El arquitecto Jordi Bonet ha muerto a los 97 años, según ha anunciado su familia a través de las redes sociales. Bonet fue director y coordinador de las obras de la Basílica de la Sagrada Familia de 1985 a 2012, cargo que ya había tenido su padre, discípulo directo de Antoni Gaudí.
Nacido en la capital catalana en 1925, recibió los premios Ciutat de Barcelona (1989) por la restauración de la Casa Garriga Nogués y, por las obras de continuación de la Sagrada Familia, la Creu de Sant Jordi de la Generalitat (1990) y la Cruz de ’Alfonso X el Sabio’ (2006), entre otros.
Su obra arquitectónica fue muy extensa con numerosos edificios de viviendas uni y plurifamiliares, auditorios, teatros, escuelas, iglesias, planes urbanísticos y residencias. Fue director general del Patrimonio artístico y cultural de Catalunya; dirigente de los scouts a nivel Mundial y presidente de la Real Academia Catalana de Bellas artes de Sant Jordi (1998-2011).
Publicó los libros: ‘La arquitectura al servicio de la Música’ (1986), “Temple de la Sagrada Familia” (1992), ‘El Último Gaudí’ (2000), y ‘Las Escuelas de la Sagrada Familia’ (2003). Escribió artículos y pronunció numerosas conferencias por todo el mundo, sobre Gaudí y el patrimonio monumental y la restauración de edificios como profesor invitado en varias universidades.
Como director general de Patrimonio Artístico y Cultural de la Generalitat compró las 44 obras de Sixena que estaban en el Museo de Lleida. Bonet aseguró, en una entrevista con la ACN, que las adquirieron para ''salvarlas''.
“Ha vivido con entusiasmo la arquitectura, el escoltisme y la cultura. Hombre fiel a Catalunya y a la fe, amante del trabajo bien hecho, valores que aprendió de sus padres y que nos ha legado”, ha escrito en un tuit su hijo Lluís Bonet. Su nieta Mireia D. B. también ha escrito: “Ha sido un hombre bueno y generoso, un activo de país, un entusiasta de la arquitectura, la cultura, el escoltisme, el esquí, y un patriota que ha llevado Catalunya y Gaudí en todo el mundo”.