El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado este jueves un paquete de medidas para gestionar el turismo en la ciudad que espera negociar con los grupos municipales, y de las que ha detallado solo alguna. La más concreta, por ahora, pasa por ordenar la circulación y estacionamiento de autocares con turistas que pasan el día en la ciudad. Su intención es reducir los aparcamientos para estos vehículos y cuadruplicar la tasa que pagan actualmente.
Los turistas que no se alojan en Barcelona no suelen aparecer en las cifras oficiales, pero el Ayuntamiento estima que ascienden hasta los 10 millones al año (por comparar, las pernoctaciones en hoteles y pisos turísticos de la ciudad son 12 millones).
Principalmente se trata de cruceristas, pero también incluyen los que acuden a la capital catalana en autocar, a menudo en excursiones de un día organizadas desde otras localidades turísticas. Según datos del consistorio, son 156.000 operaciones de autocares al año, entre estacionamientos en cocheras y en la calzada. Son 40 de media al día lo que colapsa especialmente algunas zonas como los alrededores de Sagrada Familia o hasta hace poco la Ronda Universitat.
El teniente de Alcaldía de Economía, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, ha desgranado algunas medidas dentro del proyecto llamado Zona Bus 4.0, que aspira a limitar la circulación de autocares hasta los 70.000 en 2025. Por un lado, se prevé retirar plazas de estacionamiento en zonas céntricas. Y por el otro, plantean subir la tarifa que pagan por operar desde los actuales 20 euros a 80, con lo que el consistorio aspira a recaudar unos cuatro millones anuales.
El aumento de la tasa, sin embargo, deberá incluirse en la modificación de las ordenanzas fiscales de 2025. Un trámite para el que requerirán de una mayoría en el plenario que les obliga a negociar con la oposición.
Valls ha explicado que la Medida de Gobierno para la Gestión Turística aglutina un total de 55 medidas con un presupuesto de 254,7 millones hasta 2027, cuando finaliza el mandato. Con ella quieren dar continuidad al Plan de gestión de Espacios de Gran Afluencia (EGA), que estudia cómo evitar la masificación de lugares como la Rambla o Sagrada Familia. Además, incluye la creación de un Fondo de Retorno Ciudadano del Turismo (ReCiutat), la revisión de la tasa turística y del Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT).
La reformulación del PEUAT deberá incluir la eliminación de la figura de los pisos turísticos, que el Ayuntamiento se ha comprometido a eliminar en su totalidad en 2028. Pero también abre la puerta a que se vuelvan a abrir hoteles “singulares” en el centro de la ciudad, tal como pactó el PSC con Junts.