“El PSOE de Susana Díaz nunca aceptará un gobierno que dé voz a los catalanes”

El número uno de ERC al Congreso vuelve a la campaña de las generales con la moral alta, pese al complicado momento que pasa el independentismo. El tándem que Gabriel Rufián (Santa Coloma de Gramanet, 1982) formó junto al veterano diputado Joan Tardà se convirtió el 20 de diciembre pasado en el talismán que hizo a su partido triplicar su representación en el Congreso y quedar como segundo partido catalán. Rufián redobla la apuesta en estas segundas elecciones y se ve fuerte para salvar la distancia que le separa de En Comú Podem, que según las encuestas se ha agrandado. “Xavier Domènech es un gran político”, reconoce poco antes de comenzar la entrevista, “pero nosotros contamos con que el nuestro es el único cambio posible”, asegura confiado, citando el lema de campaña con el que los republicanos apuntan hacia Podemos.

En la campaña pasada sostenía que el referéndum en Catalunya ya estaba hecho y era el 27-S. ¿Lo mantiene?

Sí. No mantenerlo sería traicionar el mandato que tenemos detrás, con la mayoría absoluta que hay en el Parlament. Nosotros volvemos a decir que acudimos a Madrid a ocupar un espacio político y mediático, y a intentar defender las instituciones catalanas y el proceso político catalán.

¿Veremos a ERC negociar una investidura a cambio de un referéndum?

Nosotros lo que decimos es que quien se quiera calificar de líder de un gobierno progresista de cambio o revolucionario, pensamos que es inherente a eso aceptar dar voz a un pueblo, en este caso al pueblo de Catalunya. Hemos visto en la legislatura anterior que el único candidato a la presidencia del Gobierno español, el señor Sánchez, un supuesto líder de un supuesto partido de izquierdas, se negó a poner las urnas, negó la democracia. La gobernabilidad en España no fue posible por una cosa tan simple como dejar votar a los catalanes. Nosotros nunca, nunca, daremos apoyo a quien niega la soberanía de Catalunya.

Pongamos que Pablo Iglesias le llama el día después de las elecciones y le dice: “Necesitamos los votos de ERC para sumar una mayoría para la investidura de un gobierno que hará un referéndum”. ¿ERC lo apoyaría?

Depende. Nosotros no investiremos ni a la derecha reaccionaria del PP ni al PSOE. Ahora bien, si hay la posibilidad de un gobierno que plantea hacer un referéndum a la escocesa en Catalunya, podríamos apoyarlo. Me parece de puro sentido común. Pero es ciencia ficción política. El PSOE de Susana Díaz nunca aceptará un gobierno que dé voz al pueblo de Catalunya. Y no lo decimos nosotros, lo dicen ellos.

Todavía no entiendo cómo encaja el hecho de que el referéndum ya fuese hecho el 27-S, y a la vez pedir un referéndum al Estado a cambio de una investidura.

Es que la del referéndum no es una petición ni una reclamación. El Parlament de Catalunya tiene una mayoría total y absoluta y una hoja de ruta firmada por formaciones tan diferentes como la CUP o Convergència, en pos de la conformación de la futura República catalana. Y habrá un referéndum, que es el referéndum constitucional, que está pactado y firmado. Ahora bien, si el Estado español, en un escenario de política ficción, de repente el PSOE vuelve a ser un partido federalista y de izquierdas, o el PP y Ciudadanos se convierten en un partidos demócratas, y además el Constitucional deja de ser la tercera cámara legislativa del Estado español, pues igual es posible hacer un referéndum. Pero tiene que pasar todo esto, que es ciencia ficción de la buena. Por eso nosotros decimos que lo que haremos será continuar nuestro proceso.

Durante la precampaña ha asegurado que ERC siempre ha contribuido a ayudar a los partidos de izquierda españoles. ¿El gobierno que le conviene ahora al independentismo es el mismo que el que le conviene a la izquierda española?

