Convergència vuelve a buscar la muleta de ERC tras no obtener grupo en el Congreso
Un día después de que el Partit Demòcrata Català (PDC) constatase sus nulas posibilidades de obtener grupo propio en el Congreso, el cabeza de lista Francesc Homs ha abierto la puerta a que sus ocho diputados se integren en el grupo que sí ha conseguido ERC. Tras la reunión mantenida con los máximos líderes de la formación en Barcelona para analizar la situación, Homs ha vuelto a buscar el remedio a los males de su partido en sus aliados en el Govern, proponiendo unas “conversaciones discretas” sobre la integración en su grupo.
Según ha revelado Homs, este martes ya tuvo un “intercambio de impresiones” sobre esta posibilidad con el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà. Tras la proposición pública, este miércoles Tardà ha dejado en el aire la posibilidad de esta fórmula, aunque sin embargo se ha mostrado contrario a ella. “No hemos recibido todavía ninguna solicitud por parte del PDC y si nos llega, nuestro partido la estudiará”, ha explicado el republicano, aunque seguidamente ha considerado que, en su opinión, “sería mejor que sigan habiendo varias voces independentistas en el Congreso”.
La posibilidad de la integración de los ocho diputados convergentes en el grupo de ERC explora una fórmula que Convergència ha explotado durante los últimos años: buscar en las fórmulas de unidad con los republicanos disimular los problemas de su partido. De hecho, el partido de Artur Mas ha intentado concurrir a las elecciones generales junto a ERC en las últimas dos elecciones generales, ante las cumplidas perspectivas de sorpasso. Los republicanos, por su parte, siempre se han negado a llevar la unidad independentista más allá de la candidatura de Junts pel Sí en el Parlament.
Las reticencias de los republicanos a la integración del PDC en su grupo vuelven a ser evidentes. En una entrevista concedida a EFE, Tardà se ha mostrado partidario de grupos separados, abogando por “una voz de centro derecha independentista y otra de izquierda y de carácter republicano”. En cualquier caso, a lo que ERC no está dispuesta es al grupo conjunto. De aceptar la unidad sería, ha dejado claro el portavoz republicano, mediante una integración “individual” de los diputados del PDC en el grupo de ERC.
Dificultad de paliar las pérdidas
Las consecuencias de la pérdida del grupo que ahora Convergència intenta paliar son de diversa índole. Por un lado, las económicas, por las que perderían más de tres millones de euros a lo largo de los próximos cuatro años de legislatura. Por otro, las políticas y de representación, que les dejaría con menos tiempo y visibilidad si se integrarán en el grupo Mixto. Pero la fórmula de la integración individual de sus diputados en el grupo de ERC no paliará estas pérdidas.
Por un lado, la asignación económica ya está en gran parte perdida. El hecho de que el grupo de ERC ya se haya constituido hace que, de integrarse nuevos diputados, estos no tengan derecho a la asignación mensual que la Cámara da a los grupos por cada representante. Lo mismo ocurre con la cuantiosa subvención para propaganda electoral, que Convergència ya ha perdido al no haber sido capaz de formar grupo propio.
Por lo que respecta al tiempo de intervención, otro de los preciados tesoros por los que luchan los partidos en el Congreso, el grupo de ERC ya tiene asignados 10 minutos de intervención, que no aumentarán aunque se integren nuevos diputados. En cambio, en el grupo Mixto, Homs si podría disponer de buena parte de los más de cinco minutos como mínimo que el reglamento establece, ya que los ocho diputados catalanes controlarán el Mixto.
Pese a todo esto, una vez perdida la asignación económica y buena parte del timpo de intervención, las razones de imagen cuentan para los convergentes. Sumándose al grupo de ERC, Homs evitaría pasar por el trago de ser el primer líder que lleva al partido de gobierno catalán al grupo Mixto por primera vez en la historia.
