¿El desempleo está causado por la existencia del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)? Algunos estudiantes de 15 años estudian que sí, en un libro de texto que relaciona ambas cosas. La publicación, editada por McGraw-Hill, se usa en centros públicos catalanes en cuarto curso de ESO para las asignaturas de Economía y Emprendimiento. En el apartado “causas del desempleo”, con un preámbulo que afirma que no hay unanimidad a la hora de determinarlas, se indica como una de dichas causas “la existencia de salarios mínimos”.
El texto afirma que “para los defensores del libre mercado, el desempleo desaparecería si funcionara libremente la ley de la oferta y la demanda”. Continúa el relato que vincula el SMI con las causas del desempleo explicando que el mercado laboral “no es libre, sino que está intervenido por razones de interés público”. “Por un lado –finaliza la explicación– los gobiernos establecen un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para evitar los abusos de los empresarios y, por otro, los sindicatos fijan salarios mínimos, según el tipo de profesión, mediante los convenios colectivos”.
En la parte de ejercicios del capítulo se incluye una pregunta bajo el título: “¿Puede convertirse en un problema el SMI?”. En este trabajo, con el que se pretende que los alumnos de 15 años reflexionen sobre el salario mínimo, se pone como ejemplo el caso de Beatriu, una recién titulada en Arquitectura que intenta incorporarse al mercado de trabajo en plena crisis inmobiliaria. El relato continúa: “Para adquirir experiencia, Beatriu estaría dispuesta a trabajar por poco que le pagaran, e incluso por debajo de lo que marca el convenio o el SMI, pero sabe que no es una opción legal”.
Consultado el caso con Miquel Puig Raposo, doctor en Economía de la Universitat de Barcelona, afirma que en las dos páginas del libro Economía hay una contradicción. “En la página de la izquierda hay una buena definición de los tipos de desempleo, y en el gráfico que se muestra, queda claro cómo se dispara el paro a partir del año 2008, justo cuando comenzó la crisis”.
Pero Puig afirma que lo que incluye la página 157, situada a la derecha, es “incoherente” con lo que se dice en la página anterior. “Se definen correctamente los motivos del paro: características de los trabajadores y también la demanda insuficiente. Pero el tercer punto lo veo incoherente, aunque solo sea desde el punto de vista cuantitativo. Si se mira, a la primera causa se dedican cuatro líneas de explicación, en la segunda dos y en la tercera, la que habla de la existencia de salarios mínimos, se destinan ocho líneas”, afirma.
“Si no se hace una lectura crítica y se mira sólo lo que pone el texto, se obtiene la lamentable conclusión de que una de las causas más importantes del paro es el Salario Mínimo Interprofesional”, dice Puig, y esgrime para rebatir la tesis el gráfico de la página izquierda del libro mencionado, donde se ve que el paro en España se disparó a partir de 2008 mientras que en la Eurozona y la UE se mantuvo estable.
“Si lo que dice el libro fuera correcto, una de las causas de esta desmesurada subida del desempleo debería ser que en España en aquel tiempo se había subido el salario mínimo, pero todos sabemos que desde antes de la crisis el SMI en España es uno de los más bajos de Europa y sin embargo, el desempleo aquí está desbocado”, explica.
Miquel Puig, que colabora con el colectivo “anem a mil”, que reclama que el salario debería ser al menos de mil euros al mes, asegura que “no se ha demostrado empíricamente en ninguna parte que el salario mínimo aumente el paro”. Además recalca que precisamente en la mayoría de los países las personas que cobran el salario mínimo están incluidas en unas franjas laborales que no son susceptibles de deslocalizaciones.
Este diario se ha puesto en contacto con la editorial McGraw-Hill indicando el motivo de la consulta para obtener su versión, sin obtener respuesta. Consultado el Departament d'Ensenyament de la Generalitat ha manifestado que los libros de texto en los institutos públicos los escoge cada centro en virtud de su autonomía.