La Comunidad Valenciana vuelve a situarse como líder de España en el uso de la bicicleta pública. Según el último informe ‘Visión General de la Bicicleta Pública en España 2018’ , la valenciana es la comunidad autónoma donde, con diferencia, más sistemas de bicicleta pública hay funcionando.
En total, 14 localidades valencianas han consolidado este servicio de transporte frente a los siete de Galicia, seis de Castilla y León y cinco de la Comunidad de Madrid. A la cola quedan Murcia, donde solo ha sobrevivido un 10% de los sistemas implantados, Castilla-La Mancha (10%), Andalucía (16%) y Extremadura (17%). El estudio, elaborado a mediados de 2018 por El Observatorio de la Bicicleta Pública en España, se centra en los sistemas de bicicleta pública que cuentan con estación fija, por lo que quedan excluidos aquellos que funcionan sin estación.
En el anterior informe, con fecha de 2014, la comunidad valenciana ya se posicionaba a la cabeza del ranking nacional con 18 sistemas de alquiler en funcionamiento. El ‘pero’ lo ponían entonces localidades como Alicante, Sant Joan, El Campello o Vinarós que veían desaparecer este servicio.
A este respecto, la Comunidad Valenciana también lidera otra variable, la que analiza el índice de supervivencia de los sistemas de bicicleta pública implantados. En total, 24 sistemas de bicicleta pública se han llegado a implantar en esta comunidad autónoma, de lo que se concluye que un 54% consiguieron sobrevivir. La segunda comunidad en número total de sistemas es Andalucía, donde se llegaron a implantar 19 sistemas de bicicleta pública y donde solo ha sobrevivido un 16% (3). Bajos índices de supervivencia también se observan en Extremadura (17%), Castilla-La Mancha (10%) y Murcia (10%).
Por ciudades, Valencia se sitúa en la actualidad como la tercera de España en número de préstamos por bicicleta y día, con una rotación de 5,5. Barcelona vuelve a ser el municipio donde más préstamos por bicicleta y día se contabilizan (6,5) y San Sebastián arrebata el segundo puesto a Valencia con respecto al anterior informe, con 6,3. Castellón también registra un aumento considerable en estos cuatros años y se coloca en el puesto número cuatro con un índice de rotación (o intensidad de uso en general) de 4,8. Le siguen Zaragoza (4,2); Sevilla (3,6); Bilbao (3,5); Madrid (3,4), Girona (3,3) y en el puesto 11 Elche con 2,5.
En este sentido, los autores del estudio, Esther Anaya y Alberto Castro, aclaran que el ranking de rotación por ciudades es “matizable”, porque no “gana” necesariamente el primero de la lista. Sí que es cierto, reconocen, que “una rotación baja muestra que las bicicletas públicas se usan poco por lo que es un hecho no deseado”, al igual que “una rotación alta es en principio positiva puesto que denota una alta intensidad del uso de la bicicletas y por tanto una alta eficiencia de los recursos”. Sin embargo, “una rotación demasiado alta puede ser también perjudicial ya que puede llevar a una falta de disponibilidad de bicicletas y por tanto a un peor servicio”.
Asimismo, explican que para la metodología han recabado por separado datos sobre préstamos anuales, número máximo teórico de bicicletas (es decir, sumando las que están en la calle y las que están en el depósito) y número de días al año que el sistema está disponible. Por ello critican que no han podido acceder a 32 sistemas que llaman “ausentes” y que representan el 61% porque no encontraron datos suficientes para calcular su rotación al no responderles los ayuntamientos u operadores, lo que a juicio de Anaya y Castro se debe a “la falta de transparencia” mostrada.
Por todo ello introducen en esta investigación otro indicador “más adecuado para el análisis territorial o espacial” del uso de la bici pública, como es el número de préstamos por estación y día y que, a diferencia del número de bicicletas, el número de estaciones es más constante a lo largo del año. De esta forma, el mayor número de préstamos por estación y día se alcanzó en 2017 en Barcelona (92,3). Un peldaño más abajo se sitúan Madrid (55,6), Girona (55,4) y Valencia (55,3). Les siguen San Sebastián, Castellón, Zaragoza, Sevilla, Bilbao, A Coruña y Elche. Se da por tanto la circunstancia de que las ciudades de Valencia, Castellón y Elche “consiguen valores más altos en rotación que en intensidad por estación”.
Otras conclusiones
El 52% de los sistemas de bicicleta pública que están activos en todo el territorio español, es decir, en funcionamiento, tienen más 8 o más años. Un 49% de los sistemas de bicicleta pública que han cerrado tenían dos años o menos. Ha cerrado un mayor porcentaje de sistemas de bicicleta pública en municipios con poca población que en aquellos con mucha población. En concreto solo un 8% de los sistemas implantados en municipios de entre 20.000 y 50.000 habitantes ha sobrevivido mientras que ese porcentaje asciende hasta el 100% en municipios de más de 500.000 habitantes. Es el caso, por ejemplo, de Moncada, localidad valenciana que cerró en 2015 el servicio de alquiler de bicicletas abierto en 2011.
Por último, concluyen también desde El Observatorio de la Bicicleta Pública de España que desde 2010 el número de sistemas de bicicleta pública no ha dejado de bajar, aunque esa bajada parece ralentizarse en los últimos años. A mediados de 2018 quedaban en España 52 sistemas de bicicleta pública. Estos representan un 40% de los 131 que se han llegado a implantar. El 60% cerró y desapareció. Desde ese año el número total de estaciones de todos los sistemas de bicicleta pública ha subido.