El círculo de confianza de Ada Colau lidera la construcción del nuevo partido
Que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, es el principal valor de su espacio es un hecho indiscutido entre los comunes. Su figura se eleva por encima de cualquier otra, llegando a hacer sombra a líderes de Unidos Podemos, y las tesis políticas que salen del despacho grande del consistorio barcelonés, siempre en línea con las de Xavier Domènech, son asumidas por prácticamente el conjunto del movimiento político.
Este liderazgo absoluto de la alcaldesa, que ha ocurrido en todas las candidaturas con el sello de En Comú, volverá a repetirse en la construcción del nuevo partido, pilotado por un grupo impulsor, que, según explican fuentes internas a este diario, está liderado de facto por el círculo de confianza más cercano a Colau. Son ellos quienes han diseñado el lanzamiento del proceso participativo, la creación del grupo impulsor y quienes mantienen negociaciones con los partidos constituyentes.
Tal como apuntan fuentes del grupo impulsor, entre los 117 nombres presentados este lunes como caras visibles del proyecto son algo más de una docena los que tienen el liderazgo de la construcción del partido, mientras que algunos no han sido incluidos en este grupo público. La mayoría de estos “arquitectos” son de total confianza del binomio Colau-Domènech, hasta el punto de que el conjunto reproduce en gran medida el grupo que ya levantó Guanyem Barcelona, núcleo de lo que luego sería Barcelona En Comú, y las dos candidaturas de En Comú Podem.
Ejemplos de estos nombres son, por una parte, los propios miembros de la Ejecutiva de Barcelona En Comú: Susanna Segovia (ex-DESC) y Adrià Alemany (ex-PAH). Otras, diputadas en el Congreso, como Lucía Martín (ex-PAH) y Marta Sibina (activista sanitaria); también las hay vinculados a los ayuntamientos, como Gemma Tarafa (Comisionada de Salud de Barcelona) y Xavier Matilla (portavoz del grupo En Comú en el ayuntamiento de Terrassa). Por último, también hay personas vinculadas al grupo parlamentario en el Congreso, como los asesores Marc Grau y Maria Corrales.
Los partidos, “desde el minuto cero”
Si bien el 'pinyol' lo forman algunos de los ya mencionados, la segunda capa de afinidad corresponde al conjunto del grupo impulsor. En él aparecen buena parte de los concejales y tenientes de alcaldía de Barcelona, académicos que ya acompañaron la salida de Barcelona en Comú y figuras referentes de las izquierdas catalanas.
Junto a ellos se encuentra ya presencia de los partidos que integrarán la fuerza, ICV, Podem y EUiA, sobre todo mediante figuras fuertes de las formaciones que, además, tienen buena sintonía con la confluencia y han hecho en anteriores ocasiones de puente entre ambas. Es el caso de personas como David Cid o Marta Ribas Frías, dirigentes de Iniciativa, Àngels Martínez y Joan Giner, por parte de Podem, o Toni Salado y Eva Balart por la formación hermana de IU.
La aparición de los partidos “desde el minuto cero” o no ha sido una fuente de debates internos durante los últimos meses de preparación. Algunas voces del movimiento consideraban que era más adecuado repetir la fórmula Guanyem, donde se constituyó una plataforma previa sin presencia de partidos, que confluyó con las formaciones después. Sin embargo ha acabado imponiéndose la opción de mostrar la confluencia desde el principio, introduciendo a dirigentes y figuras relevantes de los partidos desde la reunión inicial.
Extensión territorial y ejes
La puesta en escena de la primera reunión del grupo impulsor ha venido precedida por meses de preparación, en los que se ha acabado perfilando una línea programática orientativa con seis ejes, que deben guiar el desarrollo del proceso participativo. Estos ejes son: modelo económico y ecológico; justicia social; soberanía y derecho a decidir; diversidad; y sostenibilidad territorial.
Estos seis ejes tendrán una primera ponencia con textos cero, que serán redactados por el académico Marc Parés y la asesora en el Congreso Maria Corrales, quien hasta verano de 2015 ocupó la portavocía de la organización Poble Lliure, vinculada a la CUP. La idea es que de estos textos salgan los documentos a aprobar en la asamblea constituyente de la organización, que Domènech fijó este lunes para el 1 de abril de 2017.
Uno de los retos más importantes del espacio en construcción es el de llevar a cabo una formidable extensión territorial para llegar a toda Catalunya. El principal escollo es que los núcleos ya articulados en muchos puntos del país son de partidos, muchas veces de ICV por ser la organización más implantada, lo que choca con la perspectiva “ciudadanista” que los de Colau imponen en sus creaciones. Esta es una de las razones por las que la extensión territorial propiamente dicha ha quedado postergada hasta después de la fundación del partido. Sí se intentarán impulsar nodos locales durante el proceso participativo, además de articular las candidaturas que ya se cuentan dentro de la organización, como Terrassa, Lleida o Vila-Seca, además de Barcelona.