En Comú espera poder culminar la construcción de su nuevo partido para abril de 2017
El nuevo partido de los 'comunes', que agrupará las actuales candidaturas municipalistas del entorno de Colau, ICV, EUiA y Podemos, debe estar listo para lanzarse a la competición electoral en abril de 2017. Este es el calendario, siempre aproximado, que manejan los arquitectos del nuevo espacio, en el que está marcada la asamblea fundacional como principal hito, y que no debería irse mucho más allá de la primera semana del próximo abril.
Este lunes el partido presentará el centenar de nombres que formará su grupo impulsor, además del manifiesto de lanzamiento. Este grupo, con marcada presencia de miembros de En Comú pero también del resto de partidos y de figuras independientes ligadas a las izquierdas catalanas, tendrá como encargo principal pilotar el proceso participativo, bautizado provisionalmente con el nombre de 'Un País en Comú', que deberá resultar en los diferentes documentos fundacionales.
Entre los nombres que han trascendido de este primer grupo hay personas con trayectoria como Vicenç Navarro, Arcadi Oliveres o Joan Subirats, políticos en activo como la diputada Lucía Martín y los concejales Xavi Matilla (Terrassa) y Elisenda Alemany (Castellar del Vallès), y personas del mundo académico, como la doctora en Historia Contemporánea Paola Lo Cascio, la vicedecana de Relaciones Institucionales de la Facultad de Ciencias Políticas de la UAB, Sara Moreno o la doctora en sociología Aina Tarabini.
Y, entre todos ellos, la destacada figura de Xavier Domènech, que ejercerá como portavoz. Pese al rechazo del partido de entrar ahora en este debate, sobre su figura recaen todas las miradas para convertirse en el candidato a la presidencia de la Generalitat. Los partidos que estarán en la formación desde buen comienzo, ICV, EUiA y Podemos, por el momento, también aportarán sus cuadros, que completarán cerca de la mitad de la lista de impulsores.
Proceso participativo a partir de enero
El proceso participativo que debe sentar los cimientos de la nueva organización comenzará casi con el nuevo año y se prevé que se extienda unos dos meses. En sus debates tiene el reto de ir perfilando cuestiones que suscitan encendidas polémicas, como la forma que tomará el espacio, confluencia, coalición u otros, cuál debe ser el futuro de los partidos impulsores o qué estructura organizativa debe tener. Partidos, confluencias, candidaturas e independientes han mostrado hasta ahora opiniones divergentes sobre esta cuestión, y si algo tienen claro en la sala de máquinas de la nueva formación es que no estrenarán el partido con una guerra interna.
Por eso el orden de los debates que el núcleo impulsor ha planteado comenzará con el debate ideológico, donde las bases comunes ya están asentadas, y luego se adentrarán en el organizativo. El esquema es muy similar al seguido en la formación de Barcelona en Comú, con la dificultad añadida de que, en esta ocasión, la suma de las partes no solo debe ser multiplicatoria en el ámbito electoral sino fundar una organización.
También será el proceso participativo el momento en el que se deberá extender la propuesta del nuevo partido por el territorio, con el reto de articular bases en los principales núcleos urbanos catalanes. Durante los últimos meses algunos grupos de raíz municipal han estado trabajando con vistas a la conformación del nuevo sujeto, como el de Lleida o Vila–Seca.
El Vistalegre catalán
La asamblea constituyente llegará entre finales de marzo y primeros de abril, un par de meses después del “Vistalegre II”, el Congreso de Podemos que enderezará el rumbo de los morados a nivel estatal. Los comunes se han dado dos meses de espacio para que los encendidos debates en el seno de Podemos afecten lo menos posible a la construcción del partido catalán. Los de Domènech han apostado por la neutralidad en el debate entre Iglesias y Errejón, aunque las tesis emanadas del ayuntamiento barcelonés siempre han sido más favorables al segundo.
De cara a fuera, el nuevo partido catalán probará de mantener la actual relación de colaboración con Podemos. Pero, en el plano interno catalán, en la relación con Podem hay más tela que cortar. Podem ha llevado a cabo su propio proceso interno de debates, la llamada 'Marea Morada', en el que sus círculos se han decantado por no disolverse en la nueva organización. En un sentido parecido se posiciona ICV o EUiA.
Estos serán los asuntos más espinosos que deberán resolverse en el Vistalegre catalán, aún sin fecha fija. Otro asunto que se decidirá en ese evento, de fondo mucho más ligero, es el nombre de la formación. Pese a que 'Un País en Comú' será la denominación del proceso participativo y con la que se presente el espacio, 'Catalunya en Comú' se mantiene como posibilidad barajada y probable.