“Es muy difícil saber qué pasa en un vuelo de deportación, todo es muy opaco”
La deportación de una persona de origen senegalés en un vuelo regular o el macro vuelo de deportación de un grupo de doce guineanos desde el CIE de la Zona Franca de Barcelona han hecho volver el debate sobre los vuelos de deportaciones. La campaña estatal Stop Deportaciones busca dar a conocerlas. Entrevistamos a Laia Castillo y Clara Asín, miembros de Tanquem els CIE, que luchan por la defensa de los derechos de las personas migrantes
¿Qué es una deportación?
Una deportación la entendemos como una acción de expulsar a su país de origen una persona de manera obligada, en contra de su voluntad. Las deportaciones se efectúan desde siempre que existe el sistema de control migratorio. Hay que diferenciar según el lugar desde donde se efectúan. Se pueden producir desde la misma frontera, desde un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) o desde las comisarías de policía. En las fronteras se producen lo que llamamos las devoluciones en caliente o las prohibiciones de entrada. Las prohibiciones de entrada es que antes de que entres en el país se te deniega la entrada. Esta denegación hace que estés un máximo de 72 horas en un puesto fronterizo, como por ejemplo los espacios de detención que hay en el aeropuerto del Prat, y se te deniegue la entrada y se te devuelva al país de origen.
En cambio, en las devoluciones en caliente, no se da esta situación, porque no hay orden judicial. Por eso decimos que es un lugar de excepcionalidad jurídica, donde no se reconoce el derecho a asilo de las personas ni se tienen en cuenta los derechos humanos. Esto lo hemos podido ver en las devoluciones en caliente en el mar o en las vallas de Ceuta y Melilla. Las devoluciones en caliente son ilegales, ya que no se tramita ningún expediente de la persona expulsada. Hay que tener en cuenta que en nuestras fronteras quien hace lo que podríamos llamar “el trabajo sucio” es Marruecos, ya que reciben compensaciones económicas por vigilar las fronteras.
¿Qué diferencia hay entre una deportación en un vuelo regular y en un macro vuelo de deportación?
Los vuelos regulares son los vuelos comerciales, donde hay pasajeros que viajan por placer o por negocios, en el que hay una expulsión de manera forzosa de una persona hacia su país de origen. Casi todas las aerolíneas hacen deportaciones así hoy en día. El último caso que tuvo un fuerte eco mediático es el de Vueling con destino a Senegal. Por otro lado tenemos los macro vuelos de deportación, que son vuelos que fleta el Ministerio del Interior, como en el caso de las personas que deportaron a Guinea Conakry, donde todo el pasaje es deportado y no hay ningún otro pasajero, sólo policía y personal médico. En la mayoría de ocasiones se hace en colaboración con la Agencia Europea de Control de la Frontera Exterior (Frontex) con el objetivo de deportar un gran número de personas. Tanto en los macro vuelos como en los comerciales, la Unidad Central de Expulsiones y Repatriaciones (UCER) de la Policía Nacional es el grupo encargado de organizar estas repatriaciones.
Amnistía Internacional y el comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, en 2001 recomendaron que hubiera controles médicos antes y después de la deportación. ¿Actualmente se hace esto? ¿Qué personal médico y de seguridad hay en un vuelo?
Los macro vuelos están caracterizados por una fuerte presencia policial. Cada uno de los dispositivos de deportación está formado por un grupo de policías vestidos de paisano con un chaleco identificativo. El número de escoltas, como mínimo, debe igualar la cifra de personas expulsadas. El equipo siempre debe estar integrado, además, por personal sanitario, según el Protocolo policial que establece las normas de actuación en las repatriaciones y en el traslado de detenidos por vía aérea o marítima. Los deportados pueden ir esposados durante todo el trayecto. En el caso de las repatriaciones en vuelos comerciales, la persona deportada hace todo el trayecto con un policía a cada lado vestido de paisano. En cuanto al personal sanitario, en los vuelos de deportación colectiva siempre debe haber un médico al vuelo. A veces se producen sedaciones, y es este médico el encargado de hacerlas. “El uso de sedantes para facilitar la expulsión está prohibido, salvo prescripción facultativa cuando fuera necesaria por razones de seguridad del vuelo”, determina el protocolo policial.
Sin embargo, Osamuyi Aikpitanyi, un joven nigeriano de 23 años murió por asfixia en junio de 2007 en un vuelo de deportación. Tras su muerte se hizo un protocolo donde se dice, textualmente, que “en ningún caso la aplicación de medidas coercitivas podrá comprometer las funciones vitales del repatriado”.
