“Markus Omafuma, 25 años, nacido en Nigeria, solicitante de asilo en Austria. Murió de asfixia mientras era deportado de manera forzada en custodia de tres policías quienes utilizando cinta adhesiva le cubrieron el rostro para que que no gritara. La deportación se llevaba a cabo en un vuelo comercial”. Este es uno de los numerosos casos de muertes en deportaciones que la acción “Fronteras invisibles” ha denunciado en la playa del Bogatell, al final de la rambla del Poblenou.
La octava edición de esta jornada nace del impulso de colectivos y organizaciones sociales como Tanquem els CIES, El Espacio del Inmigrante Raval, el Sindicato Popular De Vendedores Ambulantes de Barcelona o Tras la manta. Con esta acción pretenden poner el foco en la política migratoria de la Unión Europea. A lo largo del dia se han realizado talleres, debates y actuaciones musicales para denunciar las políticas de control y expulsión de la UE.
Esta edición ha querido denunciar especialmente la práctica de los vuelos de deportación practicados por los estados de la UE. Prácticas que los colectivos denuncian como coloniales y que este mes de julio han cobrado relevancia tras la expulsión de un grupo de pasajeros que protestaban tras percatarse que en el vuelo se encontraba una persona esposada a la que iban a deportar.
En el manifiesto que se ha difundido entre los que se encontraban en la playa se denuncia el hecho que “la posibilidad de expulsar forzosamente a alguien de un estado sigui siendo una práctica exclusiva contra aquellas personas que pertenecen a países explotados por lo colonización de Occidente”. La jornada “Fronteras invisibles” se celebra de manera simultanea en Barcelona, Galicia, Iowa, Tijuana, Frankfurt y frente la sede de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) en Varsovia.