La presidencia de Josep Maria Bartomeu, la marcha de Leo Messi, la insistencia de Ronald Koeman en los tres centrales... No tiene el socio–seguidor del F.C. Barcelona muchos motivos para sonreír últimamente, pero cinco amigos logran cada semana desternillar a miles de personas con su irreverente análisis sobre el solar en que se ha convertido el club. Ellos son La Sotana. Ni 'cuñaos' ni 'panenkitas'. Simplemente 'sotaneros'.
Su carta de presentación no deja lugar a dudas: “Un programa de deportes, es decir de futbol, es decir del Barça, es decir de Messi, 100% libre de periodistas donde la actualidad se analiza tendenciosamente y en caliente sin ningún tipo de rigor”. Pero detrás de esa aparente barra de bar hay una escaleta, un guion y unas secciones que convierten a La Sotana en uno de los 'podcasts' en catalán del momento.
El espacio ha logrado ganar influencia en ese ecosistema tan particular que es el 'entorno' del Barça, otrora dominado en exclusiva por los medios tradicionales, hasta el punto de que el pasado mes de septiembre pasó por La Sotana Gerard Piqué. Los titulares que dejó el jugador en la entrevista se recogían de inmediato en las webs de la prensa deportiva y en los programas nocturnos de radios y televisiones.
¿Qué tecla han tocado para llegar a tener a uno de los capitanes del Barça en el estudio? “Es como un 'Força Barça' [para los que eran niños en los 90: programa de Alfonso Arús que satirizaba todo el ecosistema culer, empezando por el entonces presidente Josep Lluís Núñez] pero desde la oposición, en un contexto en el que los medios se habían acomodado mucho con la Junta de Sandro Rosell y Bartomeu, y con la astracanada como base, sin el humor blanco poco cañero que se ha institucionalizado”, responde Modgi, uno de los cinco integrantes de La Sotana y cuyo “¡Hola, Shakira!” durante la entrevista a Piqué ya forma parte de la historia del audiovisual culer.
“Lo que a la gente le gusta del 'podcast' es que es como estar con sus amigos, es un efecto diferente”, añade Manel Vidal, otra de las voces de La Sotana junto al presentador, Andreu Ginola, y a Joel Díaz. El quinteto lo completa Enric Gusó, el técnico de sonido “que es quien nos enseña a hacer un 'podcast'”, señala Vidal. Su objetivo es seguir haciendo un programa de nicho, para educar a los jóvenes 'culers' en los valores “antifascistas y antinuñistas”, pero “sin renunciar a hacer preguntas y a tener invitados que podría tener un programa convencional”, explica Vidal. “No queremos apelar al lector de 'Mundo Deportivo'. Había mucha gente huérfana que se aburría y ahora da la casualidad que se divierte con nosotros”, tercia Modgi.
¿Cómo se ve desde el otro lado? Tanto los dos 'sotaneros' como dos profesionales curtidos en las batallas del periodismo deportivo tradicional como son Rut Vilar –miles de partidos del Barça a pie de campo micrófono de Catalunya Ràdio en mano– y Ernest Folch, exdirector del diario Sport, coinciden en que la coexistencia entre los nuevos formatos de 'podcast' y la prensa, radio y tele de toda la vida es perfectamente posible.
“Son formatos complementarios y funcionarán de modo paralelo. Cuando se habla tanto del supuesto 'cambio de paradigma' pienso en la canción del vídeo que iba a matar a la estrella de la radio. Pues la radio ahí sigue y por muchos años”, asevera Vilar, que tiene claro que los nuevos formatos como 'La Sotana' no provocan la crisis del periodismo tradicional. Ahora bien, Vilar señala que hay cosas que nunca cambian: “No puede ser que en esta explosión de nuevos formatos de entretenimiento y comunicación deportiva solo haya hombres, porque la sociedad no es así”.
“Ni es un drama ni la sentencia de los medios tradicionales, al contrario, formatos como 'La Sotana' enriquecen el panorama, obligan a los medios a repensar muchas cosas”, reflexiona Folch. En un contexto en el que los futbolistas se han convertido en ocasiones en el propio mensaje y cada vez son más herméticos, Folch cree que cada deportista tiene su estrategia. “Los medios de referencia de Messi en el Barça eran los tradicionales”, recuerda Folch. De hecho, en su etapa al frente del Sport, el astro argentino le concedió la entrevista exclusiva en la que expresó por primera vez su malestar con la Junta de Bartomeu.
