Adriana Ozores: “He tenido que aprender a reconocer esta profesión en mi”
Almagro levanta el telón el próximo 4 de julio para celebrar su cita cultural más importante del año: el Festival Internacional de Teatro Clásico. La inauguración, como es habitual tendrá lugar en el Corral de Comedias, buque insignia de la cita teatral, y comenzará con la entrega del Premio Corral de Comedias, que este año ha recaído en la actriz Adriana Orores.
A las espaldas de esta actriz madrileña, más de 40 películas, personajes en series de televisión y una larga trayectoria también en el teatro, donde comenzó en 1982. Estrechamente vinculada a la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha puesto voz a personajes protagonistas de las obras de principales autores de nuestro Siglo de Oro: Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Juan Ruiz de Alarcón o Fernando de Rojas.
En palabras de Ignacio García, director del Festival, “este premio se le concede en reconocimiento a su impecable trayectoria en el teatro, en el cine y en televisión, pero destacando de una manera primordial su trabajo teatral y su vinculación con nuestro festival y con el Siglo de Oro”.
¿Qué supone recibir el Premio Corral de Comedias?
No me lo tomo como un reconocimiento, lo recibo como una niña, con mucha ilusión. Es como volver de repente a un pasado que fue muy bonito y determinante en mi vida. Lo recibo con mucho cariño y con mucho agradecimiento.
¿Por qué decidió iniciarse en el mundo del arte dramático y que recuerdos tiene de sus inicios?
La vida me puso en esta profesión, de alguna manera no tengo la sensación de esa gente pesada que desde pequeña tiene claro lo que quiere ser. No fue mi caso, en seguida me preguntaron: ¿cómo no vas a ser actriz? y pensé con 17 años, es verdad, cómo no voy a serlo.
Parece que tuvo que ser otro de fuera de mi casa quien me lo dijera. Y a partir de entonces empecé en la escuela de arte dramático y en seguida me salió trabajo. Tengo la sensación de que fue la vida la que me dijo ¡es por aquí! y yo seguí ese camino y menos mal que lo seguí porque está siendo muy bonito.
¿Qué destacaría de la televisión, del cine y del teatro? Y si tuviera que elegir uno, ¿cuál sería?
Es una formación muy buena para cualquier actor poder tocar todos los palos. El teatro te da una formación que es muy sólida, te da técnica pero no es absolutamente necesario para ser buen actor de cine, lo que pasa que todo se va complementando y va haciendo grande tus herramientas para actuar. El teatro me parece que es lo más difícil pero sobre todo porque es donde estás más vulnerable.
El cine tiene algo muy intimo que me gusta mucho, es tratar lo privado entre el director, el equipo, la cámara, tus compañeros, hay algo íntimo en el cine que me fascina, y la televisión es como salir a la plaza, es algo más de batalla. Hoy en día la televisión tiene otro tratamiento, y es una técnica que es muy chula aprender porque te da un buen entrenamiento.
¿En qué momento se encuentra ahora como actriz?
Eso son sensaciones cada vez que abordo un nuevo personaje. Fuera de contexto me resulta un poco difícil decirlo. Yo creo que el trabajo de un actor tiene que ver mucho con lo que hayas hecho en la vida contigo. Todo lo que tu hayas crecido en la vida, todo lo que hayas experimentando en la vida es lo que estás aportando a tus personajes y no podemos olvidar que al personaje los actores aportamos un 50% o más.
¿En qué proyectos se encuentra ahora trabajando?
Acabamos de terminar ‘Invisibles’, una película de Gracia Querejeta en la que he trabajado con Emma Suárez y Nathalie Poza y que se ha hecho en Extremadura. Ahora tengo el cierre en televisión de Velvet, que se va a hacer un capítulo especial y empiezo con David Serrano una obra de teatro ‘Los hijos’ con Joaquín Climent y Susi Sánchez, que es una maravilla, ese texto hay que hacerlo y luego hay que verlo.
Quedan pocos días para que se celebre la 42 edición del Festival de Almagro. ¿Qué destacaría de esta cita cultural y en concreto de esta edición?
Me parece muy importante el respeto y la valoración de cualquier cita cultural. Creo que estamos sedientos de canalizar y hacer como propia nuestra cultura y la cultura no es solamente la nuestra, la cultura es aprender de los demás, es aprender de otros países, es aprender del pasado, del presente y del futuro.
Todas las manifestaciones a este nivel, como es el Festival de Almagro, desde el respeto y la valoración del hecho cultural para mi es oro y estamos sedientos en este país de esto.