Alfred Bosch: “Para mí el tripartito ideal en Barcelona sería Iniciativa, Esquerra y Convergència”
Alfred Bosch (Barcelona, 1961) es diputado en el Congreso y se convirtió en el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona tras ganar unas primarias a Oriol Amorós. En una batalla electoral, la de Barcelona, que según los sondeos está muy apretada entre hasta 3 formaciones, todos los partidos han sacado su artillería para pelear una plaza clave. Y Alfred Bosch es un tanque para Esquerra. Premiado y reconocido como escritor en lengua catalana, el candidato de ERC al Ayuntamiento es conocido por ser el actual portavoz del grupo independentista catalán en el Congreso, un silla que da una visibilidad como pocas. Del sector más cercano a Junqueras, dentro del partido representa más al ala independentista que a la social, pese a que asegura que “los tiempos que vienen” llevan a Esquerra a “fortalecer la dimensión social”.
Ha dicho que quiere que el candidato más votado a la alcaldía sea alcalde de Barcelona. ¿Eso es el anuncio de un pacto con Trias?
Eso es la constatación de una larga tradición que creo que sería bueno continuar. El alcalde de Barcelona siempre ha sido el candidato más votado y creo que eso es positivo como una señal a los ciudadanos de que su voto es el que decide y no los pactos de despacho.
Entonces, ¿renuncia a buscar pactos para un gobierno de izquierdas si no fuese usted el más votado?
El alcalde lo debe elegir la gente. La gente es quien manda, eso es muy importante que lo tengamos presente. Solo las urnas deben indicar quién es el elegido. Otra cosa son los acuerdos, permanentes o puntuales. Y a la hora de hablar de acuerdos yo prefiero hablar de programa y proyecto. Tenemos voluntad de acuerdo con la mayor cantidad de fuerzas y creemos que en algunos temas incluso se ha de llegar a acuerdos de ciudad.
¿Por ejemplo?
Turismo, vivienda, ocupación o capitalidad. Algunos otros, pero estos sobre todo. Creo que sobre estos asuntos se deben llegar a pactos de ciudad, y además que estos pactos deben ser amplios.
¿Con qué fuerzas priorizaría estos pactos?
Para mí el tripartito ideal en Barcelona sería Iniciativa-Esquerra-Convergència. Es el que tienen en Sant Vicenç del Horts, por ejemplo, liderado por Oriol Junqueras como alcalde. Este tripartito es muy equilibrado, muy representativo y por lo que parece en la ciudad de Barcelona, estas fuerzas serán muy determinantes. Esto permitiría hacer políticas sobre turismo y políticas sociales y, al mismo tiempo, incorporan la dimensión nacional. Nosotros tenemos muy claro que estamos por la independencia y por la justicia social, y hay otras fuerzas donde pesa más una dimensión que la otra. Por eso con un pacto de este tipo, ambas cosas se garantizan bastante.
Sin contar con que Iniciativa acudirá junto a otras fuerzas en Guanyem, el que propone sería el tripartito clásico en Barcelona, pero cambiando PSC por CiU.
Que conste que cuando hablo de pactos no hablo de compartir gobierno. No tiene por qué implicar que todas estas fuerzas entren en el gobierno de la ciudad. Pero sí pactos que impliquen la mayor amplitud posible para que beneficien a los ciudadanos y ciudadanas, más allá de un baile de sillas que no nos interesa.
En el acuerdo entre Artur Mas y Oriol Junqueras para el avance electoral se dijo que se “priorizarían” pactos CiU-ERC en los municipios.
¿Quién dijo eso?
Artur Mas. Lo dijo la misma noche que explicó el pacto.
Ah. Yo hable con Oriol Junqueras y a mí me aseguró que en ningún momento se había trasladado ningún acuerdo sobre los municipios.
Entonces, ¿mintió el president sobre eso?
Eso se lo deberías preguntar al president. Repasando la grabación lo que parece que hace es una recomendación, o expresa un deseo. Pero por lo que me trasladó Junqueras, no es ni mucho menos una cláusula de un pacto.
Sobre el actual equipo de gobierno del Ajuntament, ¿le ha gustado su gestión?
Hay cosas que comparto y cosas que no. Yo no comparto los acuerdos con el PP para hacer ciertas operaciones, como por ejemplo la marina del Port Vell. Tenía origen en los gobiernos del PSC e Iniciativa, pero cuando lo llevan a cabo introducen cambios muy poco saludables. Privatizan todo un área del puerto de Barcelona, lo cierran a los vecinos y a la ciudad con clubes elitistas. A mi me parece que no es hacia donde hemos de llevar los espacios públicos de la ciudad, y menos los que están tan céntricos y tan cercanos a barrios populares como la Barceloneta.