A raíz de la muerte del Osamuyi se incluyó esto en el protocolo. Ha habido muertos porque la persona se pone nerviosa y ofrece resistencia. No hay ningún control médico antes de que la persona suba al vuelo. La normativa interna establece las normas sobre qué puede hacer la Policía Nacional y qué no. En cuanto al uso de sedantes, de medidas coercitivas y el uso de material inmovilizador, se deja la puerta abierta. Lo que dice la normativa cuando habla de que “no se podrán comprometer las funciones vitales del repatriado” es que no se podrá matar a la persona. Por eso hay entidades como Amnistía Internacional, entre otros, que denuncian que es muy difícil hacer un control real sobre qué pasa en estos vuelos. Es todo muy opaco. Además, cuando bajan a su país tampoco hay ningún control médico. Se le da dinero y ya está.
Aunque menos conocidas, también están las deportaciones exprés, desde comisaría.
Las prácticas más usuales que hemos encontrado desde la campaña Stop Deportaciones, y que vemos que cada vez se utilizan más y son de las que menos sabemos, son las deportaciones exprés. Se producen en menos de 72 horas desde comisaría. Estas personas reciben una llamada desde comisaría bajo el pretexto de que tienen que ir por algún motivo relacionado con sus papeles. Cuando la persona va no sabe que será deportada, ya que suele ir por culpa de un engaño, pero terminan viéndose inmersas en una deportación porque tenían una orden de expulsión de hace tiempo. Hay que tener en cuenta que estas deportaciones son citas con nombre y apellido, no son batidas donde la policía coja a gente de manera aleatoria. Es gente que ya tiene el expediente incoado para ser expulsado, que ya tiene una orden de expulsión. También hay deportaciones exprés donde se coge a la persona por la calle, sin necesidad de la llamada desde comisaría.
Por lo tanto, ¿qué diferencia hay entre devolución, deportación y expulsión?
En los vuelos colectivos se deporta, llevan al país de origen a personas que ya estaban aquí viviendo y que para caer en situación de irregularidad se les abre un procedimiento de expulsión y se les expulsa. El mecanismo jurídico es la expulsión, coloquialmente conocido como deportación. El otro mecanismo es cuando la gente acaba de llegar, como es el caso de la gente de Guinea Conakry, que llegan en patera y se las mete en el CIE y se las devuelve. Una devolución es una interceptación de una persona a la frontera intentando realizar una entrada. O cuando una persona ha entrado habiendo tenido una prohibición de entrada. Una expulsión es contra una persona que ya reside en España como consecuencia de una resolución judicial o administrativa. El mecanismo para una expulsión es mucho más amplio y largo, implica que estés en el territorio y es consecuencia de una resolución judicial. La deportación es un término más genérico, engloba toda acción de devolución o expulsión de una persona contra su voluntad.
La legislación europea no permite la deportación colectiva. ¿Como puede ser, entonces, que se hagan vuelos de deportación colectivos?
Se utiliza un tecnicismo burocrático para esquivar este escollo y poder expulsar personas de territorio europeo a través de este método, con el pretexto de que se lleva a cabo como una suma de casos individuales con procedimientos independientes. Cuando hay todo un grueso de gente que se la deporta de manera colectiva, lo que pasa es que todos sus casos van todos de una al juzgado de instrucción, el juez abre un auto por todas exactamente igual y no hay ha individualización de la situación. Aquí es cuando se confronta con la normativa que dice que no se puede deportar de manera colectiva. Por lo tanto podemos decir que no es una deportación colectiva sino la suma de muchas deportaciones individuales, que han sido analizadas por separado, teniendo en cuenta las condiciones particulares de cada persona y no como un global.
¿Hay datos sobre cuánta gente se deporta anualmente?
Como se deporta por diferentes vías es difícil hablar de cifras. Sin embargo, sabemos que en 2016 hubo más de 176.000 expulsiones desde la Unión Europea. En 2015 hubo 6.930 personas internas en los CIE de todo el Estado. De éstas, fueron expulsadas menos de la mitad. Sin embargo, hay que tener en cuenta, cuando hablamos de número de gente deportada, que no hay forma de saber cuánta gente ha sido expulsada a través de las devoluciones en caliente, porque están exentas de control jurídico.
¿Quien decide cuando debe haber un vuelo de deportación?
Los macro vuelos pueden ser organizados por FRONTEX o por la Comisaría General de Extranjería y Fronteras (CGEF). FRONTEX se autodefine como la encargada de “la gestión de los flujos migratorios europeos”. Comenzó a funcionar en 2006 impulsada por España, se encarga de coordinar los cuerpos policiales de los distintos países europeos en materia de control de fronteras. También analizan lo que consideran “riesgos”: guerras, crisis de hambre... y preparan la respuesta a la inmigración que pueda llegar. Se dotan de toda una metodología de la eficiencia, sistemas, planes, indicadores, para llevar a cabo su objetivo racista. Según FRONTEX es el país organizador quien se dirige a la agencia para proponer la salida de un vuelo de deportación desde su territorio a un país concreto, y es entonces cuando hacen la intermediación con el resto de países europeos que puedan estar interesados en utilizar este vuelo para deportar personas detenidas en sus territorios.
