Rubén Guijarro, alcalde de Badalona: “No soy quién para responder si Albiol es racista, pero fomentaba la crispación”
En su segundo día como alcalde, Rubén Guijarro (Barcelona, 1982) responde con prudencia y prefiere no avanzar las principales medidas del Ayuntamiento multicolor que liderará hasta las municipales de 2023, después de haber echado a Albiol en moción de censura por su implicación en los Panamá Papers. Su gobierno tendrá ediles de Junts, Badalona en Comú, Esquerra y PSC, partido al que pertenece, formaciones difíciles de conciliar en la política catalana e incluso de sentar en una mesa de diálogo entre gobiernos.
Su principal objetivo es “dejar atrás una etapa triste que los vecinos han vivido con vergüenza”, en la que la ciudad ha cambiado de alcalde cuatro veces en seis años debido a la polarización, los desacuerdos y los escándalos, tanto el de Albiol como el de su antecesor socialista, Álex Pastor, que dimitió en abril del año pasado tras ser detenido conduciendo ebrio y saltándose el confinamiento. “Los presupuestos más sociales de la historia” (serán de alrededor de 180 millones de euros) y “no dejaremos a nadie atrás” son dos de las frases que utiliza para avanzar su gestión, extrapolando literalmente el discurso de Pedro Sánchez en España.
¿Cuáles han sido sus primeras acciones como alcalde?
Para mí es un orgullo estar aquí y han sido jornadas intensas. Las primeras llamadas han sido a directivos del Ayuntamiento, al intendente de los Mossos, una visita a la Guàrdia Urbana y a empresarios, la federación de asociaciones de vecinos y la federación de mujeres. He podido tomar el pulso a nuestro tejido asociativo y creo que nuestras vecinas y vecinos tienen ilusión por el cambio y porque la ciudad pueda mirar hacia el futuro y pase página.
Cita a la Guàrdia Urbana como prioridad. ¿En qué cambia su política de seguridad con respecto a la de Albiol?
En tener un modelo de seguridad y policial. Daremos más herramientas tecnológicas para una policía del siglo XXI, como una nueva sala de GPS o videocámaras. Daremos protagonismo a los agentes y profesionales, que tienen que estar en el centro de las políticas de seguridad junto con los vecinos. Tenemos que revertir el hecho de que estemos entre los municipios peor posicionados en cuanto a criminalidad del área metropolitana y no politizar a la policía. Es posible que los agentes de esta unidad se distribuyan de manera diferente para ganar agilidad.
¿Cómo se ha politizado la urbana?
Las unidades de policía se han utilizado más allá de los intereses de los vecinos. La llamada unidad Omega ya existía desde 2003 y se ha utilizado para dar publicidad al consistorio de Albiol. No veo normal, y me consta que algunos agentes tampoco, que se utilizara a esta unidad para un acto de reconocimiento a méritos en la lucha contra el Covid. Tampoco veo normal que algunos agentes estuvieran un año sin chalecos antibalas.
Esta unidad debe proteger a los vecinos pero también proteger a los propios agentes de policía para evitar casos como las recientes agresiones en Nou Barris o Tiana.
¿Usted cree que Albiol es racista?
No soy yo quién tiene que dictaminar esto, pero sí que creo que es una persona que ha promovido la división y la crispación. Considero que hay otra forma de hacer política y gobernar para que se viva un buen clima y los ciudadanos vivan bien.
¿Qué medidas podemos esperar ante el estrés de los servicios sociales y los problemas de luz y vivienda sobre todo en Sant Roc y barrios más vulnerables?
En el pleno del mes de diciembre veremos qué medidas concretas implementamos y tendremos que ver la interrelación con la Generalitat para buscar sintonía y dinamismo. Ya he enviado una carta al president Pere Aragonés que espero que responda para buscar las sinergias. Hay que consolidar y tal vez ampliar el contrato de servicios sociales. Buscar mayor implicación en la mesa de emergencia de vivienda y solventar las necesidades. Tendremos los presupuestos más sociales de la historia y nadie va a quedar atrás.
Pero lleva tiempo como regidor y conoce las necesidades de la ciudad. Para una persona que mañana pueda ser desahuciada, ¿qué se puede hacer? ¿Alguna medida concreta o cifra de viviendas sociales prevista?
