Un neonazi niega que amenazara a David Fernàndez: “Soy antiindependentista pero no odio a nadie”
“Si le creé algún tipo de temor le pido disculpas, pero no fue mi intención crear miedo o trauma”. Así se ha dirigido Miguel V. al exdiputado de la CUP, David Fernàndez, en su última palabra en el juicio por amenazas que se ha celebrado este martes en Barcelona. Fernàndez se ha reiterado en su denuncia y ha explicado que el acusado, que estuvo vinculado con círculos neonazis, se dirigió a él y lo amenazó. “Sé perfectamente quién eres. Yo soy un fascista y te voy a dar una paliza, te voy a destrozar”, ha afirmado que le dijo. El acusado ha negado las amenazas y ha explicado que el encuentro con el exdiputado fue fortuito.
Los hechos ocurrieron el pasado 18 de abril en el paseo de Sant Joan de Barcelona. Según el relato de Fernàndez, el acusado lo paró en medio de la calle y se presentó como “fiel al fascismo”. Después le dijo que le iba a dar una paliza y a “reventarlo”. “Lo tuyo es una cuenta atrás y si no es hoy será otro día”, ha añadido que le dijo, acompañándolo de gestos amenazantes, como por ejemplo que se puso la mano en el bolsillo. “No sabía cómo podía terminar todo aquello”, ha añadido Fernàndez.
El exdiputado ha vinculado los hechos con que dos días antes actuó como portavoz en les Corts Valencianes de la familia de Guillem Agulló, un antifascista que fue asesinado por un grupo de neonazis de Valencia. La Fiscalía y la acusación particular ejercida por Fernàndez han pedido que el acusado sea condenado a pagar una multa de 1.680 euros. El abogado del exdiputado, Benet Salellas, ha solicitado además la prohibición de acercarse o comunicarse con Fernàndez durante seis meses. La defensa ha pedido la absolución aduciendo que no hay pruebas ni testigos de las amenazas.
En su intervención en el juicio, Miguel V. ha dado un relato de los hechos muy diferente al de Fernàndez. Ha explicado que se encontraron de forma fortuita en el paseo de Sant Joan y que le preguntó sobre la camiseta antifascista que llevaba el exdiputado. “¿Si fuera fascista, serías antiyo?”, ha dicho que le preguntó a Fernàndez, porque, según ha explicado, “había leido que cuando era joven pegaba a gente de derechas”.
“Fue él [Fernàndez] quien se me encaró un poco”, ha añadido. Asimismo, ha señalado que se sintió “totalmente acosado” por el exdiputado porque le hizo fotografías. “Soy español y antiindependentista pero no odio a nadie”, ha afirmado. También ha criticado a Fernàndez por “ir a buscar a un exterrorista a la prisión”, en referencia a Arnaldo Otegi.
Por su lado, los agentes de los Mossos d'Esquadra que han declarado como testigos han explicado que Miguel V. está fichado por su relación con el movimiento neonazi de Barcelona. En concreto, con el ultraderechista Casal Tramuntana y por participar en manifestaciones neonazis por el 12 de octubre. El acusado ha negado que el Casal Tramuntana sea de extrema derecha –“es una asociación hispanista”, ha dicho– y ha asegurado que en las manifestaciones del 12–O “puede ir un padre con su hija y la bandera constitucional”.
Asimismo, ha rechazado que tenga prohibida la entrada en el campo del Espanyol por vinculación con grupos de extrema derecha. “Es habitual que en el campo de fútbol haya identificaciones pero para ver que la gente no vaya borracha y no lleve objetos peligrosos”, ha señalado.
Antes de empezar la vista oral, el juez ha accedido a la petición del acusado y ha impedido que la prensa grabara o fotografiase a Miguel V. para proteger su intimidad. “No se trata de un personaje público y los hechos no son por una actividad de carácter público”, ha valorado el togado.