El 22,8% de los electores catalanes han acudido hasta las 13 horas a las urnas, según los datos publicados por la Generalitat. Este porcentaje supone una caída de 12 puntos respecto al primer avance de participación de los comicios de 2017, cuando al mediodía había votado el 34,7% del electorado. Cabe recordar que, debido a la situación de excepcionalidad en la que se celebra esta jornada, desde que han abierto los colegios hasta las 12 horas estaba previsto que votasen los colectivos de riesgo, uno de los motivos que podrían estar detrás de esta reducción de la participación, tal y como ha explicado el Conseller de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Bernat Solé.
El dato de participación a las 13 horas en la jornada de hoy supone la asistencia más baja desde que hay registros en Catalunya. Hasta ahora, la jornada más floja, al menos durante la mañana, había sido la de las elecciones de 1999, con una participación del 24,2%. El siguiente gráfico muestra la evolución del porcentaje de participación al mediodía en las elecciones autonómicas al Parlament de Catalunya desde 1995.
Todas las encuestas pronosticaban una caída de la participación. En parte debido a la pandemia –por los posibles recelos a acudir al centro de votación o por la mayor lentitud en el proceso–, pero también porque Catalunya ha alcanzado en los últimos comicios unas cotas de participación insólitas, a causa de la tensión del procés. En 2017, la participación al final del día fue de récord: 79,1%.
El único precedente en España de unas elecciones en pandemia, aunque con una incidencia mucho menor, es la de los comicios autonómicos en julio de Galicia y el País Vasco. La participación en esas comunidades cayó 7,2 y 4,7 puntos porcentuales, respectivamente, al final de la jornada. En los casos gallego y vasco, la participación se mantuvo más a primera hora y acabó cayendo por la tarde. En el caso catalán podría ser al revés, debido a que por la mañana algunas mesas han tardado en constituirse, ha llovido en muchos municipios y, además, hasta las 12 se pedía que votasen solo los colectivos de riesgo.
En su comparecencia a las 13:30 horas, el conseller de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, Bernat Solé, ha valorado nuevamente de forma positiva el transcurso de la jornada y ha añadido una razón más que podría explicar la caída de la participación: el hecho de que el voto por correo aumentase un 350% este año respecto a los comicios anteriores. Estos votos se suman a las 20 horas. Solé ha insistido a la población que acuda al colegio con el voto preparado y que mantenga las distancias a la hora de hacer cola.
Más allá de la menor participación, la jornada transcurre en Catalunya sin incidencias remarcables. El 100% de las mesas se ha podido constituir, aunque algunas de ellas con cierto retraso, y la Generalitat tiene previsto que el recuento y la publicación de los resultados se lleve a cabo con normalidad. En muchos centros de votación se están registrando largas colas bajo la lluvia.
Mayor caída en municipios no independentistas
Una mirada municipio a municipio permite observar también que la caída ha sido más pronunciada en las localidades menos partidarias del independentismo, mientras que la participación aguanta mejor en los feudos soberanistas. Municipios marcadamente independentistas como Vic (Barcelona), Olot (Girona) o Tortosa (Tarragona), sufren bajadas en la participaicón, pero por debajo de la media.
Al contrario ocurre, por el momento, en las localidades no independentistas en 2017. A excepción de Santa Llogaia d'Àlguema (Girona), Arres (Lleida) y Vespella de Gaià (Tarragona), la participación en el primer avance (13h) ha decaído respecto a los últimos comicios autonómicos. Ciudades del área metropolitana que en su momento fueron feudos socialistas y que, en las últimas elecciones, han dado la victoria a Ciudadanos, como Badía, L'Hospitalet o El Prat, registran fuertes caídas de la participación, de en torno a los 15 puntos en la mayoría de ellas.