Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del expresidente de la Generalitat, manifestó durante su interrogatorio ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata el pasado martes, a preguntas de la abogada del Estado, que “900.000 euros en billetes de 500 ocupan poco”. Se le cuestionaba por la forma por la que obtuvo el dinero ingresado en su cuenta en la entidad andorrana Andbank, que fue vaciada en 2014, en plena instrucción del caso.
El dinero era parte de un crédito personal que le concedió un empresario mexicano ya fallecido y se le entregaba en bolsas en Andorra por un tercero del que no conocía el nombre, sino una clave, según explicó en la Audiencia Nacional.
Con su relato, el mayor de los Pujol trataba de justificar el desvío en plena investigación judicial de 2,4 millones de euros que salieron de la cuenta de Anbank con destino a la cuenta de esta empresa en una sucursal del Banco Santander en México.
El movimiento supuso, según dijo, la devolución de un préstamo que se le habían concedido mediante dos pólizas de crédito -una por seis millones de euros que no llegó a consumir del todo y otra por un millón- a la empresa Anzuelo de Soluciones, que pertenecía a los herederos de Bernardo Domínguez Moreno, fallecido en 2011.
Asimismo, Pujol Ferrusola le dijo a la fiscal Belén Suárez que no existían conversaciones ni reuniones entre los siete hermanos sobre su patrimonio: “Nunca hablábamos entre hermanos de nuestras cuentas”.
En el interrogatorio de Jordi Pujol Ferrusola ese día ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, el hermano mayor del 'clan Pujol' dijo que la supuesta herencia del abuelo Florenci o las inversiones que con ella hicieron alguno de los hermanos (todos ellos imputados) no estaba en la agenda del día de las conversaciones entre los hijos del expresidente.
“De entrada no hacíamos nunca reuniones para decir 'voy a repartir' y por teléfono tampoco. Yo le decía voy a repartir ”X“ y se lo daba”, aseveró Pujol júnior, en prisión por seguir ocultando dinero y blanqueando mientras estaba siendo investigado, desde el año 2012.
Como gestor de esa supuesta herencia, explicó a la fiscal, él hacía transferencias a las cuentas andorranas que tenían cada uno de los hermanos o, si lo tenía en efectivo, ingresaba el dinero directamente a cada uno.
Sí que reconoció Jordi Pujol Ferrusola que su hermano Oriol, exdiputado de CiU, le entregó un millón de euros procedente de esa supuesta herencia porque creía que estaba “contaminando mucho” su carrera política.
Según el hermano mayor de los Pujol, Oriol sacó un millón de euros de su cuenta en Andorra y se los dio “en efectivo”, una operación de la que no existen documentos que la acrediten porque no era “necesario hacer papeles”.
Ese dinero de Oriol no se repartió entre el resto de hermanos, sino que se lo quedó Jordi, que fue quien dividió el legado del abuelo Florenci Pujol entre todos y quien les ofrecía inversiones para que obtuviesen beneficio, pero nunca, según dijo, de manera habitual: “Eran muy esporádicas. Cada uno hacía su vida y hacía su guerra”.
Pero no era con todos sus hermanos con quien hizo negocios, sino que, según Pujol júnior, solo fue “una vez con Mireia y luego alguna con Pere y con Josep” y dudó de si con Marta, pero “con Oleguer nunca y con Oriol tampoco”.
Y en concreto, explicó el caso de Mireia, que invirtió por sugerencia de su hermano mayor pero, como perdió dinero, le dijo que “no quería saber nada más de eso”. Pese a ello, Pujol júnior dijo creer que “fue ella la que sacó más rendimiento de todos” de ese legado.
En el auto de prisión, el juez De la Mata atribuye a Jordi Pujol Ferrusola la coordinación siempre “en beneficio de la familia” del patrimonio que los Pujol tenían oculto en el Principado y que todos ellos atribuyen al legado del abuelo Florenci.
Un argumento que el magistrado ha rechazado en varias ocasiones porque “no se aporta elemento alguno que permita contrastar la veracidad de esta versión”, ni de él ni de “ninguno de sus hermanos”.
“La estrategia defensiva es coincidente y está obviamente orquestada y coordinada con la de todos los miembros de su familia”, insiste De la Mata sobre el dinero del Principado, que permitió a Junior obtener un beneficio “no justificado” de 5,5 millones de pesetas, 6,6 millones de euros, 11,1 millones de dólares, 7,8 millones de marcos y 93.000 libras.