Si vives o trabajas en Barcelona y te importan los derechos de los trabajadores no es difícil que te hayas fijado en la plantilla de Parques y Jardines de la ciudad. Siempre movilizados por el verde urbano, siempre presentes en las luchas de los diferentes colectivos. Un ejemplo para el resto de la clase obrera.
La falta absoluta de Oferta Pública de Empleo (OPE) desde el año 2008 y con insuficientes OPEs en el pasado ha hecho imposible encarar las tareas que tiene encomendadas este Instituto Municipal y ha provocado la inevitable movilización de la plantilla. Los trabajadores de Parques y Jardines tienen organización propia, consciente y necesaria.
¿Qué solución llevaron a cabo los diferentes gobiernos municipales a esta problemática? La externalización de los servicios propios en beneficio de las empresas privadas del sector. Sin novedades en el frente privatizador, ya sea con PSC e ICV-EUiA o con CiU. El mismo problema, la misma respuesta.
En este momento en que la Ley de Presupuestos General del Estado (LPGE) restringe la contratación pública del Instituto Municipal de Parques y Jardines, su plantilla se encuentra muy envejecida, con más del 60% de los trabajadores por encima los 50 años, con un gran número de personas con restricciones laborales por motivos de salud y con un ratio de 0'93 trabajadoras por hectárea, cuando el propio convenio colectivo marca 1'2.
Es una realidad que la zona verde de nuestro municipio ha estado creciendo constantemente desde los años 90, y que este incremento de zona verde debería representar un aumento de los recursos. No obstante, la falta de personal ha incrementado el nivel de privatización y no ha beneficiado la calidad del servicio. Todo lo contrario: los estudios que han llevado a cabo diferentes municipios en crisis presupuestaria (no sería el caso de Barcelona) indican como solución a sus problemas económicos la remunicipalización de los servicios.
La LPGE, pese a las restricciones en la contratación, abre las puertas a que las administraciones, haciendo una consideración de las necesidades esenciales que tienen, puedan contratar personal propio para dotar sus plantillas de trabajadores para ofrecer a los vecinos y vecinas unos servicios municipales que aseguren que sus necesidades estén cubiertas.
Como no existe una definición legal de servicio esencial, queda en manos de cada administración la determinación de qué servicios prestado son esenciales. En este sentido, conviene aclarar que servicio esencial no es sinónimo de servicio obligatorio. Estos últimos son los recogidos en el artículo 26 de la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, y en tanto que obligatorios podrían considerarse esenciales, pero no son los únicos. De hecho, se podría considerar que servicio esencial es todo aquel servicio absolutamente necesario para el bienestar de los vecinos y vecinas y que permite asegurar el funcionamiento regular de la propia entidad local.
En este sentido, el Instituto Municipal de Parques y Jardines de Barcelona debe ser considerado un servicio esencial para su propia naturaleza y por los trabajos que le tiene encomendadas el Ayuntamiento, entre ellas la recogida, el tratamiento y el aprovechamiento de los residuos vegetales de la ciudad, el tratamiento de aguas freaticas para riego, el control de la calidad del agua de riego en toda la ciudad y el control de los consumos o el cuidado del patrimonio verde de la ciudad
Es tiempo de primavera. Hagamos florecer la municipalización de los servicios esenciales de nuestra ciudad. Los vecinos y vecinas y la plantilla de Parques y Jardines se lo merecen.