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La Generalitat seleccionó a 44.563 voluntarios para colaborar con el referéndum del 1-O

Los miembros de las mesas del 1-O fueron voluntarios

Oriol Solé Altimira / Pedro Águeda

Que la colaboración entre la Generalitat y algunos ciudadanos fue indispensable para poder celebrar el referéndum se pudo comprobar en cada uno de los colegios del 1-O. ¿Cómo se fraguó esta vinculación? La Guardia Civil, en un nuevo informe aportado ante el Tribunal Supremo, aporta nuevas claves. Entre ellas destacan un documento de Excel con el que el Govern seleccionó un total de 44.563 direcciones de correo electrónico pertenecientes a las personas elegidas como “voluntarias” o “colaboradoras” del 1-O. “Sin ellas muy posiblemente el referéndum no se hubiese podido celebrar”, concluye el Instituto Armado.

El plan para captar voluntarios se desarrolló entre las conselleries y el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información de la Generalitar (CTTI), una de las áreas clave para el 1-O y que ha sido registrado varias veces por el Instituto Armado. De hecho, los agentes hallaron el Excel con los contactos de los voluntarios en la operación del 20 de septiembre en el correo electrónico de David Palanques, un trabajador eventual del departamento de Asuntos Sociales. Está imputado en el caso de los preparativos del referéndum del juzgado de instrucción 13 de Barcelona.

El Excel con los correos de los voluntarios fue la culminación de un plan que se empezó a gestar en agosto mediante el desarrollo de una aplicación informática denominada “Crides” (llamada en catalán). La web para apuntarse como voluntario, que todavía se puede visitar a día de hoy, se activó el 6 de septiembre, coincidiendo con la aprobación en el Parlament de la ley del referéndum.

Palanques fue, según la Guardia Civil, el “líder” en la producción de las bases de datos y del desarrollo técnico necesario “con las que poder registrar a un gran volumen de personas voluntarias para participar en las distintas actividades logísticas o de cualquier otra clase relacionadas con el referéndum”. La tarea culminó el 15 de septiembre, a dos semanas de la votación, con el envío del Excel llamdo Adreces.xlsx a Oriol G., un hombre que cuyo correo electrónico pertenece a la empresa de soluciones informáticas DXC Technology.

Junto al Excel, Palanques indicó a Oriol G. el mensaje que tenía que enviar a los colaboradores del referéndum, en el que la Administración Electoral del Govern agradecía a los voluntarios su “demostración de fuerza y voluntad” para hacer posible la “meta democrática del 1-O”. Un día antes del envío, el Govern publicitó en Twitter que ya había recibido 47.498 peticiones para colaborar con el referéndum

En conjunto, la Guardia Civil señala a seis personas, entre cargos del CTTI y de conselleries, como los impulsores del registro de voluntarios. Cinco de ellas están imputadas por el juez de instrucción 13. Que Palanques fue el 'cerebro' del equipo lo corroboran, a criterio de la Guardia Civil, varias llamadas telefónicas interceptadas con la autorización del juez Ramírez Sunyer.

En una conversación del 8 de agosto, el jefe del área de tecnología de Bienestar Social, David Franco, indica al director de servicios tecnológicos del CTTI, Luís Anaya, que no se había puesto en marcha la producción de un proyecto, por aquel entonces sin identificar, porque Palanques estaba de vacaciones. No fue hasta el 16 de agosto que, en otra llamada, Franco comunica a una trabajadora del CTTI que Palanques era el “ejecutor” del programa “Crida”, y que se tenía que justificar “con algún correo electrónico o similar” la realización de dicha aplicación.

Los agentes señalan que esa petición para justificar el proyecto Crides denotan una “preocupación” en Franco porque “era consciente que podría constituir un acto preparatorio de una actividad declarada ilegal”. Cabe recordar que el referéndum no fue suspendido por el Constitucional hasta el mes de septiembre, pero que el Alto Tribunal ya había vetado el uso de fondos públicos para la votación.

El 28 de agosto, Franco habla con un hombre desconocido al que comunica que las “7 Crides” ya se habían “subido a producción”, y que lo iban a comunicar a la dirección general de atención ciudadana. Un día después, Franco despacha por teléfono con el director de innovación del CTTI, Josuè Sallent, que pregunta si “lo del tema de los voluntarios se ha hecho alguna prueba”, a lo que Franco responde que se han “puesto en producción 7 Crides” y que se estaban haciendo pruebas de la “crida extra”.

Con todo, Franco y Palanques necesitaron la asistencia de Oriol G., el empleado de DXC Technology, para saber cómo poder descargar los datos de los voluntarios que se apuntaban a las “Cridas”, como se desprende una conversación interceptada. Otra llamada entre Franco y Oriol G. denota que programa tuvo problemas técnicos hasta el 4 de septiembre, dos días antes de lanzarse con relativo éxito: los voluntarios abrieron los colegios y constituyeron las mesas del 1-O que no se vieron afectadas por la actuación policial, pese a los avisos del Gobierno central.

La web del referéndum

Las otras dos webs relacionadas con el 1-O gestadas en el seno del CTTI, apunta la Guardia Civil en su informe, fueron una plataforma de encuestas –SurveyMonkey– para “conocer la intención de voto de los catalanes en el exterior” y el portal de información referendum.cat, que el TSJC ordenó desactivar en vísperas a la votación. Los agentes incluyen como impulsores de los portales a una quincena de personas, entre altos cargos de la Generalitat y empresarios de T-Systems, algunos de ellos investigados por el juez Ramírez Sunyer en Barcelona.

Los investigadores sospechan que la Generalitat podría haber destinado un mínimo de 65.000 euros para las webs del 1-O mediante “una estrategia con la que respaldar gastos no justificados”. En este sentido, apuntan a dos conversaciones interceptadas en la que cargos del CTTI hablan de confeccionar “un documento con el que gestionar el cambio de partida” de 65.000 euros que se habían quedado sin gastar en un departamento.

En otra llamada, conversan sobre la manera de justificar “un gasto aparentemente poco creíble” del Diplocat, la red de delegaciones exteriores del Govern. Y añade la Guardia Civil una conversación entre dos altos cargos sobre un “sobrecoste” de 100.000 euros en el gasto de telefonía de la Agencia Catalana de Coopeación al Desarrollo, algo que los altos cargos reconocen que es “raro” para un ente que sólo emplea a 50 personas.

Asimismo, la Guardia Civil afirma que los “máximos dirigentes” del Govern supervisaban y daban instrucciones sobre el portal referendum.cat. Lo fundamentan en una conversación del 7 de septiembre, el día que se lanzó el portal, en la que Josuè Sallent habla con un hombre no identificado. Sallent comenta que cualquier cambio en la web “debía ser ordenado por el conseller”, que según la Guardia Civil se trataría del conseller de Presidència, Jordi Turull.

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