Los centros de datos pugnan con la irrupción de nuevas tecnologías y solicitan al Gobierno dotación de energía eléctrica
Valencia ha acogido la cuarta edición del Encuentro Anual de la Asociación Española de Data Centers, Spain DC, con responsables de las principales empresas del sector y docentes especializados en márquetin y digitalización. El objetivo era abordar los retos a los que se enfrentan con la irrupción de la Inteligencia Artificial.
Durante el inicio del acto y en presencia de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, y la concejala de Turismo, Innovación, Tecnología, Agenda Digital y Captación de Inversiones del Ayuntamiento de València, Paula Llobet, el presidente de Spain DC, Emilio Díaz, ha solicitado a las administraciones públicas que no se olviden de la importancia de los centros de datos “para consolidar la evolución tecnológica del país”. Con ello, ha lamentado que la Modificación de Aspectos Puntuales (MAP) del Plan de Transporte de Energía Eléctrica del Gobierno de España ha dejado fuera las peticiones de acceso a la energía por parte de centros de datos.
“Lo que está en juego es el futuro de este país. Hay que liderar la digitalización mundial o ir a remolque como lamentablemente nos ha pasado en muchas ocasiones a lo largo de nuestra historia. Sin los data centers no hay transformación digital. Los países más evolucionados, como Alemania o Suiza, llevan años desarrollando este servicio”, ha dicho Díaz. Además, ha insistido en que su propósito es “consolidar España como un hub de interconexión en Europa”.
Según declaraciones del director ejecutivo de Spain DC, Manuel Giménez, la actividad económica e inversión de los centros de datos españoles tiene un impacto indirecto de 26.290 millones de euros: “Aportamos a la producción del país 73.307 millones de euros, por lo que el efecto multiplicador de la economía se sitúa en 2,8”. Asimismo, en base al “Estudio del impacto de los centros de datos de España en 2022”, Giménez señala que contribuyen al 2,4% del producto interior bruto (PIB) del territorio nacional con margen de crecimiento en la Comunitat Valenciana.
En otro aspecto, el director ejecutivo ha hecho hincapié en que no existe rivalidad entre las autonomías, sino que conviven diferentes tipos de actividad, de donaciones de presupuestos para las infraestructuras, diferentes estructuras de la economía y de necesidades de centros. “Madrid sigue siendo el catalizador de la conectividad de nuestro país que genera corriente económica y valor añadido hacia el norte, como el País Vasco, hacia Catalunya o la Comunitat Valenciana, y cada vez más hacia regiones del centro peninsular”, destaca.
“El crecimiento del Estado será visible o no en función de la capacidad de las administraciones y de la posibilidad de impulsar y cumplir con un nuevo plan de transporte de energía eléctrica. Para nosotros hay unos retos primordiales a cumplir como afrontar la IA; mantener el liderazgo en sostenibilidad, ya que somos la vanguardia de ello; la regulación y red de transporte; el contexto internacional, porque también nos fijamos en ciudades como Milán o Portugal; y la creación de talento porque se necesitan recursos humanos”, explica Giménez.
Descarbonización de la economía
“Bienvenida sea la nueva demanda eléctrica de la economía digital”, manifiesta José María Calvo-Sotelo, profesor adjunto de la IE University y Business School. En este sentido, el experto en negocios explica que esta forma de producción y consumo es crucial para una descarbonización efectiva: “La industria de la economía digital es muy rentable y superior a otras, como la del acero o la del vidrio. La precisión en los datos es fundamental para medir y reducir las emisiones, especialmente en sectores como la agricultura, que representa un 20% y es menos preciso en sus mediciones. Concretamente, en España el 70% de la energía está libre de emisiones de CO2”.
En línea similares, Calvo-Sotelo destaca que actualmente se emiten “50.000 millones de toneladas de CO2 al año”, de las cuales tres cuartas partes provienen de la quema de combustibles fósiles, lo que se traduce en que el 80% del consumo de energía mundial proviene de esta fuente.
“Existe un paradigma en creer que el aumento de la eficiencia energética debe llevar al incremento de la reducción del consumo. Es un error conceptual. Cuanto más eficiente explotamos un recurso, más lo usamos. Por lo tanto, debemos desligar estos dos términos”, explica.
Asimismo, el profesor insiste en que es esencial cambiar los procesos productivos para generar energía más sostenible: “En Europa y Estados Unidos, donde la energía eléctrica es más limpia, la demanda crece más lentamente. En contraste, en China e India, donde se quema más carbón sucio, la demanda de electricidad está creciendo más rápido”.
“Los objetivos de eficiencia y crecimiento de las renovables deben ser más ambiciosos debido al posible aumento en el consumo de energía a medida que la población y la riqueza global vayan creciendo durante los próximos años”, manifiesta Calvo-Sotelo.
El reto de los “data centers” con la IA
“Los datos son el petróleo del siglo XXI”. Así destacaba el valor de la información Antonio Serrano, coordinador de Digitalización, Innovación y Comunicación de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, y Profesor Titular de Derecho Mercantil de la Universidad Rey Juan Carlos.
Durante su intervención, ha subrayado que las tecnologías como la IA y el Big Data pueden generar experiencias personalizadas para los clientes en base a los algoritmos que se registran en cada dispositivo y trazan los gustos de los usuarios: “Estamos ante una dictadura de los algoritmos. Somos perfectamente perfilables”.
El experto ha situado la inteligencia artificial dentro del contexto de la cuarta revolución industrial, caracterizada por la convergencia de distintas tecnologías exponenciales, como el Blockchain (especie de memoria de contabilidad digital que guarda todas las transacciones de manera transparente y segura).
Respecto a la penetración de las nuevas tecnologías en algunos puestos de trabajo y el miedo sobre la disminución de los recursos humanos, Serrano asegura que la IA no le arrebatará ningún puesto de trabajo a nadie, sino que lo hará alguien más especializado y que sepa controlar esta herramienta. “La mayor robótica se encuentra en los países con menos tasas de paro”, destaca.
“Se prevé que solamente la parte de infraestructura del mercado de la inteligencia artificial alcance los 800.000 millones de dólares para 2030”, explica Javier Pemán, responsable de supercomputacion, Higer Eucation and Research en España, Portugal Arabia Saudi y CSCS en Suiza, de Nvidia, uno de los mayores fabricantes de GPUs del mundo.
Con ello, añade que tenían previsto unos plazos de entrega en los últimos años de cuatro a seis semanas, sin embargo, asegura que debido al aumento de la demanda actual, han incrementado por cinco su capacidad de producción: “Ahora podemos estar en intervalos de hasta 18 meses. El tamaño del mercado no va a parar de crecer porque los modelos siguen escalando”.
Siguiendo en esta línea, el miembro de Nvidia recalca que la infraestructura actual es insuficiente: “Los problemas que nos están llegando requieren una nueva computación más potente para resolverlos”.
“La razón por la que Nvidia está en lo más alto es porque llevamos décadas desarrollando una plataforma de software llamada 'NGC Nvidia', lo que provoca que la competencia no pueda alcanzarnos”, comenta, y añade que el consumo y la capacidad de las GPUs se ha multiplicado: “Hace diez años estaba en 80 vatios y las que sacaremos próximamente se sitúan en los 1000 vatios por la creciente demanda”.
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