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El independentismo muestra músculo en la calle en apoyo a sus cargos electos encausados

Desde la explosión soberanista en el principio de la década, para el movimiento popular independentista la calle siempre ha sido un escenario privilegiado donde mostrar su fuerza numérica. “Nació en la calle y ahí acabará” se ha convertido en un aforismo recurrente sobre el 'procés' de sus partidarios. Ahora, en un momento en el que la deriva judicializadora elegida por el gobierno de Rajoy como respuesta comienza a ser asfixiante, el independentismo ha vuelto a enseñar músculo en la calle en defensa de los cargos electos procesados por acciones políticas.

Una multitudinaria concentración, convocada por la ANC, Òmnium y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), ha llenado este domingo la avenida de Maria Cristina de Barcelona, desde explanada de las fuentes de Montjuïc a la plaza España, con la palabra “Democracia” escrita en grandes letras visibles en diferentes puntos de la convocatoria. “Es inaceptable que 260 ayuntamientos tengan abiertas 407 causas”, ha asegurado la presidenta de la AMI, Neus Lloveras, quien ha acusado al Estado de hacer “juego sucio” con la judicialización.

En lo que el independentismo considera su “recta final”, la gestión de las diferentes causas y procedimientos ha dividido a las fuerzas independentistas las últimas semanas. La detención de la alcaldesa de Berga, Montse Venturós de la CUP, por parte de los Mossos d'Esquadra, abrió una nueva brecha entre el ala más izquierdista del movimiento independentista y el Govern, al considerar que Interior no había actuado como corresponde ante la orden de detención del juzgado.

Por esta razón, el objetivo de las entidades era volver a mostrar un bloque social unitario y transversal, recordando que transversal es el grupo de políticos procesados por sus actividades. En un momento del acto, en el escenario han aparecido varios de ellos: Artur Mas, Francesc Homs, Joana Ortega, Irene Rigau, Carme Forcadell, Montse Venturós, o varios concejales del ayuntamiento de Badalona.

“El pueblo de Catalunya no falla nunca, hemos vuelto a la calle cuando hemos sido llamados”, se ha felicitado Jordi Cuixart, presidente de Òmnium. En esta supuesta recta final, en la que las acciones de desobediencia comienzan a aflorar, las entidades saben que el reto será mantener la alta la moral de los independentistas y afrontar los diferentes procesos judiciales en un eminente tono antirrepresivo.

Los arquitectos del proceso soberanista prevén un cambio de ritmo en los próximos meses, y por ello este domingo han ensayado un cambio cambio de tono y de objetivo de sus acciones de movilización. “Esto ya no va de salir a manifestarnos en días históricos, comienza la hora de la movilización permanente”, ha advertido Cuixart. “Se acerca la hora de la verdad, debemos decidir si cerramos las velas o vamos hasta el final”, ha añadido el presidente de la ANC, Jordi Sánchez.

La concentración ha sido una nueva muestra de fuerza con apariencia de punto de inflexión. Las grandes manifestaciones que han jalonado un proceso político paralelo en las instituciones, muchas veces presionando a los representantes en dirección a la secesión, se ha convertido ahora en muestras de apoyo popular a los políticos que podrían ser castigados por sus acciones de desobediencia.