Los dirigentes independentistas tienen sus esperanzas puestas en instancias internacionales desde el inicio de la investigación por rebelión. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos será la última parada de la causa que instruye el Tribunal Supremo, pero no se podrá pronunciar hasta terminar el proceso judicial en España. Mientras tanto, Oriol Junqueras, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart han llevado su prisión provisional ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que el organismo exija a las autoridades españolas su excarcelación.
En esta estrategia, los tres dirigentes han contado con los servicios del abogado británico Ben Emmerson, experto en derecho internacional humanitario y derechos humanos. La petición se ha registrado en el grupo de trabajo sobre detención arbitraria del consejo de derechos humanos de la ONU, en el que un grupo de expertos investiga arrestos que puedan atentar contra los principios establecidos en los tratados internacionales.
La decisión del comité, aunque no es vinculante, debe servir para ejercer una “presión política” al Gobierno y al Tribunal Supremo para que deje en libertad provisional a Junqueras, Sànchez y Cuixart, ha argumentado Emmerson. La defensa de los dirigentes confía en obtener una respuesta del comité dentro de unas semanas. “No será pasado mañana pero no se puede demorar durante mucho tiempo”, ha indicado el letrado.
El letrado ha cargado duramente contra el Gobierno y la Justicia españolas, a los que ha acusado de vulnerar derechos fundamentales de los líderes independentistas como la libertad de expresión y manifestación o el derecho a tener un proceso judicial justo. “La democracia tolera la disidencia no violenta”, ha apostillado Emmerson.
Emmerson fue abogado de Marina Litvinenko, esposa del exagente del KGB Alexander Litvinenko, que murió envenenado en 2006 en su exilio británico, y también se encargó del caso de Moazzam Begg, ciudadano británico que estuvo preso en la cárcel de Guantánamo, dos de los casos que terminaron en el consejo de la ONU al que acuden ahora Junqueras, Sànchez y Cuixart.
“La detención de Sànchez, Junqueras y Cuixart es una afrenta a los derechos humanos que España utiliza para impedir que ejerzan su función como representantes políticas de los catalanes”, ha aseverado Emmerson. Los líderes de Òmnium y la ANC permanecen en prisión desde el 16 de octubre del año pasado, mientras que Junqueras está encerrado desde el 2 de noviembre.
El abogado ha remarcado que llevar ante la ONU el encarcelamiento de los dirigentes soberanistas no busca un posicionamiento de la entidad sobre la independencia de Catalunya, sino que las Naciones Unidas “se reafirmen en que los estados no pueden reprimir la disidencia política a través de detenciones arbitrarias”.