Sánchez monopoliza el inicio de la campaña catalana entre llamadas a la resistencia y críticas del independentismo
Nunca el arranque de una campaña electoral catalana había mirado tanto hacia Madrid y, más en concreto, hacia la Moncloa. Después de que Pedro Sánchez anunciara este miércoles su intención de tomarse cinco días para reflexionar sobre su continuidad en el Gobierno, después de la querella interpuesta contra su mujer, Begoña Gómez, todos los líderes políticos catalanes se han visto obligados a referirse a él, aunque en tonos diametralmente opuestos.
En Sabadell, ciudad donde el PSC celebraba un inicio de campaña al que estaba previsto que acudiese Sánchez, Salvador Illa ha convertido el acto en un llamamiento a la “resistencia colectiva” contra las estrategias de “desgaste personal” de la extrema derecha. “Te decimos Pedro que estamos contigo. El PSC está contigo”, ha exclamado el candidato que parte como favorito en las encuestas.
Diferentes mensajes han lanzado los dos corredores que se disputan en estos momentos el segundo puesto, Pere Aragonès y Carles Puigdemont. En el acto de los republicanos, en el centro de Barcelona, las apelaciones a Sánchez han sido constantes. “Mi Manos Limpias se llama CNI”, ha esgrimido el candidato republicano a la reelección, recordando que su teléfono fue intervenido por un programa espía. “Yo también estoy enamorado de mi mujer, pero yo no abandono”, ha lanzado también en dirección a Sánchez.
Muy crítico se ha mostrado también Oriol Junqueras, que se ha extrañado de que un dirigente político como Sánchez necesite “cinco días para para saber si quiere continuar trabajando por su país”. En el mismo acto el diputado de ERC, Gabriel Rufián, ha asegurado que Sánchez “miró demasiado tiempo hacia otro lado” cuando se encarceló a políticos como el propio Junqueras.
Prácticamente 200 kilómetros hacia el norte y una vez traspasada la frontera francesa, Carles Puigdemont celebraba el arranque de una campaña que ha asegurado que se resistirá a “españolizar”.
El líder de Junts ha insistido en que las elecciones del próximo 12 de mayo son una elección entre él mismo y Salvador Illa, de quien además ha advertido de que gobernará si no hay mayoría independentista. “PP y PSOE son Junts pel No. Hemos roto el 'no' a la amnistía que compartían no hace tanto tiempo. Lo hemos roto cuando nosotros hemos sido decisivos, no antes”, ha asegurado.
“Estamos al final de una larga etapa de represión. Que viene de lejos y tiene un padre y una madre: se llaman PP y PSOE para castigar las esperanzas de los catalanes, porque osamos tener esperanza y eso no les gusta”, ha indicado Puigdemont, que de nuevo ha centrado su campaña en la idea de su propio regreso a Catalunya en libertad gracias a la ley de amnistía.
El candidato del PP, Alejandro Fernández, ha elegido Castelldefels, una de las dos únicas ciudades que su partido gobierna en Catalunya. Allí, Fernández también ha lanzado pullas hacia el presidente del Gobierno. “Nunca hubiéramos imaginado que Sánchez y Puigdemont se mimetizaran tanto. Populistas, egocéntricos…”, ha asegurado.
“Hace tres semanas Puigdemont nos anunció que quería irse [si no conseguía la investidura] y ayer Sánchez nos anunció que se estaba pensando irse”, ha asegurado el candidato del PP en una forzada analogía. “Yo les pido que sean resolutivos, que si el lunes se van los dos tendrán todo nuestro apoyo y comprensión, que se vayan a su casa que estarán más tranquilos”, ha proclamado.
También en acto de los Comuns se han acordado de Pedro Sánchez. La candidata de la formación, Jéssica Albiach, ha interpelado al presidente del Gobierno para decirle que es “el momento de resistir” y de parar los pies a una derecha que “se ha vuelto loca”. Para ello le ha pedido “limpiar en el Consejo General del Poder Judicial”, tras años caducado, porque según le ha alertado “no hay pacto posible con la derecha” para renovarlo.
Si el deseo de Puigdemont era que la campaña no se “españolizase”, la CUP ha sido la única que le ha dado ese gusto. La candidatura del independentismo anticapitalista ha iniciado la carrera electoral en el barrio de Gràcia de Barcelona reclamando tanto a ERC como a Junts que dejen de “supeditar sus estrategias a Madrid”. La candidata Laia Estrada ha alertado contra la desafección en el soberanismo y ha reclamado “un cambio de rumbo”.
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