Más de la mitad de las empresas españolas siguen sin tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados en la Agenda 2030 de las Naciones Unidas aún necesitan recorrer un largo camino en el campo empresarial español. Así se desprende del tercer informe del Observatorio de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de Esade y Fundación “la Caixa”, que se ha presentado este jueves en Barcelona y que concluye que más de la mitad de las empresas españolas que cotizan en bolsa, el 53%, siguen sin citar los objetivos de la ONU en sus memorias empresariales.
La sostenibilidad ha ganando protagonismo entre el tejido económico español, pero su implantación debe ser mucho mayor si se quieren cumplir las previsiones planteadas para 2030. Según se observa en el informe presentado este jueves en el Palau Macaya de la Fundación “la Caixa”, se ha producido un aumento del 18% del número de empresas que incluyen los Objetivos de Desarrollo Sostenible en sus estrategias empresariales, una cifra que crece en algunos sectores, como el energético o tecnológico, y también a medida que las empresas aumentan de peso.
El informe presentado constituye además un estudio cualitativo que mide la contribución de las empresas cotizadas españolas a la Agenda 2030. Según concluye, de las 65 empresas que los mencionan los ODS en sus memorias, 46 (el 71%) los vinculan a su estrategia de negocio, un porcentaje que se incrementa en nueve puntos respecto al año anterior. Sin embargo, esta proporción se reduce a un 33% en base al total de las empresas estudiadas, lo que demuestra que los empresarios aún no consideran que el programa de la sostenibilidad sea una oportunidad para mejorar sus resultados.
“La conclusión es que progresan adecuadamente pero necesitan mejorar”, ha afirmado Àngel Castiñeira, el director académico del estudio. “Esto quiere decir que desde el primer informe, de 2016, el compromiso de las empresas cotizadas ha mejorado, pero aún debe haber una aceleración exponencial”, ha añadido el catedrático, que ha considerado que a nivel global ha faltado liderazgo político y empresarial.
Los responsables del estudio han destacado, como punto positivo, que tras la crisis de la COVID-19 hay cierto impulso para que la recuperación económica pueda compaginarse con las políticas de sostenibilidad. “A corto plazo el impacto de la COVID supone un retroceso en los objetivos de desarrollo. Pese a esto, la crisis ha supuesto una serie de cambios que pueden mejorar el desarrollo, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la digitalización permite producir más consumiendo menos, que es uno de los grandes retos”, ha indicado Àngel Pes, director del Observatorio de los ODS.
En este sentido los ponentes han destacado las corrientes favorables al New Green Deal, un programa que combina los objetivos de recuperación económica con una agenda verde, y que la Comisión Europea ha utilizado como guía para hacer su propuesta post-pandemia. En este sentido Castiñeira ha recordado que al igual que hay un “impulso” de ciertas patronales europeas que se han pronunciado a favor de las tesis de la agenda verdad, también hay que recordar que hay otras empresas, sobre todo aquellas que están más afectadas, que han reclamado ralentizar la implantación de los Objetivos 2030. “La pelota está en su tejado”, ha asegurado Castiñeira.
Otra de las cuestiones que el estudio del Observatorio detecta es la importancia que tienen algunos sectores a la hora de medir la implantación empresarial de lso ODS. El documento destaca, entre otros, el sector energético, con un 78% de implantación de la Agenda 2030, y tecnológico, con un 67%. Estos dos ámbitos concentran además la mayoría de las compañías que han introducido los Objetivos en sus memorias anuales y que han informado con más transparencia sobre la cadena de valor, la vulneración de los derechos humanos o la brecha salarial.
Por último, respecto a los Objetivos más populares entre las empresas, el tercer estudio confirma la tendencia de los dos anteriores, en los que se observaban la alta presencia en las memorias del objetivo sobre Trabajo decente y crecimiento económico, con un 37%, el de la Acción por el clima, con un 34% de implantación, o el relacionado con la Industria, innovación e infraestructura, que llega al 32%. En cambio, el objetivo sobre la Vida submarina y el del Hambre cero son poco relevantes para las empresas, pues menos del 15% los incluyen en sus memorias de 2018.
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