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Margallo rompe el muro del PP ante el independentismo en su debate con Junqueras

  • El ministro de Exteriores y el presidente de ERC han celebrado su cara a cara en 8TV, una cita que el PP ha intentado parar al considerarla perjudicial y que según los independentistas muestra el caracter plebiscitario del 27-S

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, se han dado cita este miércoles en un inusual cara a cara cuya celebración, por sí sola, es una victoria moral para el independentismo. La imagen del jefe del cuerpo diplomático español debatiendo con un líder independentista era vista con recelos desde el PP, pues podía ser entendida como un reconocimiento implícito de la otra parte. Pero el ministro Margallo ha acudido a la cita, mostrando una postura de mucha mayor tolerancia que la que acostumbra el PP, cuyo ejemplo es el propio candidato en estas elecciones, Xavier García Albiol.

Pese a la cercanía personal con el entorno más íntimo del presidente Rajoy, el ministro de Exteriores se ha mostrado con frecuencia como uno de los hombres más abiertos de su partido respecto a la concepción territorial, llegando a aceptar una reforma constitucional y una mayor descentralización fiscal. Ambos hechos han propiciado un diálogo con el líder independentista, que contrasta con el clima de puerta cerrada que ha querido mantener el Gobierno y, en especial, el PP catalán.

Como viene ocurriendo durante la campaña, la economía ha sido una de las cuestiones que han entrado en el debate. En este terreno, Margallo ha asegurado que con la independencia se produciría un “efecto frontera” que haría perder a Catalunya hasta 689.000 puestos de trabajo, alcanzando un nivel de paro del 37%. Para Junqueras, estas cifras son absurdas pues, según ha explicado, “los consumidores toman sus decisiones económicas de forma racional”, y los productos catalanes van a ser igual de “buenos y baratos” con independencia o sin ella.

El líder de ERC se ha mostrado convencido de que el efecto frontera no se daría entre Catalunya y España porque ninguno de los dos estados impondrían aranceles de ningún tipo. “Ninguna de las dos partes estaría interesada en ello”, ha asegurado Junqueras tras señalar la viabilidad económica de los “estados pequeños”.

Margallo ha usado su posición de experto en relaciones internacionales para alertar a los catalanes de los riesgos que comporta una declaración unilateral de independencia, y ha asegurado que países como China, Rusia o Francia “no quieren ni oír ni hablar de reconocimiento de nuevos estados”. Por su parte, Junqueras ha recordado las resoluciones de tribunales internacionales favorables al reconocimiento de los estados secesionados, y ha esgrimido en concreto la del tribunal de La Haya que reconoció como legal la declaración de independencia de Kosovo en 2010.

En la discusión sobre si los catalanes perderían la ciudadanía española en caso de producirse la independencia, García-Margallo ha defendido el mismo argumento que Rajoy esgrimió este martes con algo menos de fortuna. Según el ministro, Argelia es un precedente de país que salió de la Unión Europea al independizarse de Francia. Junqueras ha usado el ejemplo de su adversario para asegurar que en el caso de la secesión argelina, los ciudadanos argelinos pudieron decidir seguir manteniendo su nacionalidad, y ha puesto como ejemplo al escritor Albert Camus, defensor del Estado argelino y que luego se acogió a la nacionalidad gala. “No le queremos quitar la nacionalidad a nadie y esperamos que el Gobierno español tampoco”, ha deseado Junqueras.

Pese a las razones dadas por el independentista, Margallo considera “absurdo tener una república independiente con 7,5 millones de personas de nacionalidad española”. El ministro ha sacado la discusión de lo europeo para elevarla a la ONU, organismo del que ha dicho que Catalunya tampoco formaría parte. Junqueras le ha rebatido asegurando que las declaraciones de los actores internacionales en contra de la secesión catalana son fruto de “la presión, insistencia e intercambio de favores” del Gobierno de Rajoy.

En un debate de guante de seda, ambos contrincantes se han elogiado mutuamente y Margallo ha calificado a Junqueras de “el independentista más coherente”, pues siempre ha pensado lo mismo. Para Junqueras, que el debate se haya celebrado demuestra que el 27-S tiene un fuerte caracter plebiscitario.