La escasa protección pública de la Generalitat tiene como consecuencia que las desigualdades sociales en Catalunya se disparen. El gasto del gobierno catalán en protección social está muy por debajo de la media de España y de la Unión Europea (UE). Pero, además, la aportación catalana a este apartado se ha ido reduciendo desde el inicio de la crisis, aunque las necesidades no han parado de incrementarse, según un estudio elaborado por CCOO de Catalunya.
El estudio ha sido presentado por el secretario general de CCOO, Joan Carles Gallego, en rueda de prensa. En esta presentación ha puesto el énfasis en que, para su elaboración, se han utilizado los datos oficiales más actualizados de que se disponen.
Justo antes de la crisis Catalunya contaba con unos niveles de desigualdad inferiores a los de la media europea, con un índice Gini del 0,29 respecto del 0,30 de la UE -los niveles de este indicador que mide las diferencias entre ricos y pobres van del 0 al 1-: “en 2010 esta tendencia se empezó a invertir y nuestro país es ya uno de los territorios más castigados, con un índice del 0,31”, dijo Gallego.
Las diferencias entre las rentas altas y las bajas se han “disparado de manera alarmante” desde el comienzo de la crisis. En este sentido, la renta del 20% de las familias con más ingresos es 5,9% veces superior a la renta del 20% de los que cuentan con menos ingresos.
Las desigualdades entre clases sociales también se evidencian en el sistema educativo catalán, que “no garantiza la igualdad de oportunidades”, teniendo en cuenta que los niños que viven bajo el umbral de la pobreza tienen el doble de fracaso escolar y bajos resultados académicos.
El informe, que también ha sido presentado por Alfons Labrador, pone de manifiesto que los beneficiarios de pensiones no contributivas se han reducido de manera sostenida desde el inicio de la crisis en Catalunya -han pasado de 58.679 en 2007 a 55.659 en 2013- y que sólo el 33 % de los parados recibe algún tipo de prestación.
Gallego ha recordado que el paro de larga duración se ha “cronificado” en Catalunya, teniendo en cuenta que el 22 % de los parados lleva más de tres años sin trabajo y el 35 % más de dos; además, las personas que viven en hogares con todos los miembros en paro se han multiplicado por seis entre 2007 y 2013.
Pero la situación se complica si se tiene en cuenta que las elevadas tasas de paro se mezclan con el hecho de que ser trabajador ya no garantiza la salida de la pobreza, debido a los bajos sueldos y el elevado coste de la vida: “con estos factores es urgente que Cataluña se ponga las pilas para evitar que miles de personas queden atrás”, dijo el responsable de CCOO.
Para evitar el incremento de las desigualdades Gallego ha abogado por la implantación de una renta garantizada de ciudadanía (RGC) para que todos los catalanes tengan unos ingresos mínimos de 664 euros mensuales.
El líder sindicato ha destacado también, críticamente, que los niveles de presión fiscal en Catalunya estén siete puntos por debajo de la media de la UE y que desde el comienzo de la crisis se hayan reducido 5,4 puntos, lo que ha “limitado la capacidad para implementar políticas contra las desigualdades sociales”.
Según dijo Gallego, la fuerte caída de ingresos fiscales se produce como “consecuencia de una mayor dependencia de los sectores más desfavorecidos y por las rebajas fiscales” introducidas por el Gobierno central, que afectan especialmente a las empresas.