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Puigneró, afín a Puigdemont, emerge como figura de cohesión interna en Junts

El conseller de Políticas Digitales y Administración Pública, Jordi Puigneró, en julio pasado

Arturo Puente

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Una preocupación se expandía la semana pasada por algunos círculos empresariales catalanes tras conocer el nuevo diseño del Govern: ¿en manos de quién quedarían las codiciadas competencias de infraestructuras, urbanismo y movilidad? Dos hombres de Junts aparecían como los candidatos mejor colocados. Por una parte Damià Calvet, un político con perfil técnico, que venía gestionando este área, situado en el ala moderada y que cuenta con apoyos en Lledoners pero que, contra todo esto, había recibido una estrepitosa derrota en las primarias contra Laura Borràs. Por otra parte, Jordi Puigneró, otro exconseller que ha acabado llevándose el gato al agua y, de paso, la vicepresidencia del Govern.

La principal carta de Jordi Puigneró para auparse ha sido la de generar consenso interno en un partido al que le han crujido las costuras durante la negociación y la formación del Ejecutivo. Nacido en Sant Cugat en 1974, este ingeniero encarna varias de las almas que están en liza en Junts. No es un político ajeno a la antigua Convergència, en donde militó desde las juventudes y durante dos décadas, pero con un perfil que tampoco desagrada a las nuevas hornadas, más identificadas con Laura Borràs o incluso Quim Torra. En la legislatura pasada destacó por el proyecto del nanosatélite catalán, considerado finalmente un éxito pese a las críticas iniciales.

Pero, por encima de todo, Puigneró es uno de los consellers más cercanos al círculo de afinidad de Carles Puidemont. Una circunstancia de especial relevancia después de que los dos 'puigdemontistas' inicialmente sondeados para ocupar la vicepresidencia, Elsa Artadi y Josep Rius, declinaran. Ese sonado rechazo se interpretó como un gesto de distanciamiento del expresident hacia el nuevo Govern. Y fue entonces cuando Jordi Sànchez, secretario general de Junts y el hombre que ha confeccionado el nuevo equipo gubernamental, apostó de forma más clara por Puigneró.

El conseller de Políticas Digitales se convertirá ahora en el mascarón de proa de Junts, en un Govern que ha resultado más técnico del que auguraban las quinielas iniciales, sobre todo por la parte postconvergente, que incorpora a dos independientes en Economía y Salud (Jaume Giró y Josep Maria Argimon). La formación quiere volver a demostrar capacidad de gestión, después de una legislatura marcada por el simbolismo bajo el influjo de Quim Torra y de que Aragonès les ganara la partida apostando por más por el despacho que por el mitin. Puigneró, con todo, es uno de los consellers más políticos del partido y una persona de la que nadie cuestionará, ni dentro ni fuera de Junts, su radicalismo independentista.

“Puigneró se parece a Puigdemont políticamente”, afirma una voz de Junts que conoce bien a los dos. Eso parece, al menos, fijándose en la trayectoria de ambos. Igual que el eurodiputado, el nuevo vicepresident viene de las juventudes de Convergència, pese a ser un independentista convencido desde muy pronto. También como Puigdemont, Puigneró ascendió dentro del partido y realizó la mayor parte de su trayectoria en el ámbito municipal, hasta que dio el salto al Govern, donde se puso al mando de las telecomunicaciones y la ciberseguridad de la Generalitat. En 2016 las trayectorias de ambos coincidieron y el entonces president encontró en Puigneró un aliado y un hombre que pensaba igual que él sobre las posibilidades de utilizar las herramientas digitales y la innovación en la causa independentista y para dar esquinazo al Estado.

En esta línea fue la identidad digital catalana, que Puigneró puso en marcha en 2018 a través de su departamento y que el Gobierno central desbarató con un decreto contra la “república digital”. Dos años después, el Consell per la República de Puigdemont tomaría el relevo del proyecto en su versión más simbólica, con una tarjeta de identidad catalana sin validez legal que repartía por 12 euros.

Pero el nuevo vicepresident no solo se ha destacado en proyectos que podrían ser vistos como de “confrontación”. También participó en la primera y única reunión de la mesa del diálogo entre la Generalitat y el Gobierno central. Entonces acudió, además de con Torra, junto a Artadi y Rius, un equipo con el que también el president quiso visualizar el aval de Puigdemont a la operación.

De nuevo ahora en el partido piensan que con un vicepresident como Puigneró, por fuerza el líder de Waterloo verá con mejores ojos el nuevo Govern, aunque el expresident ya haya comunicado que desea estar centrado en sus tareas en el Parlamento Europeo y, sobre todo, en la batalla judicial contra el Estado. La apuesta por Puigneró como vicepresident es la forma más clara de renovar el Govern sin romper del todo con el puigdemontismo. Y sitúa al ingeniero como uno de los aspirantes más destacados cuando se abra el hasta ahora nunca culminado proceso de sucesión en Junts.

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