Valls centra sus ataques en Ernest Maragall en su acto central de campaña

El legado de Pasqual Maragall sobrevuela más que nunca las elecciones municipales en Barcelona, hasta el punto de que lo reivindican todos los candidatos que tienen opciones de ganar. Tanto Manuel Valls como Ada Colau (BComú), Jaume Collboni (PSC) y Ernest Maragall (ERC), vindican la obra del alcalde socialista y tratan de erigirse en su heredero más fiel. Valls, en su acto central de campaña, también ha reivindicado la Barcelona olímpica y ha dirigido sus ataques hacia Ernest Maragall, hermano del que fuera alcalde y president de la Generalitat con el PSC.

“Ernest Maragall no puede ser alcalde de esta ciudad”, ha afirmado el candidato de Ciudadanos. “Ernest ha acabado entrando en la lógica agitadora del procés y ha superado a sus predecesores de Esquerra Republicana en el uso reiterativo y provocador del neolenguaje independentista”. Valls, que apenas se ha dirigido a Colau en su discurso, ha retado a Maragall a un “cara a cara” para “contrastar” sus propuestas y ha pedido el voto a todos los “electores progresistas” de la ciudad.

Valls se ha rodeado de todo tipo de personas para la llamada “Gran Fiesta de Campaña”. El pabellón olímpico de Vall d’Hebron ha quedado grande y el millar de personas que han acudido al acto no ha conseguido llenar el espacio, trufado de sillas vacías en los laterales y en la parte posterior. Minutos antes de que empezara el acto sonaba en la sala una canción del grupo independentista Txarango, que ha respondido deseándole a Valls un “maravilloso fracaso”.

Sobre el escenario han pasado el dramaturgo Albert Boadella, la hermana del exprimer ministro francés, Giovanna Valls, la diputada de Ciudadanos en el Congreso y portavoz de la formación, Inés Arrimadas, y varios miembros de su lista electoral como Celestino Corbacho, Eva Parera y Marilén Barceló. Incluso ha tomado la palabra el número 17 de la lista, el activista gitano Pedro Vargas Heredia. También han acudido al acto -aunque sin intervenir- diversos diputados de Ciudadanos en el Parlament como Carlos Carrizosa, David Mejía y Laura Vilches, entre otros.

Arrimadas, Corbacho y Valls han cargado contra el partido socialista y su candidato, Jaume Collboni, alertando de un hipotético tripartito en la alcaldía entre BComú, ERC y PSC. “Votar al PSC en Barcelona es apoyar un tripartito con Colau y Ernest Maragall”, ha espetado Arrimadas. “Necesitamos una plataforma que defienda lo que el partido socialista ha dejado de defender desde hace tiempo”.

Valls ha insistido en la “transversalidad” de su plataforma y en el aumento de la inseguridad en Barcelona. “No es un problema inventado, lo reflejan los resultados de los barómetros municipales y las noticias que se van publicando cada día”, ha remarcado. Arrimadas, una de las más aplaudidas, ha pedido el voto para evitar que Barcelona “se convierta en la capital de lazilandia”, en referencia a los lazos amarillos. Tanto Arrimadas como Boadella han acusado a Colau de ser nacionalista e incluso de ser una “independentista camuflada”.

El acto, que ha durado casi tres horas, se ha ido vaciando paulatinamente y cuando Valls ha pronunciado su discurso final se había ido ya casi la mitad del público. En el pabellón olímpico se han ido intercalando discursos políticos con el pase de vídeos, actuaciones musicales e intervenciones dirigidas a tocar la fibra al público, formado mayoritariamente por jubilados y personas mayores. La hermana de Valls, Giovanna, ha emocionado al candidato recordándole su infancia antes de que se proyectara un vídeo en el que se mezclaban imágenes de la vida del candidato, haciendo énfasis en sus encuentros con grandes líderes internacionales como Barack Obama, Justin Trudeau y Ángela Merkel.

Boadella, por su parte, ha querido dejar de lado su “oficio de comediante” para “hablar seriamente” a los barceloneses congregados. “La situación es muy delicada”, ha afirmado Boadella, “la xenofobia y el odio a todo lo español no pueden ser nunca el motor de una comunidad”. Boadella ha emplazado a los votantes a “aprovechar” la oportunidad de votar al exprimer ministro francés. “Tal vez no haya más oportunidades”, ha remachado.