Nosotros estamos muy muy alejados de este discurso del cuanto peor mejor. Yo nunca me alegraré de que en el Estado gobiernen partidos que van contra su gente, como el PP o esta nueva derecha de Ciudadanos. No me puedo alegrar de eso. Pero ante eso, que ahora de pronto el PSOE vuelva a ser un partido de izquierdas… me parece de una candidez que ya no tenemos. Es a tenor de los hechos, de las acciones del PSOE, que ya no se puede creer. Ojalá, lo hemos dicho ya, ojalá haya algún día un gobierno español que esté por dignificar la vida de la gente. Por eso nos parece una gran noticia que por fin haya una formación política con cierta fuerza como es Unidos Podemos que entienda que España es un país de países. La pregunta que nos hacemos es qué harán ante el bloqueo del PP, qué harán con la negativa del PSOE, qué con el Tribunal Constitucional…

Reprocháis a Podemos querer gobernar con el PSOE… cuando ERC gobierna con CDC.

Este es el mantra que nos critican, precisamente Podemos. “Vais con la gente de Convergència”. Y lo siguiente era decir “¡el 3%, Pujol!”. El otro día Xavi [Domènech], en el cara a cara de El Periódico, hubo un momento que me sacó que si las sedes embargadas, que si el 3%, cosa que me sorprendió porque solo le faltó decirme aquello de “¿qué pone en tu DNI?”. Y yo le propuse un trato: Tú a mi no me pides explicaciones por la familia Pujol y yo no te las pido a ti por Griñán y Chaves. Porque me parece muy parecido. Volvemos a repetir lo de siempre. Llegado un momento, gente que estamos en las antípodas de Convergència entendimos que sin Convergència no se hacía, como sin la CUP tampoco se hacía. Esta transversalidad constituyente es imprescindible para ganar. Podíamos seguir intentando ganar entre nosotros, o ganar un país. No sé por qué pactar con Convergència una república soberana es malo y pactar con el PSOE una monarquía federal es bueno.

Desde ERC parecen más centrados en criticar la supuesta incoherencia de la propuesta de En Comú Podem que la reculada que Convergència está haciendo sobre la hoja de ruta independentista, pese a que el pacto lo tienen con los segundos.

Respetando la pregunta, hago una enmienda a la totalidad. Yo, desde la más absoluta sinceridad, no puedo poner en duda el papel de Convergència y de sus bases. Vengo de plataformas civiles y he estado compartiendo paradeta con mucha gente que se dejaba la piel y que votaba de forma muy diferente a la mía. ¿Y qué? Nunca pondré en duda la intención de tirar adelante de nadie que esté en este proceso. Dicho esto, nosotros lo que le estamos diciendo a la buena gente de Podemos es que nos hemos aplaudido unos a otros en el Congreso, que hemos estado a su lado siempre, pero que el único cambio posible que vemos es el proceso iniciado en Catalunya. No vemos cómo harán para superar las mayorías que se dan en el Congreso, el Tribunal Constitucional, ni cómo harán para cambiar el PSOE. ¿Qué pueden hacer, cuando la alternativa a Pedro Sánchez es Susana Díaz?

En la anterior campaña la legislatura catalana estaba bloqueada porque los independentistas no se ponían de acuerdo en la investidura. Ahora, esta campaña parece marcada por la incapacidad de la mayoría independentista de aprobar unos presupuestos. ¿Por qué el procés parece condenado a no avanzar?

Un apunte previo. Es sorprendente que la gente que nos decía a nosotros de todo por no llegar a un acuerdo de gobernabilidad aquí, ahora han sido incapaces de llegar ellos. Entrando en el tema, con sinceridad, vivo con total naturalidad que haya matices y discrepancias entre formaciones políticas que son tan diferentes. Esta transversalidad, que refleja una victoria, supone a la vez muchísimas dificultades. Pero yo estoy convencido de que el futuro es que gente tan diferente estén en lo mismo y que puedan llegar a pactos. Este miércoles por la tarde en el Parlament pasaron cosas que no pasan en legislaturas enteras en el Congreso de los Diputados. Y eso es una buena noticia para la sociedad catalana y para el parlamentarismo catalán.

¿Es una buena noticia para el parlamentarismo que no se puedan aprobar leyes tan importantes como la de los presupuestos?

No, es una buena noticia la discrepancia, el debate. Incluso cuando parecen fraticidas. A mi me gusta mucho escuchar a Junqueras hacer un discurso brutal como el del miércoles, me gusta mucho escuchar a Puigdemont explicar que se someterá a una cuestión de confianza y también me parecen sanas las discrepancias que plantea la gente de la CUP. Eso no quita que me parezca un grave error lo que hicieron. Un grave error, y lo digo desde la cercanía a los compañeros de la CUP. Yo creo que igual que aprobaron los presupuestos Colau-Collboni, deberían haber aprobado los presupuestos Junqueras-Puigdemont, o al menos haber dejado que se debatieran. Y estoy seguro de que lo harán.

