La protesta de los taxistas contra el “intrusismo” colapsa las principales vías de entrada a Barcelona
La anunciada protesta de los taxistas de Barcelona contra el “intrusismo” en la profesión ha conseguido su objetivo de colapsar las dos principales vías de acceso a la ciudad este lunes por la mañana. La llamada “Operación Caracol” colapsaba a medio día las dos rondas, la de Dalt y la Litoral, y los principales punto de acceso entre la ciudad, el aeropuerto del Prat y el puerto.
La protesta se ha iniciado hacia las 11h de la mañana cuando unos 4.000 taxis, según fuentes del sector, han comenzado una marcha lenta desde el aeropuerto y por las vías colindantes al núcleo urbano barcelonés. El motivo de la protesta, secundada por la mayoría de organizaciones del taxi, es que aseguran que el ayuntamiento de la capital no ha cumplido con los compromisos adquiridos el pasado verano, cuando los conductores amenazaron con la huelga.
La principal convocante es Elite, una de las organizaciones más combativas contra las comisiones ilegales que algunos establecimientos hoteleros cobran de compañías del taxi para hacerse con la exclusividad de los clientes del mismo. La protesta de este lunes se dirige también contra lo taxis piratas que, según el sector, han proliferado los últimos años.
Según el Servei Català de Trànsit las importantes retenciones en el tráfico se extendían a media mañana por las rondas, desde El Prat hasta el puerto Olímpico por la del Litoral, hasta cerca de la Vall d'Hebrón la de Dalt. También en la parte sur, los accesos al aeropuerto estaban colapsados y las entradas a Sant Boi, Cornellà y Viladecans. Estas congestiones se han extendido a determinados puntos del centro de la ciudad de Barcelona, siendo los más afectados los colindantes a L'Hospitalet y al distrito de Sarrià-Sant Gervasi.
La previsión es que la protesta, que en un primer momento se calculaba de unas dos horas, tenga afectación en el tráfico durante todo el día. Fuentes del sector aseguran que seguirán protestando si no se atienden sus demandas y señalan al Mobile World Congress como momento en el que podrían volver a parar el tráfico de la capital.