En Brasil, un país agrícola con un nivel abismal de desigualdad, el 56% de la tierra está en manos del 2'8% de la población. Según el Cetim (Centro Europa-Tercer Mundo), el 1% de las explotaciones agrícolas ocupa el 45% de la superficie total y el 50% de los pequeños propietarios, que no dispone más que del 2,5% de la superficie, ocupa alrededor de dos tercios de la población rural.
En 1997 cerca de dos mil personas de distintos puntos del país llegaron a Brasilia. Allí se reunieron con 100.000 ciudadanos en la capital y se manifestaron frente al Congreso al grito de “la tierra para quien la trabaja”. Así se consolidó el Movimiento de Los Trabajadores Sin Tierra, uno de los más potentes de Latinoamérica, con miles de activistas que siguen luchando. La batalla por la reconquista de la tierra ha generado cientos de muertes entre el campesinado, pero la organización continua creciendo para conseguir la reforma agraria.
El documental Los Sin Tierra (España, 2004) recuerda y explica los 20 años del movimiento. Coproducido por El Deseo y Produce+, la primera cedió una copia gratuita para el grupo de apoyo al MST en Sevilla, con objeto de pasarla en salas no comerciales y sin ánimo de lucro. Este será el primer documental del VII Ciclo de Cine de Amnistía Internacional en Valencia.
Las proyecciones arrancan este martes en el Aula Magna de La Nau y todas contarán con personas invitadas, especialistas en el tema a tratar, a las que se presentará al comienzo del evento, procediendo inmediatamente a la proyección. Tras ella, el certamen ofrece un coloquio con el público.
El caracter de las proyecciones es mensual, generalmente a las 19:30 de la tarde (sujeto a cambios que se pueden consultar en la página web) y en total se pasarán 10 títulos. Los documentales de esta VIII edición son: La muerte y la doncella, Guerreros de antaño, Guardiana de los ríos, L’enfant endormi, La sal de la tierra, Techo y comida, Naturaleza muerta, La petite vendeuse de soleil, y Sasha.