Artur Mas admite que el 27-S está en cuestión si Rajoy adelanta las generales

El 27-S es la fecha pactada por CiU y ERC para convocar unas elecciones autonómicas en Catalunya que los socios quieren dotar de carácter plebiscitario. El acuerdo, firmado en enero, comprometía a Artur Mas a convocar elecciones para ese día, a las que ambos concurrirían con listas separadas, mientras que obligaba a ERC a garantizar la estabilidad parlamentaria del Govern. Pero, a cinco meses del 27-S, las dudas sobre si la fecha se mantiene se han disparado, alimentadas por el propio president.

Una razón para no convocar las elecciones en la fecha acordada sería un adelanto electoral por parte de Mariano Rajoy para hacer coincidir las generales con las catalanas. Esta es una posibilidad que dejó ver Artur Mas este jueves, en el tradicional encuentro con los corresponsales extranjeros de la Diada de Sant Jordi. “No todo depende de mi”, aseguró ante las preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de que Rajoy elija la misma fecha. “¿Podría influir en nuestro calendario? Tendríamos que hablarlo”, apuntó.

Mas no descarta que Rajoy adelante las generales porque opina que su Gobierno está haciendo “todo lo posible” para abortar el proceso soberanista catalán. Según los cálculos de los independentistas, unas elecciones solapadas podrían rebajar la percepción que intentan trasladar de que en las urnas de los comicios autonómicos se decidirá la independencia. Pese a eso, el diagnóstico del jefe de gobierno catalán es que Rajoy “no podrá impedir que la gente vaya a las urnas y transforme las elecciones en un plebiscito”.

Era la segunda vez en dos días que abría la puerta a que las elecciones catalanas acaben no celebrándose el 27-S. El miércoles el president reprochó a ERC no estar cumpliendo punto por punto el pacto ya que, según explico, su grupo pierde algunas votaciones en el Parlament, y recordó a los de Junqueras que las elecciones anticipadas dependen de su lealtad en la Cámara. Mas daba así un golpe de autoridad ante sus socios, aunque les lanzaba una de arena al asegurar que “si se mantiene todo tal como está no hay ninguna razón para plantear algo diferente a lo que se acordó”.

Sin embargo, la frase “si se mantiene todo como está” ha dado alas a las especulaciones. La propia presidenta de la ANC, Carme Forcadell, ha salido este viernes a echar un capote al president al justificar un posible cambio de planes. “En el caso de que haya elecciones adelantadas [en España] se debería hacer un replanteamiento [de las catalanas], pero en cualquier caso no sería por causas internas sino externas”, ha asegurado Forcadell en declaraciones a La Xarxa.

El mismo día que Mas reconocía ante los corresponsales que la posibilidad de cambiar la fecha de las elecciones está sobre la mesa, la oposición en pleno reprochaba sus vacilaciones. No así ERC, quien en esta ocasión salió a quitar hierro al asunto, pese a que el mes pasado fue el propio Junqueras quien dudó de las intenciones del president.

Para Joan Herrera, líder de ICV-EUiA, los vaivenes de Mas responden a un “chantaje” a la ciudadanía catalana con la fecha electoral. “Somos un país atípico donde el presidente dice que las pretendidas elecciones plebiscitarias son a cambio de avalar recortes y privatizaciones”, denunció Herrera, quien añadió que espera “que ERC no lo permita”. Por su parte Junqueras quitó hierro al asunto, asegurando que no tenía dudas de que Mas cumpliría con lo pactado y remarcando que “lo importante es que votaremos, ganaremos y tendremos la opción de construir un nuevo Estado, que queremos limpio y justo”.