Se refiere a los presupuestos que se presentarán en septiembre, junto a la cuestión de confianza de Puigdemont. ¿Piensa que este retraso pone en peligro el proceso independentista?

No he visto nunca que un proceso de autodeterminación no se haga por la no aprobación de unos presupuestos. Me parece que si hemos empleado tanto tiempo para llegar a donde estamos, dos o tres meses no son un problema. Y repito, lo que está pasando en el Parlament de Catalunya es excepcional y positivo. Entiendo que haya a quien no le guste, gente que tenga prisa, gente que se cansa. Pero también creo que mucha gente hace dos años hubiera firmado la situación actual, y que en dos años veremos esto como una anécdota.

Como represente de ERC, ¿por qué cree que han fallado los presupuestos? Decisión de la CUP de lado, ¿su partido ha hecho autocrítica?

Evidentemente. De hecho cuando digo que la CUP ha cometido un grave error lo digo porque la enmienda a la totalidad no da la oportunidad al Parlament, y por tanto a la representación del pueblo de Catalunya, de poder debatirlo. Porque lo que se paralizó el miércoles fue el debate. Entiendo perfectamente que los votantes de la CUP no tengan la misma sensibilidad, opinión o concepto de presupuestos que la gente de CDC, incluso que la de ERC. Pero también se ha de decir que son los presupuestos más sociales de la historia, con 874 millones de euros extra en gasto, o mejor dicho, en inversión social. Y esto vale igual para la gente de Catalunya Sí que es Pot, En Comú Podem o en definitiva de Podemos. Decía Joan Coscubiela que no le gustaban estos presupuestos porque eran los presupuestos de Artur Mas. Y lo que implica su enmienda es que sigan los presupuestos de Mas, pero los de verdad. Es que claro, estas contradicciones de los compañeros de CSQEP…

¿Cómo explicaría a su electorado de izquierdas que su partido haya presentado una propuesta fiscal que deja como estaba el tramo a las rentas altas, es decir, que los ricos catalanes sigan pagando menos que la media en España?

La propuesta de ERC, y de hecho es un compromiso del propio Junqueras desde el año 2013, es clara. ¿Dónde está escrito que las clases populares de este país tengan que tener la presión fiscal más alta de todo el Estado español? Me parece que ser de izquierdas y republicano significa que quien más gana pague más y quien menos gana, pague menos. El debate es este, intentar quitar presión fiscal a las clases populares. El otro debate, el de las rentas altas, comporta discutir y debatirlo en el Parlament.

¿Pero por qué no se ha hecho una propuesta de ley de acompañamiento así desde la propia consellería?

Creo que ERC tiene un compromiso histórico en la lucha contra las desigualdades, y creo que el sitio para debatirlo es el Parlament. Entendiendo la transversalidad que hay ahora mismo en el independentismo, lo que se ha de buscar es un consenso entre todos.

Usted viene del activismo por la independencia en lengua castellana. Pese a eso, los resultados de ERC fueron mucho mejores fuera del área metropolitana. De hecho el apoyo al independentismo continúa correlacionando fuertemente con tener el catalán como lengua materna. ¿En qué están fallando los independentistas para no convencer a castellanohablantes?

Primero hay que reconocer que hablamos de un entorno donde hay una historia de voto a partidos como el PSOE, y que ahora hay formaciones que están ocupando este espacio, como podría ser Ciutadans. Pero también es cierto que hasta hace poco era impensable que en ciudades como Sabadell se acabara con la mafia de Bustos, con aquel PSC hegemónico de Sabadell. Y se ha hecho, y se ha hecho con una coalición de ERC y la CUP. Nos votan menos de lo que nos gustaría, pero nos votan bastante más que hace dos años. Y también hay cierto discurso paternalista, en torno al área metropolitana. Esa pregunta de “¿Qué te dicen en L'Hospitalet?”. Pues lo mismo que me dicen en un barrio popular de Vic. Son las mismas preocupaciones, la gente lo entiende igual y tiene las mismas preocupaciones.