“Nuestro desafío es hacer el mejor Siglo de Oro posible para todos los gustos y necesidades”
Es la segunda vez que Ignacio García dirige el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro y afronta esta nueva edición con mucha ilusión aunque con más tranquilidad que la anterior. Esta semana se ha presentado la 42ª edición de esta cita cultural que se desarrollará entre los días 4 y 28 de julio en la ciudad manchega, una nueva edición que estará marcada por una programación feminista, americanista, accesible e inclusiva. Charlamos con él sobre las novedades de la nueva edición del Festival.
¿Cómo afronta esta nueva edición?
Con mucha ilusión y con mucho ánimo aunque con un poco más de tranquilidad que el año pasado porque fue muy rápido y muy intenso, y este año cuento con la experiencia de haber hecho un festival ya, de haberlo vivido desde dentro de Almagro y de conocer mejor los espacios, el público y las necesidades de las compañías.
En esta nueva edición seguimos apostando por nuestra línea de programación, para que el Festival sea una reserva natural del Siglo de Oro, y un festival ejemplar en la defensa patrimonial y en el que todo el mundo venga a hacer Siglo de Oro desde Asía, África, Europa y América.
Queremos seguir siendo americanistas, que entendamos que también allí se forjó el Siglo de Oro, y queremos ser feministas y que entendamos que había muchas mujeres que escribían en el Siglo de Oro y han quedado relegadas. También queremos seguir haciendo cultura para todos, con la ONCE con un programa accesible inclusivo, con RNE para llegar al que no puede venir y con actividades gratuitas para el que le cuesta pagar el precio de la entrada.
Nuestro desafío es hacer el mejor Siglo de Oro posible para todos los gustos y para todas las necesidades.
¿Cómo se prepara un festival de esta envergadura?
Ya estamos trabajando con cosas internacionales para 2020 y vamos sembrando a diario. A diario les decimos a compañías y a artistas que por qué no hacen Siglo de Oro, por qué no se plantean hacer un Lope o un Calderón. Proponemos a actores, directores, bailarines, a músicos y luego hay proyectos que cuajan y otros que no. También asistiendo en el mundo entero a compañías que quieren hacer Siglo de Oro y no saben cómo, y también proponiendo en otros lugares, a las embajadas, a los centros culturales de España o a los Institutos Cervantes, que nos ayuden en esa labor.
Es una misión titánica pero es una misión compartida con mucha gente. Nuestra mayor energía se centra en hacer un lugar para todos, porque el festival es de todos y eso es muy ilusionante, es muy cansado, pero da muchos frutos porque además de tener más recursos nos da más miradas sobre el festival.
Yo no quiero que México nos de dinero para hacer el Festival, quiero que México nos diga qué es para ellos el Siglo de Oro, o que la ONCE nos diga qué es para ellos el Siglo de Oro, o que los artistas locales nos digan qué es para ellos el Siglo de Oro. Es cansado, largo, es muy exigente pero es muy ilusionante.
¿De qué es lo que más orgulloso se siente de esta edición?
De Sor Juana. Me siento muy orgulloso de poner en el mapa una autora que creo que es formidable, que simboliza muchos de nuestros principios, a parte de ser una grandísima poetisa, escritora, y dramaturga, simboliza ese mestizaje entre España y México, simboliza lo americanista y lo feminista.
Hace 17 años dirigí a Sor Juana en Almagro, y en aquella época Sor Juana era un autora totalmente marginal, excepcional, era muy poco común que se vieran autoras y de la propia Sor Juana se veía muy poco. Pasar de aquello que hicimos dos días en el Festival como una excepción a que hoy en día, la imagen, el lema y el centro de la programación sea Sor Juan para nosotros es un enorme orgullo.
¿Es una de las claves de la programación feminista?
