Siguen los recortes en la Universidad de Alicante (UA). Este miércoles, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicaba la resolución por la que quedaban aprobados los presupuestos de la institución académica marcados por los sacrificios que ha tenido que hacer la dirección para cuadrar sus cuentas.
La partida que “más ha sufrido” estos recortes es el programa institucional de captación de talento científico, que se ha visto mermada en un 75%, asegura la vicerrectora de Planificación Económica, Mónica Martí. De esta forma, va a pasar de una dotación presupuestaria de 400.000 euros a quedarse en unos 100.000 euros para un proyecto que apenas lleva 3 años en marcha.
No obstante, la responsable del área económica de la UA reconoce a preguntas de este diario que están estudiando la posibilidad de destinar parte del hipotético remanente que habría tras el cierre del ejercicio de 2018 a este programa que tiene como finalidad “promover la contratación como personal laboral temporal de doctores con una trayectoria investigadora destacada en cualquier área de conocimiento de la Universidad de Alicante” para “el fomento de la I+D+i”, asegura la propia institución a través de su web. Una opción que añade, “todavía no es segura”.
Asimismo, el presupuesto de centros, departamentos e institutos también se reduce en un 10% mientras que los gastos genéricos (limpieza y seguridad) menguan un 1’4% sin olvidar que por segundo año consecutivo la partida de inversión en Infraestructuras vuelve a verse “drásticamente” afectada –como ya ocurriera en 2018- generando a juicio de la vicerrectora el “retraso en el calendario” de varias obras previstas.
Modelo de financiación
Pese a todo, el presupuesto de la UA para estos 12 meses ha crecido en un 4,3% con respecto al año anterior hasta situarse en 203 millones de euros. Un incremento que para Mónica Martí resulta “insuficiente” para poder abordar todas las actividades que se estaban haciendo.
Esto les ha llevado a tener que apostar y lo han hecho “por las personas”. Como se enfatizara en el Consejo de Gobierno de la UA en diciembre, cuando se dio el visto bueno a la propuesta de presupuestos, Martín ha recordado que con la crisis y la paralización de la tasa de reposición, “empezaba a ser preocupante la falta de activos por jubilaciones”. También, y como marca la ley, se va a atender en este 2019 el incremento salarial del 1’7% “como los gastos provocados por el crecimiento vegetativo de la población universitaria”.
El capítulo de personal asciende un 8% al pasar de 138 millones y medio de euros frente a los 127 millones de 2018. Frente a este dato de gastos contrasta el de ingresos, cuya principal fuente sigue siendo el Consell, con casi 125 millones de euros –frente a los 123 del año pasado-, es decir, un 1,6% más en un año.
Llegado a este punto, la vicerrectora Martí recuerda que “el presupuesto de ingresos de este año se ha quedado prácticamente al mismo nivel que en 2009”, mientras que en esta década ha aumentado, por ejemplo, “el número de titulaciones”.
Por ello, reclama “como opinión personal” que debería aumentar la transferencia del gobierno valenciano a las cinco universidades valencianas porque la Comunitat “tiene un presupuesto que también ha subido” debido a que “la situación económica ha mejorado y su presupuesto de ingresos ha crecido porque están recaudando más vía impuestos”. Sin embargo, lamenta que “al final tienen que priorizar sus gastos y con respecto al que tienen con las universidades se ha mantenido estable, no ha crecido”.
Concluye recordando una máxima de las instituciones académicas de los últimos años, que siguen sin tener una ley de financiación para las universidades. Ahora mismo nos encontramos en que en el último trimestre de cada año nos toca negociar año a año cómo va a ser el presupuesto del año siguiente y esto difícilmente nos impide llevar a cabo planificaciones a medio y largo plazo“.
Becas y ayudas
El alumnado también va a poder respirar tranquilo al mantenerse sin recortes el programa de becas dependiente en su totalidad de la UA. De hecho, la de Erasmus es la que más crece -un 27%-. También aumenta en un 8% la de Ayudas Económicas de Emergencia, que tienen como finalidad ayudar al estudiante y sus familias con los gastos en el menú de comedor o transporte escolar, entre otros.