“Creo que es una situación crítica para los servicios sociosanitarios y podemos aportar mucho en muchos ámbitos por el bagaje y los conocimientos que tenemos”.
Así se ha pronunciado Eduardo Zafra, de 68 años, médico de una dilatada carrera que incluso ha ejercido cargos de responsabilidad en la Conselleria de Sanidad.
Zafra es uno de los 1.946 voluntarios que se han presentado a la bolsa extraordinaria que ha abierto la Consellería de Sanidad Universal y Salud Pública para reforzar las plantillas si fuera necesario en la lucha contra el coronavirus.
A ella se pueden inscribir médicos jubilados menores de 70 años, además de los graduados y licenciados en medicina, que no estén inscritos en las listas de empleo temporal.
Tal y como viene explicando la consellera de Sanidad, Ana Barceló, ninguno de ellos estarían en primera línea de atención a pacientes contagiados, pero sí que harían otras labores de apoyo que permitirían reducir la presión asistencial.
El incremento de inscritos en esta bolsa desde su apertura ha sido espectacular y pone de relieve la solidaridad e implicación social en momentos críticos. De hecho, el pasado 20 de marzo había 200 inscritos y tan solo una semana después ya roza los 2.000.
Zafra empezó su andadura como pediatra y posteriormente cursó la especialidad en anestesia y reanimación en la Fe, donde ejerció durante 15 años como adjunto. Posteriormente, al salir las plazas del servicio valenciano de salud, obtuvo una como jefe de servicio de atención sociosanitaria de la Conselleria de Sanidad, donde coordinaba los servicios sanitarios con los sociales, es decir, con las residencias, realizando diferentes protocolos: “He sido coordinador de cuidados paliativos, de atención sociosanitaria y de atención a crónicos a lo largo de mi carrera de gestión en la conselleria”.
Explica: “Como cumplía los requisitos exigidos he hecho la solicitud, podemos aportar muchas cosas en materia de coordinación o incluso aunque no seamos especialistas podemos atender consultas telefónicas y aportar tranquilidad a la gente, podemos hacer también labores de triaje para determinar los casos susceptibles de infección”.
En definitiva, “se trata de echar una mano porque estamos en una situación en la que va a hacer falta, pese a que todo el personal que está en primer línea está haciendo un muy buen trabajo a pesar de que, como sucede en el resto de autonomías e incluso de países, a veces no cuentan con todo el material necesario”.
En su opinión, “estamos ante una crisis que nos supera porque nadie esperaba algo así, por eso tenemos que echar una mano ahora en lo que haga falta”.