¿Qué haría usted con la marina del Port Vell?
Ya existía una marina con una concesión pero que no impedía el acceso de los vecinos hasta el muelle. Creo que lo que más puede molestar es que una parte de la ciudad que es de todos se convierta en un club selecto de personas al cual no se puede entrar y al que solo se llega a través de barcos de lujo.
¿Entonces cuál es su propuesta?
Ahora, desmontarlo significa un coste enorme. Los acuerdos legales que conocemos suponen que habría que indemnizar a los inversores y eso sería muy costoso para la ciudad. Lo que sí proponemos es que no se forme un gueto. Una cosa es que haya gente que invierta y que tenga buenas instalaciones, pero también se debe permitir que la gente pueda acceder y pasearse por allá. Si hay un restaurante, que todo el mundo pueda ir. Lo que resulta más ofensivo, sobre todo para la gente del entorno, de Ciutat Vella, es ver cómo se les excluye.
Si eso es molesto, ¿cómo calificaría el hecho de que se hayan encontrado indicios de blanqueo de capitales en la reforma del Port Vell?
¿En qué proceso judicial se ha demostrado eso?
Le hablo por ejemplo del informe que la Oficina Antifraude de Catalunya remitió a la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales, alertando de los indicios de blanqueo en el Port Vell.
Bueno, estas son investigaciones muy recientes, de finales del año pasado, y se han de tirar adelante y si se confirma se ha de llevar directo a los tribunales, claro. Si esto se confirma es una cosa mucho más grave de lo que comentaba de la restricción del tránsito, que es más evidente, pero esto es un proceso en el que se han de proporcionar las evidencias y se han de juzgar a los sospechosos y se les ha de encontrar culpables. Si se confirma es muy grave. De todas formas, las indemnizaciones por dar marcha atrás al proyecto son de centenares de millones de euros. Estamos hablando de una operación muy bien blindada que resultaría muy costosa de parar. Pero si se encuentran indicios de delito en las inversiones, sin duda será más sencillo paralizarlo. Hemos de esperar a ver que dicen los tribunales.
Señalaba antes el turismo como uno de esos pactos de ciudad. ¿Qué propondría?
A mi me parece que el turismo se nos ha ido de las manos. Es cierto que el turismo es un modelo de éxito y que Barcelona no ha caído en una depresión tan profunda como otras ciudades, y que eso debe ser algo por lo que felicitarnos. Pero también es cierto el descontrol con los apartamentos turísticos, con la instalación de nuevos hoteles, como el que iría en la torre del Deutsche Bank, con las ampliaciones de centros comerciales como el de La Maquinista, todo el tema de las terrazas que ocupa el espacio público… Por tanto, yo creo que en cierta manera esta política liberal por parte de CiU y asistida por el PP ha olvidado una cosa elemental como que el éxito ha de ser compartido. Si no es compartido, no es éxito. Y Xavier Trias ha fallado en hacer que el éxito de esta ciudad llegue hasta el último de los ciudadanos.
¿Cuál es su plan para que llegue a todos los ciudadanos?
Repartirlo. Primero, una moratoria en el corazón de la ciudad para apartamentos turísticos y hoteles, facilitando la instalación de estos alojamientos en áreas más perimetrales. Eso permitiría redistribuir territorialmente el impacto del turismo. Es obvio que los turistas van donde ellos quieren, pero puedes incentivar y generar presión para cambiar el tejido urbano. Cuando vas a barrios como Roquetas, la Verneda o el Bonpastor y hablas con la gente transmiten que algún alojamiento turístico no les iría nada mal, porque el comercio se está muriendo en esas zonas, en cambio en el centro, lo último que quieren los vecinos es que les abran un piso turístico delante de casa.
Esta última legislatura ha sido una de grandes privatizaciones y externalizaciones. Por ejemplo, aparcamientos, Serveis Municipals, externalización de escoles bressol… ¿Usted apuesta por retornar la gestión de estos servicios al sector público?
Mi apuesta es no hacer ningún retroceso en el sector público. Nosotros somos gente de izquierdas que considera que a través de la acción reguladora y del sector público se puede mejorar la sociedad y corregir las faltas del mercado. Eso por supuesto es así con la escuela, la sanidad, el transporte y otros servicios públicos. En otros casos, como podría ser la limpieza, los aparcamientos o los servicios funerarios, las cosas no son tan de blanco o negro. Hay servicios que según cómo se hace la concesión, se pueden llegar a buenos acuerdos que le hagan ganar dinero a la ciudad. Pero creo firmemente que no se ha de privatizar y no puede haber ninguna regresión, al contrario, hemos de avanzar en cosas como las escoles bressol, ampliando la oferta pública.
