conflicto” que conduzca a la independencia.

Por contra, la abstención de Junts ha impedido que se apruebe la resolución de ERC sobre fiscalidad, en la que los republicanos denunciaban “la competencia fiscal agresiva y regresiva” de Madrid y Andalucía. Junts también se ha abstenido en la resolución de ERC que reclamaba la aprobación de una ley electoral catalana en la actual legislatura, que no obstante se ha aprobado con amplia mayoría.

La única resolución de ERC que ha contado con el 'sí' de Junts ha sido la que reafirma que la independencia es el mejor horizonte para Cataluña y pide al Parlament que “reconozca que hay una mayoría de ciudadanos que quieren decidir el futuro político del país”.

Las diferencias estratégicas entre los socios se han constatado en varias votaciones. Los republicanos, los socialistas y los comuns también han dado luz verde a las resoluciones de los de Ada Colau que reclaman una negociación “de Gobierno a Gobierno”, impulsar la mesa de diálogo y la “desjudicialización”, además de vetar el “estado mayor” que pretende reeditar Junts.

En cambio la negativa de los socialistas ha tumbado una resolución, apoyada por ERC y comuns, para llevar a la mesa un “acuerdo de claridad” como el defendido por Aragonès en el debate.

Además a ERC le han marcado un pequeño gol en materia de infraestructuras. El pleno, por un solo voto, ha aprobado una resolución de Ciudadanos que insta al Govern a negociar con el Ejecutivo central la ampliación del Aeropuerto del Prat. Los 52 diputados que suman PSC, Vox, Cs y PP han permitido aprobar la moción, que ha salido adelante también gracias a la abstención de Junts. ERC, comuns y CUP se han opuesto.

En la carpeta de infraestructuras el Parlament también ha instado al Govern a acordar con la Moncloa el traspaso de Rodalies antes de que acabe el año, tal y como pedían sendas resoluciones del PSC y de ERC y Junts. El titular de Territorio y encargado teórico de la negociación, Puigneró, fue cesado el miércoles y Junts ha decidido mantener vacante la cartera hasta el resultado de su consulta interna.

La oposición certifica el fin del Govern

“En política se puede hacer todo menos el ridículo”, ha dicho el jefe de la oposición Salvador Illa, parafraseando al expresident Terradellas. Muy duro con la “irresponsable” deriva de ERC y Junts, Illa ha pedido un cambio de rumbo: “El Govern es un estorbo para el país y malbarata el tiempo de los catalanes”.

“Su espectáculo es patético y lamentable, se pelean por el poder, no por las políticas públicas”, ha lanzado la portavoz de la CUP, Laia Estrada a sus antiguos socios. La líder de los comuns, Jéssica Albiach, ha reclamado un Govern “fuerte y estable” ante la crisis económica y ha congelado las negociaciones de presupuestos con el Ejecutivo “hasta que el president ponga orden”. En cambio la portavoz socialista, Alícia Romero, ha reafirmado la mano tendida de su grupo para las cuentas “por responsabilidad”.

El jefe de filas del PP, Alejandro Fernández, ha enfatizado la gravedad del momento: “Lo mínimo que podíamos esperar del Govern es seriedad y Catalunya sale de este debate con un Govern que nadie sabe cuánto va a durar”

Al contrario que los grupos de izquierda y el PP, desde Ciudadanos y Vox no se ha escondido cierta satisfacción con la crisis del Govern. “La democracia les ha ganado el pulso”, ha proclamado el portavoz de Ciudadanos, Carlos Carrizosa. “No es importante ni usted ni el señor Puigneró”, ha lanzado Ignacio Garriga (Vox) a Aragonès.

Las exigencias de Junts para la negociación exprés este fin de semana versan sobre tres aspectos de sobra conocidos, pues forman parte del ultimátum sobre su continuidad en el Govern que el partido lanzó a principios de septiembre. En todo este mes ERC y Junts no se han puesto de acuerdo ni en la creación de un espacio de coordinación independentista, no en pactar la unidad de acción en Madrid ni en limitar la mesa de diálogo a la autodeterminación y amnistía. Pocos creen que logren hacerlo en 72 horas.

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