Sin duda. Ella es la capitana del equipo, de un equipo muy grande porque hay 13 dramaturgas del Siglo de Oro, 25 contemporáneas, 26 directoras, muchas miradas femeninas, muchos personajes femeninos. Por ejemplo hacemos ‘La hija del aire’, o ‘El castigo sin venganza’ o ‘Fuenteovejuna’ que son obras con personajes femeninos importantes. El hecho de que en la imagen del cartel aparezca una escritora creo que es un ejemplo para las nuevas generaciones, para que asuman como un hecho natural que había señoras y señores que escribían.
¿Cómo se consigue innovar edición tras edición?
Nosotros no somos quienes innovamos, nosotros hacemos hueco para que todos propongan. Lo que tenemos que hacer es fomentar la creatividad de los demás, acompañarles, ayudarles e intentar inducirles para que hagan más Siglo de Oro, porque a veces la gente cree que lo que ellos quieren contar no está en el Siglo de Oro y sí está. Hay que encontrar el texto adecuado y el contexto adecuado, porque el Siglo de Oro es mucho más variopinto de lo que muchas veces creemos.
¿Cuál son los espacios nuevos de esta edición?
El Festival incorpora esta edición dos nuevos espacios escénicos: la Iglesia de las Bernardas donde se podrán ver microclásicos y el Teatro de sus Mercedes, un Siglo de Oro itinerante dentro de un coche.
La idea es seguir creciendo para poder seguir llegando a más espectadores, para poder vender más entradas y poder dar una oferta más variopinta con la exigencia que eso supone para el Festival, porque son 20 espacios los que programaremos este año.
Para alguien que no conozca el Festival. ¿Cómo lo definiría?
Es un festín, no solo teatral sino también para los sentidos, es un lugar al que ir a viajar en el tiempo, ver una obra del siglo XVII en un palacio del siglo XVII es una experiencia única, con el cielo manchego encima.
Te permite comer o cenar en la Plaza de Almagro viendo a los mejores actores del país, entrar en un Corral original de 1628 y ver una obra donde en tiempos de Lope y de Calderón se veía o visitar el patrimonio natural de alrededor. Es una experiencia inolvidable, lo que nosotros hacemos no es teatro, sino que es algo que va mucho más allá. El teatro es el corazón pero la experiencia de Almagro para el espectador es inolvidable.
¿Qué destacaría de la programación de este año?
La Compañía Nacional es el alma y siempre tiene que ser destacada. De lo de fuera hay cosas pintorescas. De Nueva Delhi vienen a hacer Tirso de Molina, de Costa de Marfil vienen a hacer Lope de Vega y Fuenteovejuna con danza y música africana pero también hay que destacar el talento local.
Lo que es maravilloso es que en un mismo día, por ejemplo un sábado, en Almagro puedes tener la opción de elegir entre una obra pequeña para 150 espectadores o una grande, una obra de Lope, de Calderón, una comedia, un drama, una de picaresca, eso no lo hay en ningún lugar del mundo, una visión tan amplia sobre el Siglo de Oro como el que pueden encontrar en Almagro.
¿Por qué es México el país invitado?
Nosotros decidimos mirar hacia América Latina porque creemos que una parte importante de la identidad y de la esencia del Siglo de Oro está allá y queríamos proponer cada año a un país, el año pasado el país invitado fue Colombia y este año es México.
México además es la cuna de Sor Juana Inés y de Juan Ruíz de Alarcón, dos autores importantísimos y es un país de un potentísimo mundo teatral. Era una oportunidad de abrir las puertas a un país que tiene mucho que contarnos y que además ha sido muy generoso en su participación y en su colaboración.
¿Cómo animaría a la gente a que acuda al Festival?
No hay mejor lugar para ver Siglo de Oro y no hay mejor experiencia cultural en el verano que el Festival de Almagro. Es un municipio ejemplar, es un festival muy amigable donde uno puede elegir si lo quiere vivir más tranquilo o si quiere ver cuatro obras al día o si quiere ver obras gratuitas que hay en la calle o exposiciones.
Yo les animaría a que reserven ya porque hay espectáculos en los que se acaban pronto las entradas y que luego piense en cómo hacerse un Almagro a su medida porque hay un Almagro para cada espectador.