Los precios del alquiler en Barcelona suben un 7% y arrastran al alza la media catalana
Barcelona tiene un problema con los alquileres. El informe municipal sobre arrendamientos ya lo puso de manifiesto a principios de este mes y otro estudio de la Generalitat lo ha confirmado este jueves. La capital catalana cerró el 2015 con un aumento del 7% del precio del alquiler medio en comparación con el 2014 y arrastró la media catalana a un incremento del 3,9%. Sin contar Barcelona, la subida en Catalunya fue del 1,9%, una cifra que, según los autores del estudio, “certifica la finalización del ajuste de precios”.
“La subida en Barcelona de moderada no tiene nada, con un IPC del 0% al 2015 la subida es de un 7% en términos reales. Es muy elevada”. Así de contundente se ha mostrado el economista especialista en ciclos inmobiliarios que ha presentado el estudio, Agustí Jover. Con todo, Jover ha pronosticado que la subida de los alquileres en Barcelona “no tiene recorrido visto el comportamiento del mercado”. Si el Ayuntamiento situó el precio medio del alquiler en Barcelona en 727 euros mensuales, el estudio de la Generalitat lo eleva a 734.
Además, Jover ha defendido que la capital no sufre una burbuja inmobiliaria del alquiler ya que para que este fenómeno se dé, al incremento de precios debe acompañarlo un aumento del número de contratos, algo que no ha pasado: el número de nuevos arrendamientos en Barcelona ha bajado un 8,5% en relación al 2014. En el conjunto de Catalunya ha disminuido un 5,3%.
El 56% de los alquileres en Barcelona se sitúan en una horquilla de entre 450 y 750 euros mensuales; el 34% está por encima y sólo el 10% de los inquilinos pagan menos de 450 euros al mes. En el conjunto catalán, siete de cada diez alquileres está entre 300 y 600 euros mensuales. La media global es de 572,38 euros al mes.
En el caso de la capital además, como en otros indicadores, hay una gran polarización del mercado de alquiler entre los barrios con menor y mayor renta. Así, el distrito con un precio de alquiler más elevado (Sarrià-Sant Gervasi, con 1.051,23 euros mensuales) es 2,03 veces más caro que el distrito más barato (Nou Barris, con 518,80 euros al mes). La diferencia era de 1,96 veces en 2014 y 1,82 en 2013. A juicio de Jové, esto muestra cómo el mercado enseña que el estallido de la burbuja “se ha repartido de forma desigual en términos sociales”.
En el conjunto de Catalunya, Jové ha previsto que la tendencia al alza no tiene recorrido si no hay una recuperación de la renta familiar disponible que permita seguir aumentando los precios. “La demanda no está en condiciones de seguir el aumento de precios”, ha añadido.
La Generalitat no ve bien la idea de Colau de regular precios
Para hacer frente a la subida de precios del alquiler en la capital, la alcaldesa Ada Colau sugirió regular los precios del alquiler como ocurre en otras ciudades europeas, como Berlín. Una idea que la consellera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, no ha visto con buenos ojos. A su juicio, limitar los precios del alquiler puede estimular a los propietarios a poner el piso a la venta o no hacer las reformas necesarias en las viviendas. Borràs ha afirmado que este tipo de medidas “pueden llevar efectos contrarios de los que se quieren”.
Por el contrario, Borràs ha apostado por elaborar una ley de arrendamientos urbanos propia para Catalunya que pueda entrar en vigor en 2017. Las líneas maestras de la nueva legislación, ha avanzado la consellera, pasan por “garantizar el acceso a la vivienda y el equilibrio entre propietarios e inquilinos” para conseguir “ordenar el mercado de alquiler”.
