Este domingo, después de que la manifestación en apoyo a Can Vies tomara el centro turístico de Barcelona, ha comparecido por primera vez desde el desalojo del centro el primer teniente de alcalde Joaquim Forn, concejal de Seguridad y Movilidad y presidente de Transportes Metropolitanos de Barcelona, la empresa municipal propietaria del edificio de Can Vies.
Forn plantea un ultimátum al colectivo: “Si hay gente en Can Vies que quiere dialogar, que salga y que dé la cara. El tiempo se ha agotado”, sentencia. No obstante, los integrantes del centro social no se esconden y ya manifestaron el viernes que no tenían ningún interés en negociar con el Ayuntamiento tras el derribo del edificio y que apuestan por la reconstrucción del espacio, en la que ya se ha empezado a trabajar este fin de semana.
Firmeza contra la violencia
“Ante la violencia, ningún diálogo”, sentenció Forn repitiendo el mensaje que emitió Trias al principio de los disturbios –aunque después el alcalde acabó por ceder a la primera demanda de Can Vies de detener el derribo. El teniente de alcalde asegura, sin embargo, que “contra la violencia lo único que sirve es el ejercicio de autoridad”, que el Ayuntamiento ejercerá a través de la policía, y que han convocado a los grupos municipales a una reunión este lunes para trasladar el plan de actuación del gobierno municipal.
El teniente de alcalde insiste en reivindicar la labor negociadora del consistorio, que ofreció alojar algunas de las actividades del centro –que el alcalde considera que eran positivas– en un espacio municipal mientras rehabilitaban el edificio. No obstante, desde Can Vies critican que el Ayuntamiento nunca había planteado descartar el derribo el inmueble y consideran que la propuesta era una estrategia para hacerles abandonar el centro sin intervención policial.
Reconstrucción del centro
Después de que el viernes se paralizaran las obras de derribo, el sábado cientos de personas se encontraron en Can Vies por la mañana convocadas para reconstruir el centro. Durante todo el día, hasta la hora de la manifestación de la tarde, trabajaron en sacar los escombros de la parte del edificio derribada. El domingo por la mañana han seguido trabajando hasta primera hora de la tarde, cuando han parado el trabajo en el interior pendientes de evaluar los daños estructurales.