Rosa Regàs: “Los independentistas deberían hacerle un monumento a Rajoy”

Rosa Regàs (Barcelona, 1933) se define como una mujer de izquierdas, que vota a la izquierda y que lo seguirá haciendo pese a los errores que puedan cometer. Dejó de apoyar al PSOE tras la reforma exprés de la Constitución que los socialistas y el PP aprobaron en el 2011 para limitar el déficit. Ahora vota a Podemos aunque no esconde la decepción que le provocan sus peleas internas.

Escritora, directora general de la Biblioteca Nacional de España entre 2004 y 2007, y ganadora de varios premios literarios, entre ellos el Planeta y el Nadal, Regàs sigue impartiendo conferencias por medio mundo mientras busca el tiempo para escribir. Ahora ya tiene otra novela en mente.

Las encuestas vaticinan que hay mucha gente, uno de cada cuatro españoles, que aún no sabe que va a votar. ¿Por qué cree que hay tanta gente dudando?

No creo que haya tanta gente dudando. Si hay tres partidos de extrema derecha, lo que están pensando es cuál de ellos van a elegir. Y pasa lo mismo en las izquierdas entre los que no saben si votar a unos u otros.

La estadística demuestra que el electorado de derechas es más fiel que el de izquierdas. ¿A qué lo atribuye?

Las derechas tienen una ideología más clara mientras que las izquierdas están pensando si una cosa es más marxista o menos, si los alquileres tienen que ser de una manera o de otra... La izquierda matiza más. Las izquierdas no hacen más que pensar y pensar. Lo que le falta es elegir qué es lo que tienen en común para presentarse con lo que están de acuerdo. Como no es así, cada uno se cree con la potestad de inventar su propio partido. Eso es lo más desgraciado que tiene la izquierda, pero la izquierda no lo entiende. No lo ha entendido nunca.

¿Cómo interpreta la evolución de Podemos?

Hay mucha competencia y envidias. Me decepciona que no sean capaces de encontrar lo que tienen en común. Yo soy de izquierdas y votaré siempre a un partido de izquierdas. La verdad es que voto al mismo, lo haga bien o lo haga mal, porque estoy convencida de que igual que las personas también los partidos cometen sus errores. Porque hayan cometido un error no me voy a cambiar de partido. Muchas veces me fío más de la ideología que de la eficacia.

Tanto Ciudadanos como Podemos cuando nacieron aseguraban que no eran ni de izquierdas ni de derechas. Pero en estas elecciones parece que el eje vuelve a ser el tradicional. ¿Tiene sentido aún hablar de izquierda y derecha?

Por supuesto. ¿Si no de qué vamos a hablar? Si viene un señor y me dice que Aznar es de izquierdas ya sé que se equivoca. Lo sé yo y lo sabe Aznar. Hará falta matizar qué es la izquierda y la derecha de acuerdo con el paso del tiempo pero hoy no se puede negar que ambas existen.

¿Y qué es ser de izquierdas?

Ser de izquierdas es pensar que uno no está en la política por el poder sino para poner todo el desarrollo de la economía al servicio de los ciudadanos, en mayor medida de aquellos que más lo necesitan.

Dice que vota siempre al mismo partido. ¿A cuál?

Desde que existe voto a Podemos. Voté durante mucho tiempo al PSOE.

¿Por qué cambió de partido?

Por esa modificación de la Constitución que hizo el PSOE con nocturnidad y alevosía. Aquello me sentó fatal. No entendí ni lo que hicieron ni cómo lo hicieron y me ha costado mucho recuperarme de eso. Voto a Podemos porque me parece más creíble lo que ha defendido hasta ahora pero también porque es una manera de ayudar a la izquierda. Si gana el PSOE le interesará un Podemos fuerte.

¿Cómo ve las peleas internas dentro de Podemos?

Es natural y casi de chiquillos. Que Errejón se haya ido a Más Madrid después de haber provocado una votación que perdió, que lo haya hecho también con nocturnidad y alevosía y que Iglesias se haya enterado casi por la prensa me parece de niños de párvulos. Y en eso incluyo también la manera en la que ha actuado la alcaldesa de Madrid. Hubiese valido la pena que se pusiesen de acuerdo entre ellos.

¿Qué cree que hará el PSOE si puede escoger entre Ciudadanos y Podemos para poder gobernar?

No lo sé. Yo entendí muy bien que Podemos no quisiera entrar en un gobierno en el que estaba Ciudadanos. Sin embargo a mucha gente le sentó mal la decisión de Podemos.

Seguramente esa gente no quería que la consecuencia de la decisión de Podemos fuese unas nuevas elecciones y que el PP pudiese seguir en el poder.

Sí, volvió, pero acabó marchándose. Me gusta más el PSOE de los últimos tiempos que el de entonces. Seguiré sin entender que haya barones socialistas que prefieran a Ciudadanos.

