Las explicaciones de Jordi Pujol ante el Parlament de Catalunya deberán esperar a septiembre, cuando la Cámara retome su actividad. Este jueves se ha reunido la Junta de Portavoces de los grupos políticos para acordar cuándo y cómo se pedía la comparecencia del expresidente de la Generalitat, algo que todos los grupos ven con buenos ojos excepto CiU.
Lo acordado es que el 2 de septiembre la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlament debatirá y votará sobre la comparecencia de Pujol, para que dé cuenta del origen de su dinero sin declarar en el extranjero. La intención de las formaciones es que Pujol dé explicaciones antes de la Diada del 11 de septiembre, si es posible el mismo día 2, según han manifestado.
Jordi Pujol, sin embargo, no estará obligado a responder a la llamada de la Cámara catalana, si esta se acaba produciendo. Como hizo este mismo curso Alicia Sánchez-Camacho (líder del PP catalán), el expresidente se podría negar a comparecer. A lo que no podría negarse, bajo amenaza de actuación del Ministerio Público, sería a declarar ante una comisión de investigación del Parlament, algo que la mayoría de partidos se planteará si Pujol rechaza la petición que se formalice en septiembre.
La vía de la comisión de investigación fue propuesta a inicios de esta semana por el PP pero rechazada por la Mesa del Parlament. ERC dijo que no la apoyaría, pero posteriormente matizó -igual que otros partidos como Ciutadans- que antes de votar a favor de su creación prefieren escuchar a Pujol en sede parlamentaria.
Paralelamente, la vertiente judicial del caso de los millones sin declarar Pujol ha dado un nuevo paso este jueves con la aceptación por parte del juez de la denuncia que Manos Limpias interpuso contra el expresident y su mujer, Marta Ferrusola. El sindicato acusa a Pujol de siete delitos: cohecho, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, delito fiscal, falsedad en documento público y blanqueo de capitales.