ERC y JxCat se abren a investir a Sánchez pero advierten de que no será gratis
El candidato del PSOE a la reelección puede tener un su mano una mayoría para la investidura si acepta negociar con los independentistas. Este lunes ERC y JxCat han mostrado su disposición a prestar sus 21 diputados a Pedro Sánchez, pero han advertido que “no será gratis” ya que exigirán que el gobierno resultante se comprometa a un diálogo con el independentismo para buscar una “solución política” al conflicto catalán.
El primero en proclamar su disposición a negociar ha sido el líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien este domingo consiguió mantenerse como primera fuerza catalana pese la pérdida de dos escaños. “Nuestro compromiso por la política y por el diálogo es granítica. Nosotros apostamos por ello durante la investidura de julio”, ha asegurado Rufián. El jefe de filas republicano ha pedido además la colaboración de Podemos para “atornilla” a Sánchez a la mesa de negociación que los secesionistas piden desde hace meses.
Rufián ha evitado entrar en más concreciones sobre las condiciones que su partido podría ponerle al PSOE, pero sí lo ha hecho la portavoz de su partido, Marta Vilalta. “Autodeterminación, fin de la represión, amnistía y respeto a las instituciones catalanas y a la voluntad de la ciudadanía en las urnas”, ha enumerado Vilalta. Los republicanos consideran que Sánchez sale debilitado de esta repetición electoral y se felicita por seguir siendo necesario para cualquier suma de investidura que no cuente con la derecha.
También en JxCat han querido mostrar desde primera hora su disposición a sentarse en la mesa de negociación. “Si alguien decide hacer política y ponerse a resolver políticamente el conflicto catalán, no descartamos estar allí y darle todo el apoyo”, ha asegurado Laura Borràs, líder de la candidatura de JxCat en las generales. El partido de Carles Puigdemont ha conseguido un escaño más en estas elecciones con un discurso que durante toda la campaña ha dejado claro su rechazo a ofrecer una investidura “gratis” a ningún candidato.
“Lo que no podemos hacer es dar los votos a cambio de nada”, ha reiterado Borràs, quien ha subrayado que cualquier entendimiento en el Congreso debe pasar por el diálogo político con la Generalitat, aunque no ha detallado los términos en los que cree que debería darse.
Tampoco el president de la Generalitat, Quim Torra, ha dado más pistas y se ha limitado a asegurar que “el reto es que Sánchez o cualquiera que quiera ser presidente del gobierno se siente y negocie”. El mensaje que este lunes enviaba la mayor parte del independentismo, de Torra a los republicanos, es el mismo que llevan los manifestantes que desde primera hora cortan el paso de El Perthus hacia Francia convocados por el Tsunami Democràtic: “Sit and talk”.
A diferencia de los dos partidos principales del independentismo catalán, la CUP no ha dirigido este lunes ningún mensaje sobre la opción de poner sus dos escaños a disposición de una investidura. “No compartimos que tengamos que sentarnos sin líneas rojas”, ha asegurado la electa Mireia Vehí a los micrófonos de TV3. Los anticapitalistas se han propuesto durante la campaña para hacer “ingobernable” el Congreso mientras los partidos estatales no reconozcan la autodeterminación.
Los resultados de este domingo hacen que Sánchez necesite los votos de algunos de los partidos independentistas, o al menos su abstención, si quiere negociar con la oposición del PP y Ciudadanos. En el caso que el grupo de Albert Rivera, tras la dimisión de éste, decidiera quedarse en la abstención, igualmente Sánchez necesitaría que los independentistas no votasen 'no' a su investidura. Para que el PSOE no dependa de ningún grupo secesionista solo hay una fórmula sin la abstención del PP: que Sánchez logre obtener a la vez el voto positivo del PNV y de Ciudadanos.