Usted es catalana y por lo tanto conoce a Ciudadanos desde su nacimiento. ¿Considera que en el resto de España tenía una imagen más progresista de la que puede tener en Catalunya?

Al principio la teníamos todos. Yo también. Pero sabiendo que Ciudadanos era un partido de derechas, me hubiese dejado cortar las manos antes de creer que aceptaría un acuerdo con un partido de extrema derecha. Nunca lo habría creído. Hay que estar muy alejado del centro para pactar con Vox.

En el 2014 dijo: “Con esto de Catalunya vamos a una brutal frustración del pueblo catalán y hacia una brutal situación que se va a encontrar el Gobierno central”. Parece que acertó en el vaticinio. ¿Y qué va a pasar ahora?

Que acertase una vez no significa que vaya a acertar siempre. No tengo ni idea de lo que va a pasar. Lo único que sé es que yo no entiendo nada de nada. Entiendo que haya gente independentista. Yo no lo soy pero entiendo que haya quien lo pueda ser. Pero me parece incomprensible que unos partidos defiendan la independencia, movilicen a una cantidad impresionante de gente y no tengan un plan concreto.

¿Luchaban contra un Gobierno central y no sabían cómo iba actuar? ¿No sabían qué dice la ley? Ahora están peleados entre ellos pero siguen como si nada. Tampoco sé cómo se puede solucionar. Si se es independentista solo se puede hacer una cosa y es trabajar para que sea posible el referéndum que piden. Ahora es imposible porque va en contra de la Constitución. Pues tienen que trabajar. Ponen siempre ejemplos de países que lo lograron, pero fue después de años de trabajo.

¿Cuál cree que debería ser la solución?

Lo que yo digo es que si se está pidiendo un referéndum y no está admitido por la Constitución lo primero que hay que hacer es luchar para que se cambie la Constitución. No digo que yo lo defienda. Aquí ha habido gravísimos errores que no han sido reconocidos. Por ejemplo, todas las brutalidades que ha hecho el PP. Que el Constitucional se cargase el Estatut que se había votado es incomprensible. Los independentistas deberían hacerle un monumento a Rajoy porque pocas personas han trabajado tanto por el independentismo como él. Hace 15 años había un 10% de independentistas y la cantidad de gente que hay ahora se la ha ganado Rajoy a pulso.

Por esa misma razón, igual Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo acabarán teniendo una estatua.

Ellos no creen que vayan a ganarse una estatua sino que piensan que se la merecen. Decir que van a aplicar el artículo 155 de por vida es tan anticonstitucional que no sé cómo se atreven a decirlo. Tampoco sé por qué los otros partidos no les echan en cara constantemente que el PP es el partido más inconstitucional que existe.

Hace poco afirmó que si gobierna la derecha las mujeres volverán a estar sometidas y regresarán los tiempos más brutales. Habrá quien piense que la revolución feminista no tiene marcha atrás y que el suyo es un pronóstico fatalista.

Es un poco fatalista pero no lo veo de otra manera. Si, Dios no lo quiera, ganan los tres partidos de la ultraderecha, la vida de las mujeres sufrirá un retroceso brutal. No hace falta ser muy inteligente para verlo. Ciudadanos y el PP harán lo que diga Vox porque estos no piensan bajar del burro.

Estamos viendo cómo la cloaca policial actuó no solo contra dirigentes independentistas, también para perjudicar a Podemos. ¿Le sorprende que existiese la llamada policía patriótica?

Lo que me sorprende es que los socialistas digan que ya no existe. La cloaca es lo más grave que ha ocurrido en la democracia española, incluido el problema catalán, que como se ha visto no es tan grave.

¿Por qué le sorprende que los socialistas digan que la cloaca ya no existe?

Porque no lo puedo comprender. ¿Llegaron ahí y la anularon toda? Pues que nos digan cómo lo han hecho. ¿Quiénes eran los culpables y qué hicieron para acabar con ellos? Que lo cuenten.

¿Qué responsabilidad tienen los medios en el actual ambiente de crispación política?

Tienen bastante. Cualquier medio de comunicación debe tener alguien detrás que lo ampare y paga por él.

Si no lo pagan los lectores lo paga alguien a cambio de algo.

Claro.

Usted viaja mucho impartiendo conferencias fuera de España. ¿Cómo nos ven?

Nos ven como un país simpático y agradable pero desde el punto de vista democrático nos ven bastante inmaduros. Y en cierta manera tienen razón. Por ejemplo, los franceses ya hace muchos años que la ejercen y la nuestra es una democracia relativamente joven y no la hemos sabido cultivar bien. El mal de nuestro país radica en la falta de cultura política. No la hay.

¿Cómo se educa en cultura política?

Enseñando qué es la política ya desde pequeños y sin favorecer a ningún partido.