La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

ERC mantiene contactos con todos los partidos en Barcelona pero no se plantea dar la alcaldía a Collboni

“ERC no hará operaciones extrañas como en su día hicieron otros con Colau”. El escenario que dejó en Barcelona la noche electoral no está del todo cerrado y, aunque la alternativa a Xavier Trias no sea fácil, todos los partidos han iniciado conversaciones para exprimir sus posibilidades. Aunque nadie da nada por hecho, sí hay un escenario que, según afirman fuentes de ERC, es seguro: no se plantean quitarle la alcaldía a Trias para dársela al candidato del PSC, Jaume Collboni. 

Esta es una línea roja que los republicanos, de entrada, no quieren flanquear. Fuentes de la formación justifican su postura tanto por el perfil del aspirante socialista como por el de su equipo, que ven absolutamente escorado a la derecha. “Entre dos candidatos que proponían un programa similar, las urnas han puesto por delante a uno de ellos y ERC no ganaría nada apoyando al otro”, razona una voz de los republicanos.

Esta posición no la ha explicitado el candidato republicano, Ernest Maragall, que además se reunió este martes con el propio Collboni, como el lunes hizo con Trias. Son encuentros que fuentes del partido tachan de “tomas de contacto” más que de “negociaciones formales”. Saben que pueden tener la llave del ejecutivo, se dejan querer y no renuncian a abrir conversaciones a todos los bandos. Pero el líder del partido, Oriol Junqueras, ha vuelto a ser claro. Lo mejor para Barcelona, ha asegurado desde el Parlament, es que haya un alcalde independentista y comprometido con la autodeterminación. 

La opción del tripartito progresista, por el que tanto han abogado tanto el PSC como especialmente Ada Colau, parece desvanecerse a los pocos días de la victoria de Trias. No ha ayudado tampoco la convocatoria anticipada de elecciones generales para el 23 de julio, que dificulta los acercamientos entre formaciones rivales. Pero nada de esto ha hecho que Collboni tire la toalla. Desde el Círculo de Economía ha insistido en que presentará su candidatura a la investidura prevista para el 17 de junio. 

El PSC sondea al PP

“Estoy convencido de que se podrá construir una mayoría de progreso”, ha afirmado, como ya hizo la misma noche electoral. Los socialistas están ahora mismo negociando con todas las formaciones excepto con Vox, ha detallado Collboni, y en ese matiz está una de las claves de sus alternativas. El PSC no renuncia a hablar con el PP de Daniel Sirera, que tiene cuatro concejales, para sumar la mayoría de 21 que le otorgaría la vara de alcalde. La fórmula sería parecida a la de 2019 con Manuel Valls: convencerles de que les abra las puertas de la alcaldía a cambio de cerrarla para los independentistas de Junts. 

Esta vía, sin embargo, debería salvar unos cuantos escollos más que los de hace cuatro años. El primero es de nuevo las elecciones generales, que hacen más difícil todavía que el PP se preste a dar a los socialistas la que sería de largo su mayor alcaldía en España, más aún cuando Trias no se ha presentado como un independentista declarado. El otro escollo es que para sumar 21 necesitan a Barcelona en Comú. Y estos son una línea roja para los populares. “Con ellos no iría ni a tomar un café”, afirmó Sirera el lunes.

Colau, pendiente del recuento definitivo

Tampoco los de Colau contemplan negociar con el PP para darle la alcaldía a Collboni. Los comuns siguen instalados en el posicionamiento favorable a la mayoría progresista que conforman el PSC, ERC y ellos, pero reconocen que las elecciones generales han alejado casi irremediablemente esta posibilidad. Y, sobre todo, en el caso de Barcelona en Comú las negociaciones están condicionadas a la publicación del recuento definitivo de votos este viernes.

Al quedar solo 141 votos por detrás del PSC en las elecciones, en Barcelona en Comú esperan casi como un milagro que el conteo de los sufragios pueda dar un vuelco a los resultados y situarlos segundos. Esto les permitiría tomar la delantera en las negociaciones y redoblar la presión a Maragall para que haga a Colau alcaldesa, con quien tiene algo más de afinidad, en vez de a Collboni. Esta duda quedará despejada el viernes en un recuento que lleva a cabo la Junta Electoral de Zona en la Ciutat de la Justícia. 

Con o sin sorpasso, el último escenario de posibles pactos alternativos que se ha puesto sobre la mesa es el del exdiputado de ERC Joan Tardà. En un artículo en El Periódico, ha pedido directamente a Maragall que vote a Colau en la investidura a cambio de entrar en su gobierno municipal y que, con esa alianza, vayan a buscar los votos del PSC para completar la mayoría. La ‘vía Tardà’, no obstante, tampoco la valora ERC.

Trias saca provecho de su ventaja

Trias abrió el baile de negociaciones el mismo lunes con Maragall y, a estas alturas, asegura que ha hablado con todos aquellos partidos que tienen opciones de gobernar. El candidato de Junts sabe que la primera posición le da ventaja pero a la vez sabe que un acuerdo a tiempo con alguna de las formaciones con las que puede tener sintonía, como ERC o el PSC, serviría para desactivar rápidamente una alternativa. En este sentido, le favorecen las declaraciones de Junqueras diciendo que van a priorizar un gobierno independentista. 

El convergente, que fue alcalde entre 2011 y 2015, sabe que con solo 11 de 40 concejales le sería muy difícil gestionar el Ayuntamiento. Durante su mandato al frente del consistorio tenía 14 y reconoce que ya fue complicado. Pero nada le impide ir a la investidura en solitario, formar gobierno, dejar pasar las elecciones generales y, ya de cara al curso que viene, retomar negociaciones con los republicanos o incluso con los socialistas, con quienes sumaría una valiosa mayoría absoluta de 21 ediles.