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La Guardia Urbana asegura en el atestado sobre la muerte de la perra Sota que el amo la azuzó para que atacara

Concentración en Zaragoza contra la muerte de la perra Sota

elDiario.es Catalunya

El atestado de la Guardia Urbana sobre la actuación del agente que disparó a la perra Sota a plena luz del día cerca de Gran Via, el pasado 18 de diciembre, recoge que el amo del animal, el joven Tauri Ruusalu, le “azuzó” para que atacara a los agentes. Según el documento policial, adelantado por Crónica Global, la perra le mordió encima del codo izquierdo y, al intentarlo por segunda vez, el agente le disparó en la cabeza, un relato que choca con el de algunos testigos, recogidos por colectivos animalistas, que aseguran que Sota no llegó a herir al policía.  

En el informe, la Guardia Urbana desarrolla con todo detalle la versión que, más resumida, había transmitido hasta ahora a través del Ayuntamiento de Barcelona, y que no ha convencido a entidades y partidos como PACMA, que han denunciado el caso en los juzgados (donde se está investigando ahora el suceso, centrado en la agresión del joven al guardia urbano). 

La policía local barcelonesa asegura que empezó por dar el alto al joven, de origen estonio, porque su perro no iba atado, y le pidió que se identificara y soltara el cigarro “de tipo porro” que estaba fumando. Siempre según la versión de los agentes, Ruusalu se puso nervioso y comenzó a gritarles, a lo que su perra reaccionó mordiéndole a uno de ellos en el codo izquierdo, lo que le causó “erosiones” y “rotura del uniforme”. Entonces el joven habría accedido a ponerle un collar, pero que resultó ser demasiado ancho y del que el animal se podía desembarazar. 

“Ruusalu, en actitud muy agresiva y amenazante, soltó las bolsas que portaba y se dirigió en su idioma al perro, el cual los agentes desconocían, quitándole el collar y azuzándolo, de forma clara y activa, hacia el agente”, prosigue el atestado. Habría sido entonces cuando Sota se volvió a abalanzar sobre el agente y este, “temiendo por su vida debido a la agresividad y velocidad con la que se le abalanzaba el perro”, lo abatió de un disparo cercano a la cabeza. 

El documento refiere también que acto seguido Ruusalu agredió al agente con un monopatín “tipo skate”, a lo que los agentes respondieron reduciéndole con contundencia en medio de la Gran Via con apoyo de las patrullas que llegaron al cabo de pocos minutos. 

Para esclarecer los hechos, y a falta de otros testimonios presenciales que den más detalles sobre lo ocurrido, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido a todos los que lo vieron que testifiquen ante el juez. Hasta ahora, el consistorio ha pedido prudencia a la hora de criticar la Guardia Urbana, cuya actuación defienden a la espera de resolver las investigaciones en marcha, aunque aseguran ya que trabajarán para que no vuelva a ocurrir un suceso parecido. 

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