El Govern estudiará que los usuarios de vehículos con licencia VTC, con la que operan en Barcelona empresas como Uber o Cabify, tengan que reservar el servicio con antelación. Incluso el día antes. Fuentes del Departamento de Territorio y Sostenibilidad aseguran que su compromiso con los sindicatos del taxi es que sus servicios jurídicos lo analicen ahora para ver si se puede aprobar en el futuro.
Este ha sido el acuerdo más remarcable de la reunión este lunes entre la Generalitat y las entidades Élite Taxi, Sindicato del Taxi de Catalunya (Stac) y Asociación Empresarial del Taxi para abordar los retos del sector, inflamado desde hace meses por la creciente presencia de vehículos VTC en las calles de Barcelona y su área metropolitana. “Una de las formas de regular este servicio es garantizar su precontratación”, asegura Luis Berbel, de Stac.
Los taxistas entienden que si las licencias VTC se plantearon como un servicio de transporte de gama alta –a diferencia del servicio público de taxi–, uno de los elementos que debe diferenciarlos es que los usuarios tengan que reservar el trayecto con antelación. Actualmente, en apps como Uber o Cabify, el cliente lo contrata prácticamente al momento a través de su móvil. La fijación de un tiempo determinado entre la contratación y la prestación del servicio supondría así un golpe decisivo al modelo de negocio de estas app de transporte.
La reunión entre ambas partes empezó marcada por el aviso de una de las entidades, Élite Taxi, de convocar una huelga indefinida durante el Mobile World Congress, el evento que más demanda de movilidad genera en la capital catalana. Finalmente, los sindicatos salieron sin embargo satisfechos por el compromiso arrancado a la Generalitat, con quien mantienen una relación fluida después de que en septiembre anunciara medidas como la creación de un registro de VTC para evitar que operen en Catalunya las de otras comunidades.
La Generalitat, como las demás comunidades autónomas, tiene en sus manos fijar condicionantes al servicio de vehículos VTC, entre los que están los horarios o recorridos. Lo que no puede hacer todavía es limitar o reducir las licencias, puesto que el Gobierno aprobó una moratoria de cuatro años.
Los sindicatos del taxi son partidarios de reducir la presencia de estos coches en la ciudad, que es muy superior a la fijada por ley de un vehículo VTC por cada 30 taxis (en Barcelona está más cerca la proporción de 2 por cada 10). Este miércoles las entidades se reúnen con el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), presidida por Ada Colau, a quien quieren que la Generalitat ceda sus competencias.
Esta administración aprobó antes del verano un reglamento que pretendía limitar los vehículos VTC en Barcelona añadiendo una licencia propia. Actualmente el texto está suspendido de forma cautelar por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.