Como le decía, en el pleno de diciembre plantearemos las cifras para impulsar los presupuestos más sociales de la historia. Es una prioridad tener presupuestos, que no se aprueban desde 2019. No van a dejar a nadie atrás. Se verán reflejadas necesidades como la vivienda y diseñaremos un plan urbanístico con viviendas promovidas por el Ayuntamiento y otras entidades como AMB o la Generalitat a través del Incasol.
En el nuevo acuerdo hay cuatro partidos, entre ellos Junts, que tiene fuertes riñas con En Comú Podem o PSC en la política catalana. ¿Puede servir de ejemplo a mayor escala?
Donde la gente ve grupos municipales y partidos, yo veo a 12 concejales y concejalas, a badaloneses y badalonesas que quieren dar lo mejor para la ciudad. El señor Torrents, edil de Junts, se expresó en el pleno de investidura como “socio más leal” y la verdad es que ha puesto mucho de su parte. Ojalá cundiera el ejemplo y el hacer prevalecer a los ciudadanos por encima de las siglas sirva para otros escenarios. La gente está cansada de política y de que siempre estemos discutiendo y vivamos en la crispación. Hay que abrir un horizonte de diálogo y consensos.
Para ponerse de acuerdo cuatro partidos tan diversos, ¿es necesario tener un enemigo común, en este caso Albiol?
A este gobierno solo le mueve Badalona, cerrar esta etapa triste que han vivido con vergüenza los vecinos y vecinas, pero yo no veo enemigos, veo personas y mi voluntad es aunar el máximo de esfuerzos posibles.
El alcalde del PSC, Álex Pastor, se opuso a la creación de un centro de acogida de menores migrantes sin referentes adultos y se le acusó de comprar el marco de la extrema derecha. ¿Usted estaría dispuesto a acoger un centro de estas características si la Generalitat lo considerara en su reparto territorial?
No es un tema que me haya planteado. La ciudad tiene muchas preocupaciones, miraremos qué dice el gobierno de Aragonés. Hay que atender a las necesidades de todo el mundo, pero no siempre en los mismos lugares. Y si se hace, hay que dotar de recursos necesarios para que no genere tensiones entre los vecinos.
O sea, que en ese momento estaba bien descartar este centro.
Lo desconozco, soy alcalde desde hace dos días.
Pero ya trabajaba con Pastor.
No llevaba ninguna competencia relacionada.
Como alcalde de una ciudad tan grande como Badalona, ¿va a aumentar su proyección y su peso en el PSC?
Agradezco mucho el apoyo del partido, pero los que me tienen que apoyar son los vecinos y vecinas y concejales y concejalas. No tengo tiempo en reparar en la vida interna de mi partido.
¿Qué tiene que cambiar para que no vuelva la convulsión política de los últimos años a Badalona?
Creo que los políticos han querido ser demasiado protagonistas y tiene que ser al contrario. Tenemos que ser gestores y poner a los vecinos en el centro.
Desde el PP, se criticó que se haya echado a Albiol y en cambio la alcaldesa de L’Hospitalet, Núria Marín, imputada por una trama de desvío de fondos, siga en su cargo.
No conozco el estado procesal de Marín, pero su caso puede tener paralelismos con el de Albiol, investigado por unas antenas que se colocaron de manera presuntamente ilícita. Hemos sido respetuosos con eso en ambos casos. Pero esto se trata de ejemplaridad. No tiene sentido que con una mano un servidor público pida a los ciudadanos que hagan un esfuerzo para pagar los impuestos y con la otra firme un apoderamiento en una empresa radicada en un paraíso fiscal.
Le dimos la oportunidad de dimitir por su implicación y no solo no lo hizo, sino que mintió en tres ocasiones. Primero, negando su implicación hasta que se le enseñó un contrato firmado por él. Luego, diciendo que eran cosas familiares para ganarse la vida cuando estuvo varios años mientras era alcalde. Y por último, diciendo que no hubo actividad económica y se comprobara que sí que huno una compraventa al nombre de esa empresa offshore.
Un club histórico como el Sant Josep de la ciudad que ha querido ser capital del baloncesto, ha tenido que abandonar su pabellón por una decisión del Arzobispado, que era propietario de las instalaciones. ¿Intentará encontrar una salida para este club?
Nos preocupa y ocupa esta situación. Tenemos que ser prudentes porque las instalaciones están precintadas y hay una resolución judicial que en nada les ha ayudado. Trabajaremos para que puedan volver a la que es su casa.
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