“Al final son dos modelos necesarios y que conviven, uno es el periodismo, para seguir las renovaciones de futbolistas o las noticias que genera la junta directiva, y el otro es el espectáculo”, tercia Folch. En este sentido, Vilar recuerda que aunque después varios candidatos de la oposición pasaran por La Sotana, el catalizador de la salida de Bartomeu del club fue el escándalo del 'Barçagate' desvelado por SER Catalunya. Modgi les da la razón: “No somos ni competencia ni contrapoder de los medios tradicionales. El modelo del 'podcast' es totalmente distinto”.
De Skype a los 'patreons'
La filosofía de 'La Sotana' es la misma que cuando empezaron a hacer el programa por Skype en 2014. Hablan del Barça delante del micrófono igual que lo harían fuera. Si hay autocensura, lo disimulan perfectamente. Y todo ello en catalán, otra de las señas de identidad de 'La Sotana'. Mientras los políticos debaten sobre cómo expandir el catalán en el audiovisual para los jóvenes sin saber muy bien cómo, Vidal se reconoce “dentro de la trinchera” en favor de la defensa del idioma. Pero como el resto del éxito de 'La Sotana' ha sido sin buscarlo, “sin posicionamiento político previo”, agrega. “Sin querernos flipar, pero al final es guai que Piqué venga al programa y lo haga en catalán”.
A lo largo de los años han conseguido algo que al principio ni se planteaban: monetizar el éxito, con casi 3.000 seguidores que abonan en conjunto unos 10.000 euros al mes a través de la plataforma Patreon. El año pasado retransmitieron por primera vez en catalán un Barça–Madrid en Twitch, como parte de las recompensas que ofrecen a sus seguidores. Al 'podcast' semanal se le sumaron las retransmisiones de los partidos. Acumulan más de 100.000 escuchas semanales.
“La Sotana empieza ahora a ser rentable y permitiría que todo el mundo pudiera tener un sueldo”, expone Vidal, que como el resto del equipo tiene un trabajo al margen del 'podcast'. “Pero eso es una trampa, no le des esperanza a los chavales porque para llegar hasta aquí hemos tenido que comer mucha mierda”, matiza Modgi a su compañero. Por el camino han pasado por diversas etapas: autoedición amateur, emisión en una radio de Sants –“pagábamos por emitir el programa”, recuerda Vidal–, salto a los medios tradicionales –Betevé y una sección en SER Catalunya– hasta llegar al 'podcast' profesional.
Su oposición frontal a la Junta de Bartomeu les llevó a recibir un burofax del presidente del Barça que exigía a Betevé una rectificación por un villancico satírico del programa. “Lo que pasó define bastante a 'La Sotana': nos olvidamos que teníamos el acto de conciliación con Bartomeu y no fuimos, pero por suerte alguien le debería decir que no podía usar el Barça para proteger su honor y al final el caso quedo en nada, o lo mejor pensó que mejor que no pareciera que perseguía a cinco pringados usando al club”, recuerda Vidal.
Más allá de ese encontronazo judicial no consumado, Modgi considera que si Bartomeu pudo arruinar el Barça “fue porque desde los medios no se hizo el trabajo de fiscalización que tocaba”. Vidal revela que llegó un punto en el que notaron “un abrazo del oso” de distintos sectores opositores a Bartomeu, tras el que decidieron “seguir siendo críticos con la Junta pero sin que se nos instrumentalizara”. Quieren seguir siendo independientes haciendo lo que les gusta. “Lo bueno que tiene el Patreon es que no te debes a ningún grupo mediático, a ningún editor ni a ningún interés comercial. Si haces alguna campaña por alguien la estás haciendo gratis, por lo tanto eres idiota”, constata Modgi. Vidal remata: “'La Sotana' en TV3 no se podría hacer: nos daría dinero, pero pasado un año ya no existiría”.