La socialista Amparo Marco es reelegida como alcaldesa de Castelló con los votos del PSPV, Compromís y Unides Podem. Marco, primera alcaldesa de la historia de la ciudad, ha prometido su cargo este sábado, recordando las dificultades de las mujeres para ejercer su derecho democrático.
Marco ha prometido trabajar para conseguir “una ciudad para las personas, donde la administración local de solución a los problemas de la ciudadanía”. La reelegida alcaldesa asegura que reivindicará ante el Gobierno de Pedro Sánchez un corredor mediterráneo que considera “fundamental” para la economía valenciana, la mejora del transporte público y la AP-7 gratuita, así como una financiación justa para la Comunitat Valenciana.
El gobierno de Marco obtiene así una sólida mayoría apoyada por 15 concejales – 10 del PSPV, 3 de Compromís y 2 de Unides Podem, que formarán parte de la dirección de la corporación local-. Los partidos de la derecha han votado a sus respectivos candidatos, salvo Ciudadanos, cuyo representante, Alejandro Marín-Buck no ha obtenido ningún apoyo. Tras la votación se han contabilizado cuatro papeletas en blanco, los mismos concejales que tiene la formación naranja en el Consistorio.
Los socios de Marco han puesto en valor la capacidad de los partidos del Pacte del Grau para llegar a acuerdos, pese a las diferencias ideológicas y de poder. Ignasi García, candidato de Compromís, ha resaltado que “hay valores esenciales en peligro de desaparecer y tenemos el deber de mantenernos firmes”, en referencia al acuerdo. El concejal se ha comprometido a trabajar por un Castellón más feminista, más ecologista, que afronte el reto del cambio climático, que no deje ningún vecino o vecina excluido y asegure unos servicios públicos de calidad.
Fernando Navarro, de Unides Podem, ha reivindicado el cumplimiento de la Constitución, en especial de los artículos que tienen que ver con el derecho a una vivienda digna y los derechos del medio ambiente. El representante de la formación morada -que se hará cargo de las competencias de Vivienda y Transición Ecológica- se marca como retos “pinchar la burbuja del alquiler, combatir la especulación del suelo y dar una respuesta a los desahuciados”. “Aspiramos a ser el gobierno municipal más transformador”, ha remarcado.
Por parte de la oposición, Begoña Carrasco, del PP, se encomienda a ejercer “una oposición constructiva, reivindicativa y firme, sin renunciar a ser la alternativa moderada y de centro”. El portavoz de Ciudadanos, Alejandro Marín-Buck, ha criticado el discurso de la memoria histórica, que ha calificado de “viejo y anacrónico” a cargo de “personas bastante jóvenes que no han llegado ni a conocer la transición” y “pretenden dar lecciones”. El dirigente naranja recrimina a Marco que no se haya sentado con ellos a negociar: “dime con quién andas y te diré quién eres”, ha advertido.
El representante de la extrema derecha Vox ha criticado la retirada de la cruz franquista del Parque de Ribalta y ha amenazado: “Nos tendrán en frente para todas aquellas políticas marxistas. Seremos las trompetas de Jericó que sonarán fuerte hasta romper los muros del sectarismo y del antiespañolismo radical. Por Castellón y por España”, ha sentenciado, aplaudido por la bancada popular.
Intercambio de biblias
Durante las juras y promesas del cargo se ha sucedido un intercambio de biblias entre los representantes de la derecha. La popular Begoña Carrasco abría el turno de juramento del cargo del grupo municipal popular y lo hacía incorporando una biblia a la fórmula de posesión. Ciudadanos se deshacía de la biblia, a excepción de Vicente Vidal, que pedía el libro a los populares para realizar el juramento, que se ha vuelto a retirar. Luciano Ferrer, concejal de la ultraderecha Vox, ha recuperado la biblia de manos de los populares para jurar el cargo.
Pacto de Gobierno ‘in extremis’
El gobierno resultante del acuerdo alcanzado a última hora entre PSPV, Compromís y Unides Podem, estará compuesto por representantes de las tres formaciones, con un reparto “racional” de las áreas administrativas. El Ayuntamiento de Castelló reedita así el Pacte del Grau, con la incorporación de Unides Podem al equipo de gobierno local. Durante el anterior mandato, formado únicamente por miembros del PSPV-PSOE y Compromís, hubo un gobierno en minoría con el apoyo puntual desde la oposición de la plataforma Castelló en Moviment (CsenM) –ahora Unides Podem-.
Tras este acuerdo, la confluencia de izquierdas llevará las competencias de transición ecológica y vivienda –repitiendo la fórmula de la formación en la Generalitat Valenciana-; Compromís, de cultura, educación, feminismo LGTBI, participación ciudadana y memoria histórica, entre otras; y el PSPV, urbanismo, movilidad sostenible, seguridad ciudadana y la portavocía del gobierno. No habrá vicealcaldía y sí nueve tenencias de alcaldía: dos de Compromís, una de la confluencia y 6 del PSPV.