Esta semana se hacían públicas las investigaciones de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria por un posible desfalco próximo a los 18 millones de euros en la construcción del tramo de AVE entre Alicante y Murcia, un nuevo caso de corrupción que se produjo entre 2011 y 2014 y que tuvo a la Comunitat Valenciana como escenario. La trama regó de regalos -por valor de 400.000 euros- a responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), al titular del Juzgado de Aguas de Orihuela y a una consellera valenciana sin especificar de quién se trata.
Así, en el sumario -desvelado por la Cadena Ser- aparece una consellera que habría recibido una pieza Swarovski valorada en 232 euros y pins de oro por un importe de 10.400 euros, así como jamones de jabugo por 6.866 euros. En la época investigada, con Alberto Fabra en la Generalitat, formaban parte del Consell tres mujeres: la actual líder del PP y responsable entonces de Territorio, Isabel Bonig; la alicantina Asunción Sánchez Zaplana, que ocupaba la cartera de Bienestar Social; y María José Catalá, titular de Educación y Cultura. Antes, y en el Consell heredado de Francisco Camps, también habían estado Lola Johnson (Turismo), Maritina Hernández (Agricultura) y Paula Sánchez de León (vicepresidenta).
Tanto desde el PSPV como desde Compromís han denunciado este nuevo caso de corrupción. Así, mientras el socialista Manolo Mata o la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, han instado a la líder de los populares a que dé el nombre de la consellera que recibió los regalos de trama, la diputada valencianista Mireia Mollà recordó que Bonig fue la titular de Territorio en la etapa en la que se produjeron las irregularidades, insinuando que tenía competencias en materias que “podrían beneficiar a la trama de la construcción del AVE Alicante-Murcia”.
Ante estas informaciones, la dirigente popular criticó la utilización política de PSPV y Compromís de este tema, unas insinuaciones que consideró “política barata y baja”, ya que, aclaró, las competencias en materia de adjudicaciones del AVE “no son de la conselleria”. Además, advirtió a Mollá de que podría acabar “delante de un juez” por “ensuciar el nombre de la gente” con “calumnias”. Así, se mostró rotunda al afirmar que no recibió regalos como la mencionada figura de Swarovski.