En verano de 2013, ThyssenKrupp cerró su planta siderúrgica en Sagunto, con 165 trabajadores afectados -algunos de ellos fueron recolocados en Alemania-, después de que la multinacional germana se negara a vender sus instalaciones en la ciudad valenciana. Esta medida provocó movilizaciones multitudinarias -con miles de personas en la calle reclamando la continuidad de la actividad de la empresa-, así como declaraciones institucionales aprobadas en el ayuntamiento de Sagunto, las Corts Valencianes y el Congreso de los Diputados.
Ahora, tres años más tarde, ThyssenKrupp ha anunciado que estudia la posible reapertura de la planta galvanizadora en Sagunto debido a que en los últimos tiempos ha aumentado la demanda de chapa galvanizada por inmersión en caliente -el producto que se elaboraba en la planta de Galmed Sagunto- por la evolución “muy positiva” de la industria del automóvil europea.
Satisfacción en el Consell
Ante esta posibilidad, anunciada por Thomas Schlenz (directivo de la multinacional en Europa) al president de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha explicado que esta decisión supone un “importante impulso no sólo para la consolidación del 'pool' metalúrgico de Sagunto, sino también para la política de reindustrialización del Consell”. Así, ha calificado este anuncio de “muy buena noticia” que refleja un “cambio de tendencia”.
Los sindicatos se congratulan por lo que puede significar esta decisión para la “activación” del sector industrial y la economía de la comarca valenciana del Camp de Morvedre, al tiempo que recuerdan que en el acuerdo firmado con motivo del ERE (expediente de regulación de empleo) de extinción existe el compromiso de la multinacional alemana de reincorporar a los trabajadores afectados por el despido colectivo de manera preferente en caso de reiniciar la actividad, como así parece que va a suceder.