Medidas neokeynesianas contra el coronavirus: la Generalitat invertirá en empresas que quieran crecer pese a la incertidumbre

Frente a la crisis del coronavirus -y cuando hasta los neoliberales más extremistas piden una fuerte intervención del Estado-, el Gobierno valenciano de Ximo Puig se prepara para aplicar medidas neokeynesianas de calado. El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) lanzará un fondo de 200 millones de euros para invertir en el capital de empresas valencianas de medio y gran tamaño como respuesta a los “síntomas de debilidad que comienza a registrar la economía española ante la amenaza del coronavirus”.

Con un esquema de colaboración público-privada, el fondo de capital riesgo financiará hasta 15 empresas ubicadas en la Comunitat Valenciana mediante inversiones individuales de entre 10 y 12 millones de euros. La inversión privada completará la dotación del fondo, inicialmente de 50 millones, y estará gestionada por una sociedad gestora de entidades de capital riesgo regulada por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La encomienda a esta sociedad, privada y de reconocido prestigio, será mediante la convocatoria de un concurso público. El fondo de 200 millones deberá servir para “consolidar proyectos empresariales arraigados en el territorio” y capaces de ejercer como “elemento dinamizador de la actividad económica”, señala el IVF. Esta iniciativa pretende reparar el previsible efecto catastrófico en la economía de la crisis del coronavirus y se centrará en empresas valencianas de gran tamaño, rentables y en proceso de crecimiento.  

El instrumento financiero de la Generalitat, dirigido por Manuel Illueca, se prepara así para enfrentar las consecuencias económicas de la crisis del coronavirus siguiendo las recetas de economistas como Thomas Piketty o Mariana Mazzucato. “Es la primera vez que la Generalitat Valenciana dota a su política industrial de un instrumento financiero de esta envergadura y calado”, señala el IVF, que prevé “notables efectos” para los sectores de actividad y áreas geográficas de las empresas que recibirán la inversión. 

Mazzucato, Stiglitz o Piketty ya plantean la entrada de los estados en el capital de las empresas importantes o estratégicas para las economías. No solo para ayudarlas en momentos de dificultad, como plantea el IVF, sino para que la sociedad participe también de los beneficios de estas corporaciones. Un ejemplo son las grandes tecnológicas, que se beneficiaron de la inversión en innovación de los gobiernos con la creación de internet y ahora han privatizado las ganancias. Pero podría plantearse también con otro tipo de corporaciones como las antiguas empresas de Estado.

Un ejemplo actual es Bankia, donde el Estado mantiene el 60 % tras el rescate y recibe dividendos anualmente sin interferir en la gestión profesionalizada. 

Illueca explica a eldiario.es que se trata de favorecer que empresas que “quieran seguir creciendo en momentos de incertidumbre, lo pueda seguir haciendo”. Además, añade el director del banco público valenciano, al atraer capital privado “no suponen un problema” para la Comisión Europea ni los reguladores de la competencia ni se pueden considerar ayudas de estado.

La convocatoria para la selección de la gestora del instrumento financiero establecerá los requisitos y las condiciones para acceder a los fondos. La entidad gestora, advierte el IVF, deberá contar con amplia experiencia y elevado prestigio y adoptará las decisiones de inversión con “total autonomía y bajo criterios profesionales”.   

Así, la financiación se inyectará a través de la toma de participación en el capital de las empresas agraciadas, principalmente mediante la suscripción de acciones en procesos de ampliación de capital. “Las empresas alcanzarán el nivel de solvencia necesario para acometer con garantías procesos de crecimiento y/o diversificación, que les permitan liderar nuevos sectores de actividad o posicionarse de forma prominente en sectores anclados tradicionalmente en nuestro territorio, conservando una base accionaria eminentemente valenciana”, explica el IVF.  

El Instituto Valenciano de Finanzas participa actualmente en 17 fondos y sociedades de capital riesgo con 68 millones de euros comprometidos, lo que ha supuesto un “efecto tractor de inversión privada hacia las empresas valencianas de gran magnitud”. La colaboración del IVF en estos vehículos de inversión siempre conlleva participación mayoritaria de inversores privados.