Si finalmente le toca hacer oposición, ¿en qué cambiará respecto de la trayectoria del grupo de ERC en el ayuntamiento esta última legislatura?
Cambian los tiempos, no tanto el partido. Estamos en un momento que reclama mucha más orientación social. Vamos hacia una ciudad que amenaza fractura, ya está pasando que en Barcelona hay dos mundos, por las rentas, por el nivel de paro, por los índices de pobreza. No puede ser que un barrio tenga 7 veces menos renta que otro. No puede ser que la esperanza de vida varíe en 8 años de un barrio a otro, que coges el metro y cada parada que haces baja un año de esperanza. Eso hace unos años no era tan grave porque ha ido empeorando, pero ahora hay que poner el acento ahí.
¿Quiere decir que le dará un giro social al papel de ERC en Barcelona?
Quiero decir que los tiempos que vienen nos llevan a Esquerra a fortalecer la dimensión social y a buscar entendimiento con los partidos que son más sensibles en esta cuestión. Esto hasta ahora puede que no fuera una prioridad pero ahora sí lo es.
Le ha ofrecido a Jordi Martí, actual líder del grupo del PSC en el Ayuntamiento, el número dos de su candidatura, aunque él ya le ha contestado que no podrá ser. ¿Ha sido Martí mejor regidor que los actuales de ERC o era un guiño al votante del PSC?
Creo que Martí es una persona que tiene la ciudad dentro de la cabeza, tremendamente inteligente, con mucha experiencia de gestión e incontestablemente de izquierdas y catalanista. Pensamos que podría haber muy buena sintonía con la actual línea de ERC, que es la de abrirse a la sociedad y a diferentes tendencias del independentismo y de la izquierda. Pero el intento de ganar apoyos de la sociedad no es en relación con otros partidos, porque los votantes no son de nadie, yo no puedo robar el voto de otro partido porque el voto es libre y soberano.
¿Cómo va la negociación con MES, la formación de ex dirigentes del PSC de perfil soberanista? ¿Acudirán juntos a las elecciones?
Barcelona siempre ha sido una ciudad de izquierdas que ha tendido a votar más a la izquierda “que va per feina” [que va al grano], que no es tanto de la protesta sino de la propuesta, y que propone cosas tan exitosas como hacer unos Juegos Olímpicos. Nosotros nos sentimos herederos de esa tradición de la izquierda barcelonesa, y apostamos mucho por ese perfil. Con MES continuamos hablando, tanto a nivel de Barcelona como de Catalunya, y espero que termine bien, pero ahora mismo no hay nada decidido.
¿Qué le puede ofrecer la actual Esquerra a un votante desencantado con el PSC?
Lo mismo que a cualquier otro votante: un buen proyecto, unas buenas ideas para la ciudad y la convicción de que Barcelona tiene que ser una capital. Una capital europea de verdad, no una capital de provincias. Porque Barcelona es una capital de provincias.
¿Qué carencias tiene Barcelona respecto a una “capital de verdad”?
Que no tiene un Estado detrás, incluso tiene un Estado en contra. Cuando tu no puedes hacer llegar la línea de tren a los muelles de la terminal nueva del puerto, una cosa que ni siquiera es tan costosa, es porque el Estado tiene otras prioridades. Cuando tu no puedes acabar la línea 9, mientras en Madrid se han hecho 3 líneas nuevas, es porque tienes un Estado en contra que más bien te está haciendo sabotaje. Tener o no tener Estado es lo que cambia ser una capital de verdad o no. El Estado español ha boicoteando Barcelona, y también otras ciudades, para favorecer la capitalidad de Madrid. Barcelona es la principal interesada en una Catalunya independiente.
¿Propondrá medidas desde el Ayuntamiento de Barcelona pensando en una futura Catalunya independente?
Sí, creo que se ha de planificar una Barcelona capital. Es evidente que todavía no tenemos estado, pero lo podemos ir pensando y anticipando. En la medida en que lo anticipamos y preveamos lo podemos ir construyendo. Barcelona ha de ser una capital que esté conectada con el mundo, por el puerto, aeropuerto y líneas férreas. Pensemos que si a Barcelona le retornasen la parte del déficit fiscal que le corresponde, solo con lo que correspondería de un solo año cerraríamos la línea 9, cubriríamos La Sagrera y todavía quedaría dinero para no hacer recortes en sanidad ni en escuelas.