Según un informe publicado por Migrastudium, en 2016, 640 personas pasaron por el CIE de la Zona Franca de Barcelona. ¿Qué pasa en las deportaciones desde el CIE?
En el caso del CIE debes tener una orden de expulsión. Cuando encierran a una persona en un CIE es porque previamente hay una orden de expulsión que no se ha cumplido y un juez decreta el internamiento con el objetivo de que se haga efectiva. Tienen un límite de 60 días, tras los cuales si no se ha realizado la expulsión, te han de dejar en libertad. Actualmente menos de la mitad de la gente que está encerrada al CIE anualmente es deportada. Es un sufrimiento innecesario. Las expulsiones de los del CIE se pueden producir desde vuelos regulares, como el que se dio a conocer recientemente de un chico a Senegal por parte de Vueling, o también en forma de macro vuelos de deportación. Además de los vuelos, también se puede deportar a través de barcos, sobre todo hacia Argelia. Una persona que se encuentra en un CIE se le notificará, mínimo, con 12 horas de antelación. El problema es que muchas veces es tiempo insuficiente para poder llamar al abogado o los familiares y poder realizar un examen médico para ver si esa persona está en condiciones de volar o no.
En el caso de una persona que está en el CIE y le notifican que será deportada a su país de origen, ¿qué puede hacer para pararlo?
Cuando se produce una expulsión desde el CIE, si tienes la suerte de que dentro de las 12 horas con la que te avisan puedes poner en marcha toda la maquinaria, que es una persona que tiene abogado, se puede intentar solicitar asilo. Las entidades también pueden reaccionar. El problema está sobre todo con las deportaciones exprés, porque el margen de tiempo es muy poco y es difícil, porque muchas veces no te enteras, es mucho más opaco. En el momento que te das cuenta que la persona no vuelve a casa, tal vez pasan unas cuantas horas y eso hace que los abogados no puedan llegar a tiempo. Esto se debe trabajar para poder tejer conexiones para enterarnos de todo esto y poder trabajar. Es importante el papel que juegan los abogados del Servicio de Orientación Jurídica (SOJ).
La unión temporal de empresas (UTE) formada por Evelop, Orbest y Air Nostrum, que opera como franquicia junto con Iberia, ha ganado la licitación para encargarse de los macro vuelos de deportación organizados por el Estado. ¿Qué beneficio comporta para la empresa?
Actualmente hay una UTE de AirNostrum, que es una filial de Iberia, y Barceló, con sus filiales que son Evelop y Orbest. Es una licitación. El último concurso público lo ganó Air Europa. El Ejecutivo ha destinado 11.880.000 euros en 2017 y 2018 para encargarse del servicio aéreo de repatriaciones. Air Europa esta última vez también se presentó, pero no ganó. Por eso decimos que no es que ahora sean “los buenos”, sino que perdieron, pero lo intentaron. Hay que tener en cuenta, también, que las empresas adjudicatarias del servicio de deportación firman un “pacto de silencio” con el Gobierno español. Entre las condiciones técnicas y económicas especificadas en el concurso público, una de las exigencias que deben cumplir es la confidencialidad. Por eso es muy difícil conseguir información sobre qué sucede en los vuelos.
Recientemente hubo una deportación de un chico a Senegal en un vuelo comercial, que fue detenido por un grupo de pasajeros. ¿Como se puede detener una deportación en un vuelo comercial?
En un vuelo la máxima autoridad es el piloto. Si el piloto ve que no es seguro volar porque hay una persona alterada entonces no sale el vuelo. Por lo tanto, como pasajero, puedes ofrecer resistencia, por ejemplo negándote a sentarse o animando a otras personas a que también lo haga. En cuanto a las consecuencias esto ya puede variar en función de si lo ha hecho un único pasajero o un grupo, del eco mediático que pueda llegar a tener, etc. Se les puede aplicar la Ley de Seguridad Ciudadana o la Ley de Seguridad Aérea.
Desde Tanquem els CIE formáis parte de la campaña Stop Deportaciones. ¿Cuál es el objetivo de la campaña?
Stop Deportaciones es una campaña dentro de la campaña estatal de CIESNo. Trabajamos para visibilizar y para ofrecer información, hacer visible las deportaciones y para señalar también y trabajar por el boicot a las empresas que colaboran con estas deportaciones. También trabajamos para informar cuando sabemos que hay un macro vuelo, a través de un mecanismo de alerta, para avisar a la población y que vigilen si son de ese país.